11/30/2011

El respeto a la dignidad...... un derecho

El efectivo reconocimiento de la dignidad personal de todo ser humano exige el respeto, la defensa y la promoción de los derechos de la persona humana. Se trata de derechos naturales, universales e inviolables. Nadie, ni la persona singular, ni el grupo, ni la autoridad, ni el Estado pueden modificarlos y mucho menos eliminarlos.
El titular de tal derecho es el ser humano, en cada fase de su desarrollo, desde el momento de la concepción hasta la muerte natural; y cualquiera que sea su condición, ya sea de salud que de enfermedad, de integridad física o de minusvalidez, de riqueza o de miseria.
Si bien la misión y la responsabilidad de reconocer la dignidad personal de todo ser humano y de defender el derecho a la vida es tarea de todos. Se trata de los padres, los educadores, los que trabajan en el campo de la medicina y de la salud, y los que detentan el poder económico y político.
La conciencia moral de la humanidad no puede permanecer extraña o indiferente frente a los pasos gigantescos realizados por una potencia tecnológica, que adquiere un dominio cada vez más dilatado y profundo sobre los dinamismos que rigen la procreación y las primeras fases de desarrollo de la vida humana.
Es de máxima importancia que los laicos cristianos, con la ayuda de toda la Iglesia, asuman la responsabilidad de hacer volver la cultura a los principios de un auténtico humanismo, con el fin de que la promoción y la defensa de los derechos humanos puedan encontrar fundamento dinámico y seguro en la misma esencia del hombre, aquella esencia que la predicación evangélica ha revelado a los hombres».

Debemos besar el alma

El alma no crece en los árboles, sin embargo se nutre de nuestro entorno, como el cuerpo de la comida. El alma necesita ser alimentada con visiones hermosas, palabras que llenen... o por quien sabe besar el alma.
Besar el alma es saber tener paciencia, comprensión, y nunca juzgar a nadie, simplemente aceptar las personas como son... Besar el alma es abrazarse cuando hay soledad, cuando se está triste... sin decir nada, solo sostenerse con ese abrazo de apoyo.
Besar el alma, es sentarse juntos cuando no hay necesidad de hablar, cuando solo hace falta el silencio, al no hacer preguntas... Besar el alma, es sentir otras manos que dan apoyo fortaleciendo esa esperanza de vida y de compañía. Besar el alma, es decir un te quiero con la mirada...
Besar el alma... es fácil, solo es suficiente que decidamos bajar del pedestal del orgullo que muchas veces nos rodea y nos consume. Besar el alma...¿cuántos de nosotros necesitamos de ese beso en el alma que nunca llega?

11/29/2011

La felicidad... Esta en tu vida

Estás aquí con un propósito. No has venido a pasar una prueba sino para crear y ser feliz. Disfruta tu experiencia y cumplirás con el propósito con el que has venido. Tienes libertad para escoger. Empieza con tus pensamientos. Tus pensamientos han de hacerte feliz.
Lo demás seguirá su curso natural y tendrás la completa libertad que es tu derecho. Tu energía creadora empieza con el pensamiento. Cuando tus pensamientos son buenos, te ayudarán a atraer todo lo que es bueno. Los pensamientos producen emociones que son, a su vez, el lenguaje de tu ser interno.
Lo que sientes indica si estás dejando manifestar a quien realmente eres. Estar contento es lo natural. Esta energía conoce tus intenciones primordiales. Eres naturalmente bueno, por lo cual tus intenciones son buenas. Sigue la esencia de tus intenciones. Aprecia la vida y todo aquello a lo que tienes alcance.

Al apreciar, atraes más motivos para apreciar. Deja que los demás sean quienes son. Mantén tu atención en lo que te hace feliz y atraerás a quienes armonizan contigo. Tus acciones deben estar inspiradas por tu alegría. Cuando estás contento, lo que hagas dará buenos frutos.

Nunca te compares con los demás

Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto te sea posible, Vive en buena armonía con todas las personas, enuncia claramente tu verdad; escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante; ellos también tienen su historia. Evita las personas ruidosas y agresivas, pues son un fastidio para el alma.
Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado; porque siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus logros así como de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera, por humilde que sea; ella es un tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos, se cauto en tus negocios; pues el mundo está lleno de egoísmos, pero no te cierres a la virtud que hay en ella; mucha gente se esfuerza por alcanzar nobles ideales; y en todas partes la vida está llena de heroísmo, se tú mismo.
En Especial, no finjas el afecto. Tampoco seas cínico en el amor; porque en medio de toda la aridez y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaires las cosas de juventud. Cultiva la fuerza del espíritu para que te proteja en la adversidad repentina. Pero no te angusties con fantasmas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina, se benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo, no menos que los planetas y las estrellas; y tienes derecho a existir, y sea que te resulte claro o no, el universo marcha como debiera.
Por lo tanto, mantente en paz, mantén la paz con tu alma en la bulliciosa confusión del planeta, que con todas sus farsas y sueños fallidos, sigue siendo hermoso. Ten cuidado. Esfuérzate por ser feliz.

Hay que seguir adelante

"El perdón es una expresión de amor. El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. No significa que estés de acuerdo con lo que paso, ni que lo apruebes". ¿Has visto alguna vez, cómo se desplazan las aguas cristalinas de un arroyo por en medio de las cascadas?, estas aguas son la fuente de vida, ellas no luchan contra la oposición que le hagan las rocas, pegan allí y se extravían al sentir oposición, pero continúan su marcha.
¿Has visto desplazarse las nubes tranquilas y serenas, de un lado para otro, llevando las aguas para refrescar la tierra?; pareciera que a ellas nadie las empuja, sin embargo van a su destino. ¿Has visto a los peces nadar serenamente en el castellar? ¿Con qué destreza lo hacen?.
¿Has visto al Sol, mandando su luz hacia el planeta?, no importa que las nubes se lo tapen, pero El sigue dando luz. Así debería ser la vida de una persona que ha venido a este mundo, que se hace hijo y que sólo le interesa agradar y servir a sus semejantes. Es la vida de un viajero, que no hace ilusión de un futuro, pero que lo espera con serenidad, con firmeza y seguridad.
La vida es un torrente de aguas cristalinas que lleva a su navegante al lugar de su destino; pero cuando ese navegante se desespera por las circunstancias, hace que ese cristalino lago se revuelva y se convierta en aguas sucias y nauseabundas, que ya no representan la vida, sino la muerte.
Aprendamos a vivir la vida tranquila, no desesperemos por lo que nos pase, recordemos que lo que hoy es, mañana no es. Sólo debemos sacar una lección en nuestra vida: “hemos de aprender que todo en la vida es pasajero y que lo único verdadero que hay en nosotros es la obra que logremos hacer”.
No importa que llueva... Si hay un sol en tu corazón. No importa el frío... Si siempre estará el calor de los que te quieren. No importan los problemas hoy... Solo serán anécdotas mañana. Y no olvidemos que llegar alto no es crecer. Ni que escuchar es oír Ni lamentarse es sentir. Que mirar no siempre es ver.
¡ Ni acostumbrarse… es amar ..! Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por el simple hecho de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, sin embargo, otras apenas vemos entre un paso y otro.
A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos. Hoy me detuve en el espejo de mi baño, y vi. a un hombre mayor, con sueños… Sin la rutina de toda la vida, y me di cuenta que me levanté 15 minutos más temprano que nunca. Me había olvidado cuando fugazmente despertaba hace unos pocos años sonriente… y hoy me animaba diciéndome que este día sería mejor que el anterior.

Y que pase lo que pase…hay que vivir y tenemos que seguir adelante.

No estemos muertos en vida

¿ Tengo motivos para resucitar?...

Hay personas que cuando se acercan al tema de la muerte lo hacen para desesperanzarse, para destrozarse o para sumergirse en una fuerte depresión. Los muertos son aquellas personas que han dejado de creer y de tener esperanza. Las personas que han tirado la toalla con suma facilidad. Estar muertos es no ser feliz, es dejar que el amor muera y que gane la batalla la soledad, la cobardía, la indiferencia...
Son muchas las razones que hacen que una persona pierda las ganas de vivir. Hay gente que ante los graves problemas que viven lo que quieren es morirse. Siempre me he dicho ante las dificultades que lo que tengo que hacer es luchar para superarlas.
Llama mucho la atención el ver personas presas de la soledad, del desánimo y del desaliento, el ver cómo sufren día tras días. Se estancan, no se mueven ni exteriores ni interiormente, y se quejan porque no son felices...De nada sirve el quedarse estancado sin hacer nada sino estar todo el día lamentándose.
Hay que luchar por lo que se quiere, hay que sacrificarse por lo que uno desea. El sufrimiento de muchas personas se podría evitar o aminorar si tuviesen la capacidad de cambiar, de levantarse y volver de nuevo a la vida. Pero no, están lamentándose constantemente de su pasado, presente y futuro...
Morir es dejar que las distintas formas de muerte presentes en el mundo nos ganen terreno interior. La resurrección comienza ya aquí en esta tierra en las personas que son valientes, en los que son capaces de ver sus errores y miserias, en los que saben que el amor tiene el poder inmenso de cicatrizar el pasado y restaurar las limitaciones del presente.
Tengo un conocido que me dice que no me fío de él; y en parte es verdad. Le digo que cómo me voy a fiar de una persona que es partidario de que una madre pueda abortar al hijo que lleva en sus entrañas.... Cómo voy a confiar en una persona que es partidaria de que los enfermos más graves y los viejos sean exterminados...
Cómo me voy a fiar de una persona que dentro de sus planes entra incluso la autoeliminación suicida como expresión de su libertad... No, no son los muertos los que en dulce calma la paz disfrutan de la tumba fría; muertos son los que tienen muerta el alma y viven todavía.
No son los muertos, no, los que reciben rayos de luz en sus despojos yertos; los que mueren con honra son los vivos, los que viven sin honra son los muertos. La vida no es la que vivimos, la vida es el honor, es el recuerdo, por eso hay muertos que en el mundo viven y hombres que viven en el mundo, muertos.
Es en la generosidad donde el hombre es feliz, y es en el egoísmo en donde el hombre es auténticamente desgraciado. Aunque a veces la generosidad nos cueste y nos sea difícil; aunque a veces el ser generosos signifique el sacrificarnos, es ahí donde vamos a ser felices, porque sólo da una espiga el grano de trigo que cae en la tierra y se pudre, se sacrifica, mientras que el grano de trigo que se guarda en un arcón acaba estropeándose, se lo acaban comiendo los animales o echándose a perder.
Cada uno de nosotros es un grano de trigo. Reflexionemos y preguntémonos: ¿Quiero echarme a perder o dar frutos? Y recordemos que sólo hay dos tipos de personas en esta vida: los que quieren echarse a perder y se guardan para sí mismos en el egoísmo; o los que entregándose, acaban por dar fruto.

Tengo más motivos para resucitar que para estar en la muerte, ¿Y tú...?

Los amigos son necesarios

EL ÁRBOL DE LA AMISTAD


Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por el simple hecho de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, sin embargo, otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza a uno de nuestros amigos: Las primeras hojas que nacen del brote son nuestro amigo padre y nuestra amiga madre, quienes nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros. Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace ser felices. A veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado.
Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies. Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro durante el tiempo que estamos cerca. Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría: son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.
Te deseo, hoja de mi árbol: paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Hoy y siempre... Simplemente porque cada persona que pasa y nos toca en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí misma y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada.

Vivamos en paz los unos con los otros

TENGAMOS PAZ EN EL ALMA .. HACIENDO EL BIEN

No hay posesión más valiosa que la paz en el alma. El anhelo del hombre es vivir tranquilo. Vivir en constante agitación de espíritu produce toda clase de problemas. Tener paz en el alma no es la ausencia de conflicto y problemas, sino tranquilidad de mente a pesar de conflictos y problemas.
El efecto de la justicia será paz; el resultado de la justicia será tranquilidad y seguridad para siempre. Muchos dicen “Paz, paz” cuando no hay paz. En lugar de paz hay enemistad. La paz de muchos se basa en religiones falsas. Para tener paz en el alma es necesario tener conciencia limpia.

Es imposible tener paz en el alma si no hay conciencia limpia. Y por esto debemos siempre tener una conciencia sin remordimiento delante de los hombres. El remordimiento destruye la paz en el alma.
Para tener paz en el alma es necesario estar contento. Debemos aprender a contentarnos cualquiera que sea nuestra situación. No podemos tener paz en el alma si no aprendemos a contentarnos en cualquier situación dela vida. Si tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos. Aquí está la causa de mucha intranquilidad en el alma.
Queremos muchas más posesiones que lo que sea lo básico y lo necesario. Sea nuestro carácter sin avaricia, contento con lo que tenemos. La avaricia (el amor al dinero y cosas materiales) es el enemigo de la paz en el alma.
Una fuente principal del afán, la ansiedad, la preocupación, etc. que tenemos es porque no estamos contentos con lo que poseemos. El empleo es problema para muchos: no es satisfactorio, hay problemas con el patrón o con los clientes, las horas son excesivas, el pago no es adecuado, nos encontramos en desempleo.
El ser humano, no debe resignar su vida y dejar que el patrón la controle. El no es el dueño de su vida, menos de su alma. Para tener paz en el alma es necesario evitar todo afán. Si debemos evitar el afán con respecto a lo más básico (qué comer, que vestir), ¡cuánto más debemos evitar el afán con respecto a lo demás, problemas económicos.
Tener cosas imposibles de poder pagar. La mayor parte de ellos se evitan si aceptamos vivir sin lujos. Las deudas pueden ser el enemigo número uno de la paz. El fácil crédito es muy tramposo. Todos los negocios regalan tarjetas de crédito a todos (aun a los jóvenes) para que sean obligados a ellos.
La tarjeta es carnada y el anzuelo le pesca y le consume. Conceden hipotecas altísimas imposibles de hacer frente a ellas. Esto produce mucho afán. Destruye la paz del alma.
El remedio es usar dominio propio, evitar la avaricia, estar contento con menos, aceptar un estilo de vida más sencillo, evitar el malgastar, no pensar que tiene que comprar toda cosa que los hijos pidan (por más que griten) ni empeñarnos en tener cosas materiales que nos destrozan la salud.
Muchas mujeres se sienten atrapadas y esclavizadas por su familia porque tanto los maridos como los hijos sólo producen trabajo para ellas y no les ayudan. No cuidan su habitación, no cuidan su ropa, tiran ropa en el piso, tiran toallas mojadas en el piso del baño, no limpian el baño, no ayudan en la cocina, no ayudan con el lavado de la ropa, etc.
La mujer que sufra tales injusticias debe culpar solamente a una persona: a sí misma. Ella tiene la culpa porque lo permite. Lo tolera. La familia es abusiva y ella lo permite. Estar bien puede ser la causa principal del afán que destruya la paz del alma de muchos.
¿Qué hacer pues? Cuidarla. Dieta. Ejercicio. Evitar vicios (fumar, beber ). No comer con exceso. Cuidar el peso. Seres queridos son otra causa de afán e intranquilidad, su condición física, financiera o espiritual. ¿Debemos dejar que esto suceda? Dios no quiere que sus hijos vivan con espíritus agitados, ansiosos, turbulentos, no importa la causa de ello.
Hagamos lo que podamos por los seres queridos y aceptar que no podemos vivir sus vidas y no podemos obedecer por ellos. Y otra cosa: nunca dejar que los problemas, las preocupaciones y ansiedades con relación a los seres queridos nos estorben en nuestra vida diaria. Uno podría volverse loco pensando en algún ser querido, pero ¿qué gana con eso?
Eso no ayuda a nadie y nosotros quedamos debilitados y aun incapacitados. Para tener paz en el alma hay que organizar o programar el tiempo. Hay tiempo para trabajar, tiempo para comer, tiempo para descansar y dormir y sin faltar tiempo para poder estar con la familia.
Mucha paz se pierde si el empleo consume la vida. Desde luego, el empleo ocupa gran parte del día, pero cuando pasa el límite razonable, ya no permite una vida normal (vida con la familia y con los amigos). Llega a ser el amo cruel y destruye la paz en el alma. También podría haber otra cosa que consuma demasiado tiempo: dormir, pasearse, hablar (en persona o por teléfono), deportes, televisión, ordenador, etc.
Lo importante es que en lugar “agonizar” (quejarse, “no hay tiempo”), hay que “organizar” el tiempo. Para tener paz en el alma es necesario buscar la paz con otros. Vivimos en un mundo de conflictos: en el hogar, en las familias, en el gobierno, en el mundo industrial y comercial y en toda categoría de la sociedad. Nos tenemos que apartar del mal y hacer el bien. Busquemos la paz y sigámosla. Así que, sigamos lo que contribuye a la paz y a la mutua edificació

EL FUTURO DE LA HUMANIDAD

¿A donde va el futuro de la Humanidad?

El cristiano está llamado continuamente a movilizarse para hacer frente a los múltiples ataques a que está expuesto el derecho a la vida… la vida es el primero de los bienes recibidos de Dios y es fundamento de todos los demás.
La conciencia cristiana tiene una necesidad interior de nutrirse y fortalecerse con las motivaciones múltiples y profundas que militan a favor del derecho a la vida. Es un derecho que exige ser sostenido por todos, porque es el derecho fundamental en orden a los otros derechos humanos.
La conciencia cristiana como sustento del derecho a la vida, para hacer frente a los múltiples ataques a que está expuesto el derecho a la vida. Los ataques contra el derecho a la vida en todo el mundo se han extendido y multiplicado, asumiendo nuevas formas. En los Países en vías de desarrollo son cada vez más fuertes las presiones por la legalización del aborto y se incrementan las políticas de control demográfico, a pesar de que ya han sido reconocidas como perniciosas incluso en el plano económico y social.
En los Países más desarrollados, como es el caso de España crece el interés por la investigación biotecnológica más refinada, para establecer sutiles y extensas metodologías de eufemismo hasta la búsqueda obsesiva del 'hijo perfecto', con la difusión de la procreación artificial y diversas formas de diagnósticos tendentes a asegurar su selección, se promueven leyes para legalizar la eutanasia.
En estas situaciones, la conciencia, arrollada a veces por los medios de presión colectiva no demuestra suficiente vigilancia acerca de la gravedad de los problemas en juego, y el poder de los más fuertes debilita y parece incluso paralizar a las personas de buena voluntad. Es por lo tanto urgente y necesario recurrir a la conciencia y, en particular, a la conciencia cristiana. La formación de una conciencia verdadera, basada en la verdad y línea recta, determinada a seguir sus dictámenes, sin contradicciones, sin traiciones y sin compromisos, es hoy una empresa difícil y delicada, pero imprescindible.
Y es una empresa obstaculizada, por desgracia, por diversos factores que ha citado el creciente rechazo de la tradición cristiana y la idea de algunos de que la conciencia individual, para ser libre, debería deshacerse tanto de referencias a las tradiciones, como de las basadas en la razón. Así la conciencia, que es acto de la razón mirante a la verdad de las cosas, deja de ser luz y se convierte en un simple fondo sobre la que la sociedad de los medios de comunicación lanza las imágenes y los impulsos más contradictorios.
Hoy es necesario volver a educar en el deseo del conocimiento de la verdad auténtica, en la defensa de la propia libertad para elegir frente a los comportamientos de masa y a las lisonjas de la propaganda, para nutrir la pasión por la belleza moral y la claridad de la conciencia. Esta labor corresponde a los padres y a los educadores, pero también a la comunidad cristiana respecto a sus fieles.
No podemos conformarnos con un fugaz contacto con las principales verdades de fe en la infancia, es necesario un camino que abra la mente y el corazón de las personas durante las distintas etapas de la vida para que acojan los deberes fundamentales en los que se apoya la existencia del individuo y de la comunidad. Cuando falta una formación continua y cualificada de la conciencia, se hace más difícil el juicio sobre los problemas planteados por la biomedicina en materia de sexualidad, procreación, así como en el modo de tratar y curar a los pacientes y a los más débiles de la sociedad.
Junto a la formación cristiana, destinada al conocimiento de la Persona de Cristo, de su Palabra y de los Sacramentos, en el itinerario de fe de los niños y adolescentes se debe unir coherentemente el discurso sobre los valores morales que conciernen a la corporeidad, la sexualidad, el amor humano, la procreación, el respeto por la vida en todos los momentos, denunciando al mismo tiempo con válidos y precisos motivos, los comportamientos contrarios a estos valores primarios.
En una sociedad a veces ruidosa y violenta pueden contribuir a despertar en muchos corazones la voz elocuente y clara de la conciencia, a distinguir con cuidado los derechos y deberes que les corresponden como miembros de la Iglesia de los que les compiten como miembros de la sociedad humana… para que aprendan a armonizarlos entre ellos, recordando que en todo lo temporal, deben dejarse conducir por la conciencia cristiana, porque ninguna actividad humana, ni siquiera temporal, puede sustraerse de Dios.
La vida es el primero de los bienes recibidos de Dios y es fundamento de todos los demás; garantizar el derecho a la vida a todos y de forma igual para todos es un deber de cuyo cumplimiento depende el futuro de la humanidad.

11/28/2011

Serenidad en medio de la Tormenta

En la vida pasamos por muchas tormentas. La vida es cambio y no siempre tranquilo. A veces la leve brisa que alivia el calor del verano se convierte en viento huracanado que rompe, destruye, destroza y derriba las construcciones que con tanta dificultad hemos hecho para sentirnos seguros frente a las adversidades de la vida.
Son las enfermedades, los problemas económicos, las crisis en las vidas de las parejas, crisis de fe, las relaciones en las familias. Hay muchos problemas que nos atenazan. Hay muchos momentos de crisis. Son como las olas que chocan continuamente contra la orilla y terminan por romperla. Nuestro esfuerzo es siempre el de procurarnos la defensa que nos proteja contra esos vientos impetuosos que amenazan nuestra vida y la de los nuestros.
En la Iglesia también sentimos las amenazas de las olas que chocan contra esta barca del reino. Algunos viven atemorizados porque piensan que esta sociedad nos ataca y va a terminar por hundir la frágil barquilla que para ellos es la Iglesia. Creen que hay que construir parapetos, que hay que reforzar la quilla, que hay que fortalecer el casco, y claman asustados pensando que nos hundimos. Para evitarlo proponen medidas urgentes.
Algunos hasta se autoproclaman salvadores de la Iglesia. Frente a tantas amenazas, hay que recordar lo del faro y el dique. El dique, obra de la ingeniería, se rompía cada pocos años, el peñón sobre el que se levantaba el faro, estaba allí, impasible ante las olas y los vientos, casi se diría que eterno. Frente a los que se empeñan en levantar muros y paredes y techos que nos defiendan de los vientos de este mundo, hay que recordar que nuestro Dios es el creador de todo, también de los vientos, que hay que confiar en él y en Jesús, su hijo y señor nuestro.
Sólo él es capaz de levantar las peñas que aguantan todo. La frágil barquilla de la Iglesia no es tan frágil porque cuenta con la presencia de Jesús. Nuestra vida puede estar agitada por la enfermedad, los disgustos y tantas otras cosas. Sentiremos el choque de las olas, hasta es posible que nos mareemos y sintamos miedo. Pero sabemos que el Señor está con nosotros. Y que, con su presencia, no hay mar ni tormenta que no podamos atravesar.
Es cuestión de confiar. Y saber que siempre, siempre, después de la tormenta, viene la calma. Porque el Señor lo es también de la tormenta. Entonces, ¿nos da lo mismo todo? No. De ninguna manera. Con Jesús nos sentimos servidores del Reino, trabajadores de la fraternidad, atentos a las necesidades de nuestros hermanos y hermanas.
Seguros de que todo lo que hagamos en favor del Reino estará bendecido por Dios. Y, sin desanimarnos nunca, porque sabemos que estamos apoyados en la roca firme, la que aguanta todas las olas y vientos; porque sabemos que nuestra barca aguantará la tormenta.

11/27/2011

El cáncer del odio

No hay situación más difícil que hablar desde fuera a quien está roto por dentro a causa del odio y el resentimiento. No es capaz de entender que el perdón es el único modo de encontrar la verdadera salida. Cuando la persona logra liberarse de la sed de venganza puede reconciliarse consigo misma, recuperar la paz y empezar la vida de nuevo.
¿Qué hay más difícil que el perdón?
El perdón es la ocasión maravillosa de volver a unir, de volver a vivir y de volver a amar. El perdón es la posibilidad de cambiar las reglas del juego de una sociedad agresiva que se enzarza en un “toma y daca” sin fin con los dardos envenenados de la ofensa y del agravio.
El perdón es un acto creativo y sorprendente que pone fin a la repetitividad. Rompe el cerco sofocante y produce lo insólito: mirar al otro nuevamente como hermano. Pues de lo contrario estamos perdidos porque “el dulce sabor de la venganza” se convierte en una hiel que va amargando y endureciendo el corazón.
Muchísimas personas vienen cargando a cuestas un pesado fardo de rencores y resentimiento que las limitan y condicionan. Y por desgracia muchas veces es en contra de personas muy cercanas, de familiares o amigos, que por algún error han herido su corazón. Pasan años y no logran sacar estos sentimientos que entorpecen las relaciones más cercanas. Quien deja crecer el odio en su corazón se castiga a sí mismo. Es como la manzana que se pudre para que el otro no la pueda tragar. ¡Claro que no la tragan!, pero ha quedado podrida y no tiene remedio. Quien se cierra a conceder el perdón se hace daño aunque él no lo quiera. El odio es una especie de cáncer secreto que corroe a la persona y le quita energías para rehacer de nuevo su vida. No he encontrado situación más difícil que hablar desde fuera a quien está roto por dentro a causa del odio y el resentimiento. No es capaz de entender que el perdón es el único modo de encontrar la verdadera salida. Cuando la persona logra liberarse de la sed de venganza puede reconciliarse consigo misma, recuperar la paz y empezar la vida de nuevo.
Sólo quien ha experimentado el gozo de saberse perdonado puede con alegría, aunque cueste también dolor y lágrimas, otorgar el regalo del perdón. Quien no se haya sentido nunca comprendido y perdonado, será incapaz de comprender y perdonar al hermano.
El perdón encierra la bella dinámica del vencer al mal con el bien y es un gesto que cambia de raíz las relaciones entre las personas y obliga a plantearse la convivencia futura de una manera nueva.

Respetar la vida, de los no nacidos

Dejamos de entendernos y la corrupción ganó el corazón de los hombres. Queremos construir un mundo a espaldas del amor. Solo el amor salvará al mundo. El respeto por la dignidad humana y de la vida humana, desde el momento de la concepción hasta el ocaso natural del hombre y en todo su recorrido.
Que no nos dejemos engañar por la cultura de la muerte, hagamos juntos la Cultura de la Vida. Si se menosprecia la vida en su comienzo, qué podemos esperar de todo lo demás. ¿Qué futuro tiene el amor en nuestro mundo, en el que por todos lados se asoma el odio? Y sin embargo, sólo el amor podrá salvar al mundo.
Aunque, claro, eso sí, dejándose matar por el odio. Es el triunfo de la víctima sobre su asesino. Es el patrón marcado por el misterio pascual. Cuando el odio mató al Amor y la muerte mató a la Vida, ambos se hirieron de muerte, y por eso pudimos ver “a la muerte, muerta”..
Amor, comprensión, es lo que el mundo de hoy está pidiendo a gritos. Solo el amor salvará al mundo, resolverá las enormes diferencias económicas, curará los enfermos, permitirá ayudar a los niños abandonados y muchas cosas más. Solo el amor podrá lograr todo esto porque no hay programas, proyectos ni acuerdos, hay vidas. La ausencia de amor en la sociedad ha sido la causa de tanta desdicha, de tanto dolor.
Sólo el amor, concebido como una fuerza creadora, integradora, individual y socialmente sustancial, puede salvar a este mundo. Y es que sólo con amor se construyen las relaciones entre los seres humanos que reivindican la dignidad, el derecho a seguir habitando este mundo, a permanecer más allá del tiempo y el espacio que ahora nos limitan. Todavía creo que el amor y la paz pueden salvar al mundo.

No te olvides hoy, el regalo de cada día

¡Buenos días, amigo! Podía empezar diciendo: ¡Hoy va a ser un gran día! o ¡Hoy voy a vivir como si fuera mi último día!... Pues no, ni una cosa ni la otra... Simplemente hoy va a ser otro día... eso sí, hoy, si tú quieres, vas a descubrir algo muy especial que tengo preparado especialmente para ti...
¿Te apuntas? Empieza estirándote a tus anchas... Bueno, más que estirándote, sacudiéndote… Sí, como me oyes, como si tu cuerpo estuviera recibiendo una descarga eléctrica... A ver si de esta manera haces caer al niño que duerme en tu interior. ¡Eh! ¿Dónde vas? ¿A lavarte? Espera un poco.
Hoy vas a comenzar el aseo quitándote las legañas del corazón... ¿Que cómo...? Pues muy facilito, renuncia a tu ego por unos minutos (“Es que se me hace tarde, la que me espera en el trabajo, este dolor no se me pasa...”).
Recuerda: sólo renunciando a tu yo, dejarás espacio a tu felicidad. ¿Qué te estás poniendo nervioso..,? Eso es bueno, muy bueno. Nos empeñamos en tenerlo todo bajo control, en “domesticarlo” todo, y claro, nos perdemos los “encantos salvajes” de la vida. Tantos nervios acumulados, tanta tensión incontrolada, para qué...
¿Te acuerdas de tus años de niño? (Si realmente has hecho correctamente el primer paso, te acordarás). ¿Recuerdas el día de Reyes? ¡Cuánta ilusión, verdad!.. No te preocupes, esa actitud expectante es la que tienes que incorporar a tu vida. ¡Hoy estás de enhorabuena! Hoy vas a recibir un hermoso regalo (hoy y todos y cada uno de los días que tú quieras).
¡Prepárate! ¿Ya?... ¡No, por Dios! Con esa cara hasta el regalo se va a asustar... ¡Eso es! Ahora mejor. Salta de la cama y corre a tu corazón. La Familia te está esperando con un “pedazo paquete.” No te comas el coco pensando cómo agradecerles el obsequio... Ya tendrás tiempo a lo largo del día.
La familia sabe que pensar sobre el pasado o preocuparse en exceso por el futuro, nos priva del presente... Por eso hoy tu Familia te regala las próximas 24 horas. ¡Aprovéchalas! Y te aseguro que no tendrás tiempo para lamentarte por el ayer ni para obsesionarte por el mañana.
Ah, se me olvidaba, al salir de casa mira a tu alrededor y verás la cantidad de regalos que hoy va a seguir poniendo a tu alcance la vida... ¿Que cómo identificarlos...? Te daré una pista: la mayoría se mueven y no vienen con envoltorio. En cuanto al último punto, es todo tuyo.
Esta noche antes de acostarte, intenta darle forma. Pregúntate por el regalo que tu Familia te ha hecho... ¿Has “jugado” tanto con ellos que estás a punto de mandarlo al trastero?... Si es así ¡Felicidades!... Tu Familia, mañana te va a regalar otro día, más grande, más bonito. La Familia tuya, si tú quieres, sólo si tú lo deseas, te sorprenderá de nuevo...

11/25/2011

No más violencia contra las mujeres

A menudo se hace caso omiso de la violencia contra las mujeres y raramente se castiga. Las mujeres y las niñas sufren de manera desproporcionada la violencia: en la paz y en la guerra, a manos del Estado, de la comunidad y de la familia. Una vida sin violencia es un derecho humano fundamental. Desde los hogares a las zonas de conflicto, la violencia debe cesar. La violencia contra la mujer es quizás la más vergonzosa violación de los derechos humanos. No conoce límites geográficos, culturales o de riquezas. Mientras continúe, no podremos afirmar que hemos realmente avanzado hacia la igualdad, el desarrollo y la paz.
No habrá desarrollo humano si no erradicamos esta herida abierta contra la dignidad humana y los valores básicos de la sociedad como es la violencia contra la mujer. No habrá desarrollo humano si madres, hijas, hermanas, mujeres y niñas viven en el temor y sin libertad. Desde lo individual y desde lo colectivo queremos decir un ya no más violencia contra las mujeres.

11/24/2011

Debemos tener y transmitir paz

Uno de los gestos más significativos que hacemos en la Eucaristía antes de recibir la comunión es el darnos la paz. La paz como gesto y como deseo. La paz que tenemos la entregamos al otro y por ello nos acercamos y nos saludamos con cariño. La paz es un regalo, pero no una armonía en un mundo donde la guerra y los conflictos no estén presentes. Por desgracia las violencias humanas están aún presentes en nuestra debilitada humanidad.
Es la paz consigo mismo que no provoca ni guerras interiores ni exteriores. Muchas personas están en guerra interna contra sí mismos y por ello su forma de relacionarse con los demás y con la realidad externa, siempre es al ataque, a la defensiva. Nuestras vidas pacificadas en el amor, nos da amor con paz y paz con amor.
Los organismos internacionales hacen serios esfuerzos por conseguir la paz en el mundo y en las estructuras sociales, pero siempre tenemos la impresión que no se consiguen las metas propuestas. Algo falla por algún lado. Lo que no termina de conseguirse es la paz de los corazones. Una persona que vive en paz interior nunca perderá el profundo sentimiento de misericordia hacia los demás y no provocará dolor ni a los de cerca ni a los de lejos.
Oímos con mucha frecuencia la Palabra pero el reto está en hacerla vida en nuestra vida. No es fácil vivirla porque tiene que partir del corazón humano en dirección hacia la familia y hacia los demás. Muchas veces nuestro corazón está lleno de tristezas, amarguras, miedos, traumas... de todo menos de amor con paz y de paz con amor...
¡¡Cuántos familiares nuestros hay miedosos y con falta de paz interior!! Hay hermanos y hermanas a los que la vida les abruma y entristece, les quita la paz interior y viven angustiados. Buena señal será recordar estas palabras: "Te dejo mi paz". En medio de las tormentas de la vida recordar esta frase una y otra vez nos llevará a preguntarnos sobre nuestra confianza en la familia.
Cada miembro de la familia tendrá la misión de mantener la paz durante toda su vida y transmitir esa paz que viene de dentro a los demás. No te desesperes cuando todo en tu vida vaya mal o regular. No dejes que los problemas hundan tu vida; deja que tu vida hunda los problemas.

Homenaje al Cuidador de los enfermos…. Unos héroes….

Soy consciente de que en ocasiones la dedicación al enfermo implica importantes sacrificios. Hay muchos héroes anónimos; hay muchas personas que hacen esfuerzos titánicos para tratar de responder a las necesidades y demandas de un padre con un deterioro físico o psíquico grave o un familiar con un problema de movilidad. Por cierto, habitualmente las heroínas son las mujeres, hijas, nietas y nueras. Pero también los Hombres de la familia.
Ante estas situaciones la sociedad y las administraciones deben ser generosas. La atención del familiar enfermo puede exigir un gran esfuerzo: de recursos materiales, de tiempo y de paciencia. A muchas familias no les alcanzan los recursos económicos para cuidar adecuadamente a su ser querido.
En otros casos, las condiciones de las viviendas dificultan ese cuidado y, además, interfiere en el desarrollo normal de la vida de todos los miembros de una familia. Claro que las ayudas públicas han crecido mucho en los últimos años, pero siguen siendo escasas y con demasiada frecuencia los trámites para lograrlas lentos y excesivamente burocrático.
Hace unos meses conocí en el hospital a un conductor de un camión que llevaba varios meses sin trabajar para poder cuidar a su madre, también conocí a una mujer que se pasaba toda la noche junto a su suegra para, por la mañana, ir a trabajar a un bar, luego atender a su familia y a su casa y, a continuación, volver al hospital.
Por otra parte, hay enfermedades que por su duración o por sus dolencias exigen a sus cuidadores una gran resistencia. Obviamente, ver sufrir a un familiar deprime a cualquiera; las demandas continuadas cansan y, en ocasiones, hacen perder la paciencia. No es extraño que el estrés que produce la enfermedad, la angustia que provoca ver que un ser querido lo está pasando mal, la incertidumbre de su pronóstico y el cansancio acumulado lleva a que se produzcan desencuentros entre los miembros de la misma familia o discusiones entre éstos y los profesionales sanitarios.
La enfermedad rompe el orden, el equilibrio. Por una parte interrumpe la armonía del vínculo del individuo con el mundo y, por otra, afecta a las relaciones sociales. En la sociedad del bienestar la enfermedad no está de moda. Cuando caemos enfermos o cuando sufre alguna persona próxima nos desconcertamos, rompe nuestro ritmo acelerado: no podemos trabajar, nos impide ir de puente, nos dificulta acudir al centro comercial.
Parece que nos hemos olvidado de que la enfermedad y la muerte constituyen elementos consustanciales a nuestra naturaleza. La enfermedad nos provoca inseguridad, temor y, además, nos dificulta el propósito de seguir corriendo. La enfermedad moviliza una fuerte carga afectiva y, además, activa complejos procesos sociales.
La enfermedad limita o incapacita para realizar funciones sociales y, por tanto, además de afectar al paciente siempre afecta al entorno social. También suscita reacciones en las personas próximas, reacciones que pueden ir desde la solidaridad al rechazo. Por otra parte, propicia el surgimiento de un nuevo tipo de relaciones sociales: el vínculo entre el médico y el enfermo, la unión entre el familiar cuidador y el paciente, y las variadas relaciones que se establecen cuando el que necesita ayuda ingresa en una institución sanitaria.
La enfermedad es un hecho social; no se trata de un asunto individual, afecta al grupo más próximo. A la vez que se modifican el rol y el estatus del enfermo, se trasforman las relaciones entre los distintos miembros del grupo familiar; además, se cambian los hábitos de comportamiento y los ritmos de toda la familia.
En ocasiones, la situación económica y hasta la distribución de los espacios de la vivienda se ven alterados. Los padecimientos de un familiar afectan al estado de ánimo de los que le rodean y, con frecuencia, a sus relaciones. A veces, ante la crisis, se puede producir un incremento de los vínculos afectivos, de la solidaridad grupal, del sentimiento del "nosotros" y, en definitiva, de la cohesión social.
En otros casos, la preocupación, el estrés, el cansancio, la tensión, la angustia, pueden propiciar los desacuerdos y el conflicto. La enfermedad nos hace reflexionar. La crisis nos hace ver el mundo de otra manera. La pérdida de la salud, el fallecimiento de un ser querido, las rupturas vitales, provocan que toquemos tierra.
El golpe, el dolor, nos despierta. Es decir, la crisis puede constituir una oportunidad para distinguir entre lo importante y lo accesorio. Habitualmente vamos tan deprisa, nos creemos tan poderosos y los monstruos del consumo de masas y de la competitividad social nos engañan tanto que perdemos el norte. Por eso, cuando de verdad nos toca el sufrimiento comprendemos que la mayor parte de los asuntos que nos preocupaban son insignificantes, que lo que pensábamos que constituían metas importantes carecen de importancia y que muchos de los que creíamos conflictos gigantescos sólo son molinos.
El enfermo necesita y demanda una ayuda profesional y, además, el calor de sus seres queridos. La contribución de estos es, por tanto, fundamental en el proceso de curación e integración social del paciente. Todos lo sabemos: el analgésico es muy importante, pero agarrar la mano de la persona que sufre también lo es. Por otra parte, los cuidadores también deben ser cuidados, respetados y amados.. En verdad son unos héroes.

11/23/2011

Familia: ¡Al rescate de los mayores!

Algunos cambios sociales y las condiciones actuales de vida han limitado la función de los mayores dentro de la familia. Gracias al aumento de la longevidad, actualmente hay más personas que nunca con posibilidad de ser mayores, y de serlo por más tiempo.
Los mayores ocupan un lugar destacado en la vida de los más jóvenes. Para un joven, sólo los padres están por encima de los mayores en la jerarquía del afecto.Las personas mayores son como "libros vivientes y archivos de la familia". Transmiten experiencia a sus familiares más jóvenes y les inculcan valores.
Esta función es especialmente importante en la actualidad, ya que, los mayores están en condiciones de ayudar a comprender principios hoy olvidados con demasiada frecuencia, y sin embargo esenciales para una buena vida familiar. Y se aprende más de diez personas mayores que de diez expertos en temas familiares.
En particular, los mayores pueden ser excelentes transmisores de la herencia de los valores y símbolos vivientes de la tradición y de las trascendencias. La exaltación de la juventud como valor en sí mismo ha llevado a un cierto menosprecio de los mayores.
El culto acrítico a las novedades crea el prejuicio de que por boca del familiar mayor habla un pasado caduco, más que la experiencia y la sabiduría, por lo que sus opiniones son menos tenidas en cuenta. Esto es, en ocasiones, tan general y notorio, que muchos mayores renuncian a dar consejos a sus familiares más jóvenes.
En consecuencia, los mayores de hoy tienen menos autoridad e influyen menos en la formación de los jóvenes. Los miman, pero no los educan como en otros tiempos, ni tienen la misma facilidad para inculcarles verdades espirituales y morales.
Otro hecho que favorece la marginación del mayor es la creciente tendencia a transferir a instituciones especiales la responsabilidad de cuidar de los ancianos, que tradicionalmente ha corrido a cargo de la familia. Para que los mayores vuelvan a ocupar el lugar que merecen, es preciso reformar los sistemas de seguridad social, de modo que las familias contribuyan más al cuidado de sus mayores en forma directa.
El mal estado financiero de la seguridad social en muchos países puede hacer que, en el futuro, esta opinión se convierta en un imperativo. De todas formas, no es una cuestión meramente económica.
Si la familia numerosa sigue siendo una rara avis, resultará difícil que los ancianos pasen del asilo al hogar familiar. El fondo del problema, está en los mismos factores sociales, espirituales y culturales que perjudican a la familia en general. Los mayores, deben renunciar a la extendida aspiración de disfrutar de un cómodo retiro lleno de diversiones y de viajes de placer.
Por el contrario, tienen la posibilidad de llenar los últimos años de su vida con una tarea más útil y satisfactoria: dedicarse a sus familiares más jóvenes. Conviene también apagar más a menudo la televisión y el video para que los jóvenes puedan escuchar historias narradas por los mayores.
Hay que hacer un sitio a los mayores en los planes familiares, para que compartan con los jóvenes las vacaciones, los días de fiesta, y la asistencia a actos de culto. Y, aunque esto suponga un sacrificio, la familia misma debe ocuparse directamente del cuidado de los mayores ancianos, sin recurrir a la residencia o al hospital salvo cuando no quede otro remedio.
Desde cierto punto de vista, hoy los mayores son más necesarios que nunca. Su ayuda puede ser especialmente valiosa para los jóvenes. Pero los mayores son un eficaz complemento de la tarea educativa de los jóvenes. La asignatura que imparte el mayor no se enseña en ningún otro sitio.

Solo Quiero vivir y ayudar a vivir a mis hermanos

(Esta carta la pudo escribir cualquiera de esos centenares de Emigrantes, que son deportados, después de jugarse la vida en las pateras, con el solo objetivo de poder ayudar a los suyos.)

Señoras y señores de la sociedad española:
Me obligan a regresar a la fuerza al país de donde he venido. No me ha dado tiempo a decirles lo que me ha empujado a emprender este largo y penoso viaje, durante el cual han muerto muchos de mis compañeros de infortunio. Pensaba contárselo en persona, una persona que muestra sobre sí los rastros de los malos tratos y de los sufrimientos de un pueblo oprimido y explotado.
Pero este muro que ha sido levantado entre ustedes y yo hace imposible cualquier encuentro verdaderamente humano entre nosotros y nos obliga a mirarnos desde lejos como el perro y el gato, aunque todos somos ciudadanos del mismo mundo. Este muro de separación en forma de alambrada que ahora separa África de Europa simboliza la falsedad de la relación que han creado nuestros gobernantes entre el Norte y el Sur.
Pero este muro de separación refleja la falsa relación en la que las materias primas que vienen del Sur y los productos acabados del Norte, entre ellos las armas, pueden circular, pero no los hombres. En nuestras tierras las multinacionales siembran la muerte y el desarraigo y quieren crear un campo de ruinas en el que sólo haya materias primas, bosques y animales salvajes, para el placer de los turistas. Es el único medio que me queda para que sepan todo lo que sufrimos en África y las causas que producen esos sufrimientos.
Sé que los medios de comunicación quizás no se harán eco de mi voz, ni los políticos hablarán en sus reuniones sobre los derechos humanos, porque en el fondo, mi vida y la de todos los pobres del mundo no cuentan para ellos. Soy africano.
Vengo de un país empobrecido, un país que ha sido saqueado por las multinacionales occidentales desde hace varios siglos y que ha sufrido guerras atroces, a menudo presentadas como guerras civiles; pero, en el fondo son guerras económicas montadas con el único objetivo de saquear nuestros países y enriquecerse, al igual que los dirigentes africanos, desgraciadamente al precio de la muerte de millones de mis hermanos y hermanas.
¿De verdad no podemos construir otro mundo en el que cada persona pueda vivir en paz? Somos víctimas de un empobrecimiento continuo, organizado desde Occidente, y ejecutado a menudo por medio de nuestros propios dirigentes al servicio de las multinacionales. Son estas guerras de la que yo huyo y de la miseria que han engendrado en mi país. Quiero sobrevivir y ayudar a vivir a mi familia que se ha quedado en África.
No quiero morir como una rata atrapada en un incendio. Lo que deberíamos comer, lo que debería ayudarnos a desarrollar nuestros países, va a Occidente, bien para pagar las deudas que no hemos contraído nunca, bien para comprar armas que nos matan y nos amputan los miembros.
Por eso, nos encontramos en una situación tal que no podemos ni cultivar nuestros campos, ni dormir tranquilamente, ni pensar en el futuro de nuestros hijos y de nuestros hermanos. Todo lo que producen nuestros países sirve a los intereses de las multinacionales apoyadas por los gobiernos europeos y americanos y por nuestros propios gobiernos, mientras nosotros nos morimos de hambre. En nuestros países, la muerte se ha convertido en un hecho banal.
Se ve morir de hambre a los niños día tras día de pequeñas enfermedades que podrían curarse fácilmente con un poco de dinero... Como pueden imaginarse, es muy doloroso ver morir a un niño entre tus brazos, como me ha ocurrido a veces; o haber visto morir a mi padre de una malaria sin importancia que se curaría con pocos medios en cualquier centro de salud.
Ustedes ven hecho parecidos en televisión; nosotros por desgracia, nos codeamos con estos horrores todos los días, e incluso entre estas víctimas se encuentran nuestros propios familiares. Me siento perdido; me siento inútil, inexistente, como si no tuviésemos ningún valor a los ojos de este mundo...
Mientras tanto, pienso en mi país, en todas las riquezas naturales que tenemos. ¿Qué riquezas?, me pregunto. ¡Todo lo que hay en nuestros países no nos pertenece! Díganme, señoras y señores de la sociedad española, ¿qué mal hemos hecho para merecer esta suerte?
Dios sabe que no soy ni un ladrón ni un bandido; soy simplemente el grito de una víctima, que quiere vivir con el sudor de su frente. Quiero vivir y ayudar a vivir a mis hermanos. ¡Sólo pido eso!

¿Cuándo será el fin del mundo?

Son inquietudes de todos los tiempos. Inquietudes que pueden disimularse, que pueden hacerse a un lado tratando de ignorarlas, pero que siempre estarán retornando una y otra vez con insistencia. Hacemos obras grandiosas y después nos enorgullecemos, nos asombramos y nos sentimos inmortales. Como la torre de Babel, nos sentimos más grandes que Dios... pero todo esto va a pasar y al final no quedará piedra sobre piedra.
Nuestro País es rico en monumentos y no dejamos de asombrarnos por sus construcciones imponentes, con sus disposiciones y belleza. Sin embargo mientras más admiramos las grandezas, más parece asombrarnos la incógnita sobre las razones de su desaparición. Hay muchas teorías pero ninguna parece satisfacer nuestra curiosidad. ¿Qué pensarán las generaciones venideras sobre nuestros aires de grandeza y nuestra pretensión de inmortalidad?
No somos eternos, somos polvo que hoy es y mañana no existe. ¿Por qué entonces tanto orgullo y tantas seguridades? Muchas veces se nos olvida que somos peregrinos y nos atamos a las cosas como si nunca las fuéramos a dejar, nos esclavizan y condicionan. Necesitamos recuperar nuestro sentido de peregrinos en esta vida y prepararnos para la futura morada.
Es cierto que no sabemos ni el día ni la hora, pero también es cierto que el final llegará y tendremos que estar preparados. Si hoy fuera para nosotros el último día, ¿cómo lo vivirías? ¿Por qué no vivirlo así? ¿Qué cambiaríamos si supiéramos que hoy sería nuestro último día? ¿Qué espero yo al final de mi vida?

¿Qué epitafio me gustaría que pusieran en mi tumba? ¿Lo que estoy haciendo me está llevando a eso que espero? A veces me he puesto a imaginar las terribles escenas que nos cuentan los libros apocalípticos. Si nuestros días están contados, si no somos eternos, si estamos de paso ¿por qué no vivir con despego y libertad frente a los bienes del mundo? ¿Por qué nos limitan tantas ambiciones? Nuestras obras se pondrán en una balanza, que tiene como gran finalidad medir nuestras obras a favor de los más necesitados. El juicio que nos hagan será sobre lo que hayamos hecho por las personas de los pequeños e insignificantes. ¿Cuánto pesarán esas obras, que parecen desconocidas, hechas a favor de los que no cuentan a los ojos del mundo?. Nuestras posesiones, ¿a manos de quién va a parar cuando muramos? ¿Valdría la pena todos los sacrificios que por ellas hemos hecho?

11/22/2011

Hemos sido elegidos para Amar

Quien ama al otro no le miente, no le roba su cariño, no le mata el alma... La ley del amor engloba todo el bien que podemos hacer y el que hacemos a los demás.
No es un slogan publicitario. Es la razón y el objetivo de nuestra creencia en la Familia.
Los cristianos hemos sido elegidos para dar testimonio del mandamiento del amor en medio de un mundo que vende y compra el amor a cualquier precio de rebaja y lo convierte en artículo de consumo. En un mundo donde reina el egoísmo, el odio entre hermanos, Familiares, amigos, las guerras que matan y destruyen, el hombre que destroza tantas vidas, es necesario que se anuncie, se haga conocer y se dé testimonio del amor.
En nombre del amor en sus distintos niveles se han cometido todo tipo de barbaridades. Vivimos en el mundo donde se nos invita a centrarnos en el yo de una manera egoísta y cerrada. El yo que quiere ser uno mismo sin tener en cuenta a los demás. El yo que quiere imponerse. El yo que quiere surgir caiga quien caiga.
Hoy el prójimo está eclipsado por el "yo". No es malo que nos detengamos ante nuestra propia realidad, que nos examinemos interiormente con frecuencia, y que mantengamos ese tan necesario diálogo interior con nosotros mismos.
Tenemos que dedicarnos tiempo al "yo", pero que no nos absorba totalmente. Las personas que viven excesivamente pendientes de sí mismas tarde o temprano caerán en neurosis y angustias de todo tipo. El ser humano está llamado a mirar y vivir en su exterior para completarse en su interior.
El amor borra las distancias y establece la igualdad que es la condición de la amistad. Hemos escogido el amor, para que nos amemos unos a otros, no para discutir, pelearnos, criticarnos... Esta relación amistosa no es para que nos convirtamos en personas obsesivas, llenas de trampas interiores.

11/16/2011

No debemos separar fe y justicia.

“Cuando doy de comer a los pobres me llaman santo, pero cuando pregunto por qué hay tantos pobres, me llaman comunista.”
En torno a la mesa se pueden hacer confidencias sobre los miedos, sobre los sueños, sobre las esperanzas. El dinero, el poder, las venganzas, no son el camino más fácil para ser justos.
Hace poco una entidad bancaria que estaba fallando recibió miles de millones de Euros del gobierno Español. ¡En lugar de cubrir todas las deudas los líderes de la compañía se pagaron a sí mismos aguinaldos! A los codiciosos, los que desean impartir justicia, instan que se preocupen por las necesidades de los pobres.
“Si eres juez, no hagas injusticias, ni en favor del pobre ni del rico. Con justicia juzgarás a tu prójimo”. “Los jueces examinarán minuciosamente, y si resulta que el testigo ha dicho una mentira, acusando falsamente a su hermano, le impondrán a él la pena que pretendía imponer a su hermano. Así arrancarás el mal de en medio de ti, porque los demás al saberlo temerán y no cometerán cosas semejantes”.




“Los que hacen condenar a otro porque saben hablar y les meten trampas a los jueces a la puerta de la ciudad, y niegan, por una coma, el derecho del bueno” .
“¡Ay de ustedes, que transforman las leyes en algo tan amargo como la hiel y tiran por el suelo la justicia!
Ustedes odian al que defiende lo justo en el tribunal y aborrecen a todo el que dice la verdad” “Yo sé que son muchos sus crímenes y enormes sus pecados, opresores de la gente buena, que exigen dinero anticipado y hacen perder su juicio al pobre en los tribunales”.




“¿Galopan por las rocas los caballos o se ara el mar con bueyes, para que ustedes cambien en veneno el derecho o en ajenjo las sentencias del tribunal? . “Los creyentes han desaparecido del país, y entre sus habitantes no se encuentra ni siquiera un hombre justo. Sus manos son buenas para hacer el mal: el príncipe es exigente; el juez se deja comprar; el poderoso decide lo que le conviene.
Su bondad es como cardo, su honradez peor que una hilera de espinos”. “Cuando se haya terminado la opresión, haya desaparecido el tirano, y se hayan alejado los que aplastan el país, entonces, el trono tendrá como base la dulzura y en él se sentará con confianza, bajo la carpa de David, un juez amante del derecho, y dispuesto a hacer justicia”.
“El Señor es un juez que no toma en cuenta la condición de las personas; él no se deja influenciar por la situación del que perjudica al pobre…; no desoye la súplica del huérfano ni de la viuda cuando cuenta sus penurias”. “¿Hasta cuándo serán jueces injustos, que sólo favorecen al impío?
Denle el favor al huérfano y al débil, hagan justicia al pobre y al que sufre, libren al indigente y al humilde, sálvenlos de las manos del impío”. “Son los ricos quienes los aplastan a ustedes y los arrastran ante los tribunales”. Por consiguiente, todos los que pretendemos creer en el amor con sinceridad, de ninguna manera debemos separar fe y justicia.
La fe en el amor verdadero lleva siempre a la justicia, a todos sus niveles. Una fe que lleve a cometer y justificar injusticias no es sino mera idolatría. Maldito el que tuerce la justicia; maldito de Dios y maldito del pueblo. Dios quiere “que la justicia sea tan corriente como el agua, y que la honradez crezca como un torrente inagotable

Seamos ejemplo de vida

El ser humano, privado de su dimensión trascendente, se vuelve sobre sí mismo y se queda solo. Solo, con otros individuos solos. El hombre no se basta a sí mismo para satisfacer los deseos de plenitud y felicidad que anhela su corazón. Cualquier reducción que se le practique lo deforma y deshumaniza.
Mutilado en su trascendencia, el hombre se vuelve incapaz para establecer relaciones duraderas. De este modo, los individuos se convierten en una especie de mareas humanas que buscan consumir, satisfacer y distraerse. Nos preocupa percibir estos síntomas entre nuestros adolescentes y jóvenes e inclusive en niños.
La violencia, que genera inseguridad, es una consecuencia de esa falta de horizontes. Cuando el ser humano no encuentra el camino para responder a sus anhelos más profundos de humanización, se vuelve violento. Esa agresión la dirige contra sí mismo por medio de alguna adicción que lo termina destruyendo; o contra otros, a quienes despoja de lo que son y de lo que tienen.
Hace poco escuché decir a una madre de familia, con hijos adolescentes, que la prueba de amor más grande que los padres pueden dar a sus hijos hoy son los límites. Pero hay que añadir inmediatamente que esa propuesta vale tanto para los padres como para los hijos y que todo límite debe servir para crear espacios y condiciones para un mayor acercamiento, diálogo y encuentro.
Nuestra Iglesia está más preocupada por el qué dirán y por su imagen, que por hacer una verdadera revolución de cambio en su propio comportamiento de vida privada, pues no se da por enterada de la necesidad de ningún cambio que debe entrar por casa primero, pues permite toda clase de herejías contra la Fe, de los propios consagrados, y no hay un cambio hacia una conversión de quienes gobiernan nuestra Iglesia.
¿Cómo pretenden que la sociedad cambie si ellos no cambian? ¿Creen que con comunicados cambiarán los comportamientos de quienes no escuchan ni respetan a la Iglesia que son la mayoría de las personas? ¿Es que no se dan por enterados que cada día que pasa van perdiendo protagonismo en la vida de los creyentes y de los que un día creyeron?
Hace falta mucho más que comunicados, para salvar a este mundo, lo triste es que luego de la emisión de estos comunicados y de oír las adulaciones de los fieles que los rodean, que son muy pocos, los comisionados, en su mayoría, vuelven a sus oficios seculares (sociales, políticos, económicos y administrativos), olvidándose del grave peligro que enfrenta nuestra sociedad en todos los frentes de batalla espiritual,¡como si por un comunicado bien redactado las cosas fueran a cambiar!

11/15/2011

Que el pan sea para todos los hermanos

Las noticias sobre la falta de alimentos son cada vez más frecuentes y más alarmantes. Pero por otra parte vemos en la vida ordinaria las grandes procesiones hacia los centros comerciales, los grandes almacenes que diariamente desperdician toneladas de alimentos, al igual que en la mayoría de los restaurantes. Y así se suceden al mismo tiempo una serie de imágenes de hambre extrema junto a otras de desperdicio y hartazgo.
Bastaría acercarse a los basureros para comprobar las incongruencias de una sociedad desequilibrada y loca: allí aparecen tiradas todas las cosas que unos ya no quieren, a veces sin ni siquiera haberlas estrenado, pero también allí aparecen los pobres y los hambrientos que buscan entre los desperdicios algo que les pueda ser útil. La imagen del niño buscando comida en el bote de basura, es un insulto a la conciencia de toda la humanidad. Nos olvidamos muchísimas veces que el pan compartido es fuente de fraternidad.
No se puede despedir con hambre al hermano, no se puede dar la espalda a quien no tiene que comer… El alimento repartido es signo de amor. En nuestra sociedad estamos acabando con los bienes no renovables y estamos destruyendo la madre naturaleza, pero en beneficio de unos cuantos. No podemos decir que a nosotros no nos toca; no podemos escudarnos en que ningún alimento es suficiente; no podemos tragarnos nosotros solitos lo que es de todos.
Hoy también nosotros tenemos que asumir nuestra responsabilidad, personal y colectiva, para buscar soluciones que lleven alimento para todos. Organizando, compartiendo, sintiéndonos hermanos, se pueden encontrar nuevas soluciones. Es nuestro deber, defender la propuesta de que el pan sea para todos como hermanos.

Los padres tiene que saber lo que hacen sus hijos

Lo triste de hoy día, es que los padres salen a actividades que pueden compartir, separados del resto de la familia, no cultivando la riqueza de la vida en común, de la grata compañía de los seres queridos, no dando continuidad a esa forma de ser durante el noviazgo, cuando queremos involucrar a nuestra pareja en todo y no queremos estar en ningún instante separado.
La preocupación por los hijos decae cada vez más, ellos salen y no hay preocupación por saber lo que hacen, entonces luego nos encontramos con sorpresas sobre lo que aprenden fuera de casa que no siempre es de buena orientación, cuantos niños se ven abandonados en las calles, cuantos padres no saben lo que sus hijos hacen, parece que muchos y esta irresponsabilidad esta trayendo graves consecuencias en la formación, y lo peor es que los hijos al ver que a sus padres no les importa ni lo que piensan, toman actitudes rebeldes difíciles de controlar.
Estamos siendo testigo de una de las situaciones más tristes del ser humano, la peor pesadilla y la mas dolorosa, esta es la agonía de la familia, y lo más increíble son las soluciones que le estamos dando, que lo único que hace es aumentar la pena y el sufrimiento angustioso de todos sus miembros. Si fuéramos capaces de mirar como ha tratado Dios a la familia, y seguir ese modelo familiar en forma consecuente, podríamos recuperar la salud del matrimonio y ser testigo del fin de la angustia y el temor de muchos hombres, mujeres y niños.
Las escuelas entregan la instrucción educacional de un niño, pero los ejemplos de cómo vivir en el amor se aprenden en la familia, con respeto de los padres a los hijos y estos a sus padres, que son nuestro prójimo mas inmediatos.En efecto, en la familia nace y reside el más apropiado sitio para aprender todos los buenos valores con los cuales ha de vivir alguien que ama a Dios, entonces la organización social de los hombres tiene su sitio mas importante en la familia, allí el amor enseña la diferencia de lo bueno y lo malo con lo cual se enfrentará el hombre en el ambiente externo, en una unión matrimonial fuerte se implanta desde muy temprana edad firmemente los valores con los cuales los hombres aprenderán a convivir en forma armoniosa en la sociedad.

Seamos honestos con los Jovenes


La honestidad, el valor para mostrar la verdad y el ejemplo serán importantísimos a la hora de educar. No se puede educar enseñando una cosa y haciendo otra. No se admiten componendas a la hora del peligro. La honestidad a de ser un reto para todos los padres de familia, para todos los sacerdotes y catequistas, para todos los maestros y educadores: se educa con el ejemplo más que con la palabra. En la educación no podemos dar por perdidos ni espacios ni personas.

Todos debemos enseñar más que los “simples” contenidos de una materia determinada, enseñar formas de vida, para que nuestros Jóvenes puedan encontrar un sentido a todo cuanto realicen. Debemos enseñar con el ejemplo, no somos seres perfectos, somos seres humanos, y por lo tanto, tendemos a cometer errores, pero como personas adultas, y con un sentido de vida un poco más concreto, debemos demostrarles que de estos errores uno aprende para toda la vida.
Los adultos somos el espejo donde los niños se ven reflejados. Padres, hermanos, abuelos, tíos, primos… todos tenemos una responsabilidad más seria de lo que parece. El futuro depende de las generaciones venideras y el progreso de un país, en gran parte, viene determinado por la educación que reciben sus habitantes.
La solidaridad, la empatía y la honradez facilitan la convivencia y permiten vivir en un entorno auténtico y agradable acorde con lo que en realidad todos necesitamos: amor. Sin amor no podemos vivir. Es el oxígeno que alimenta nuestro espíritu y prescindir de él supone caer en la más absoluta infelicidad y frustración.
“El comportamiento de los niños es un reflejo del de los adultos. Examina qué te impide amarte y disponte a liberarte de ello. Serás un maravilloso ejemplo para tus hijos”. Es un buen método para hacer autocrítica y definir qué aspectos de nuestra personalidad podemos mejorar, a la vez que intentamos inculcar valores y principios a nuestros pequeños.
Todos tenemos uno o varios cometidos que pueden variar en función de nuestros gustos y aficiones, pero hay uno que todos deberíamos tener en común: sembrar una semilla que germine y extienda sus raíces a nuestro entorno más próximo (especialmente a los niños) para transmitir calidad humana y, por ende, participar en el proceso de mejora de la sociedad actual. Si cada uno de nosotros lo pusiera en práctica, nos sorprenderíamos gratamente del cambio que experimentaríamos.

11/14/2011

Compartir la mesa, es nuestra meta

Todos hemos sentido en determinados momentos la decepción de un ideal o de unas propuestas que creíamos que eran solución y única verdad. Pero después cuando aparece la adversidad y el fracaso, cuando tenemos que cambiar nuestros criterios, cuando aparece las adversidades, nos desilusionamos y corremos el riesgo de abandonar todo: el ideal, el esfuerzo y la propia comunidad. ¿Por cuáles caminos he hecho caminar mis fracasos y mis tristezas? ¿Qué proyectos he abandonado porque, siendo buenos, no resultaron de la forma que yo lo esperaba? ¿He abandonado mi lucha por la verdad porque he encontrado mentiras?
No podemos quedarnos insensibles y fríos. Hoy también encontraremos en el camino hombres y mujeres que un día lo iniciaron con ilusión y que hoy han perdido toda esperanza. Los emigrantes que soñaron con unos euros que vinieran a liberarlos de las deudas, del hambre y de la necesidad; los jóvenes que se ahogan en la desesperanza porque no encuentran ni trabajo ni posibilidades de estudio, que ven limitada su vida a ir sobreviviendo y pierden toda ilusión y son fáciles víctimas de la droga, del narcotráfico, de la desidia e indiferencia.
Los matrimonios que en medio de fiestas y promesas esperaban encontrar una felicidad fácil y que retornan solos… hay tantos que vagan solitarios por el camino. Hay muchos “discípulos” que son de los nuestros, que quisieron vivir nuestra fe y que después se han quedado sin ilusión, sin alegría, sin Dios. Y es nuestro compromiso llevar la noticia de la vida y anunciar la resurrección.
No podemos predicar un evangelio mocho que termina en la muerte y el fracaso; no podemos anunciar un evangelio fácil que solamente tiene aleluyas y milagros. Proclamamos un evangelio que da vida pasando por el dolor y el sufrimiento de la entrega a los pobres.
Nuestro anuncio y nuestra proclamación deben ir acompañados de gestos que comprometan nuestra vida, necesitamos ser pan que se parte, que nutre, que fortalece, que llena de esperanza. Al emparejar el paso con el que sufre y en una mesa compartida nace la fraternidad.

Señor Jesús, que te haces compañero de camino, que alientas los corazones tristes, que te haces pan partido, que das ilusión y esperanza, llena nuestro corazón con la alegría de tu Resurrección y concédenos encontrarte en el camino de cada hombre y de cada mujer, y compartir con ellos nuestro pan y nuestra esperanza.

11/13/2011

Consigamos una verdadera justicia

Qué tristeza encontrar vagando por nuestras calles la fuerte e inteligente juventud desperdiciando su tiempo y sus esfuerzos, reducidos a los tristemente llamados “ninis” porque no encuentran oportunidad ni para estudiar, ni para trabajar, ni para desarrollar sus estupendas cualidades. La riqueza de nuestras familias, perla preciosa de nuestra sociedad, que ahora se desmoronan y se desperdician, golpeadas por el individualismo, por el mercantilismo y por un hedonismo que destroza todo sentido humanitario.

Los niños y los adolescentes que gastan horas y horas en sus salones de clases pero que muy poco aprenden de los valores de la vida, del amor a la verdad y de la búsqueda de la justicia. Con dolor comprobamos que no solamente están escasos de conocimientos básicos, sino también se encuentran vacíos de valores.

El potencial de los medios de comunicación, radio, internet o televisión, que poseen una fuerza extraordinaria para educar, enseñar, propiciar un verdadero descanso y aprecio de la vida, y que se han convertido en una sarta de programas estúpidos, insulsos y mediocres recurriendo a las escenas morbosas o las palabras soeces para poder atraer más clientela.

Círculo vicioso: al público lo que pida pero primero le enseñamos a pedir porquerías. Podríamos decir que el gran pecado que nos está ahogando es el de omisión: tenemos muchas cualidades, posemos los suficientes espacios, pero no actuamos con honestidad y con responsabilidad.
Ahora debaten los candidatos a la presidencia del gobierno, y son muchos los que se preguntan: ¿qué han hecho nuestras autoridades para construir una España, justa y que mire por los más necesitados? ¿Dónde han quedado los buenos propósitos y las promesas de campaña? No es gratuita la indiferencia y la apatía con la que muchos de los ciudadanos miran las elecciones. No se han hecho producir los talentos que el pueblo, o que el Señor, ha puesto en sus manos. Cobardemente han escondido los tesoros y han dejado podrir los talentos.

Por temor, por apatía o por ambición, y después se tienen las mismas excusas para disculpar el torpe manejo. Siempre echando la culpa a otros o a las circunstancias, siempre apareciendo limpios. Baste repasar los discursos de las campañas para darnos cuenta de que hay mucha riqueza que los otros han dilapidado y que los nuevos aspirantes prometen transformar en vida, para dentro de unos cuantos años presentar los mismos resultados.
Pero no sólo las autoridades civiles, todos los que tenemos alguna responsabilidad frente a la comunidad, frente a la familia, frente a los grupos, hemos desperdiciado las oportunidades y nos hemos quedado paralizados de miedo.
Los padres de familia que no se atreven a proponer verdaderos ideales a sus hijos y prefieren seguir el borreguismo que el sistema propone; los maestros que no se arriesgan a formar verdaderos ciudadanos; los líderes obreros y sindicales que prefieren sus ganancias substanciosas a la verdadera justicia; los pastores y sacerdotes que no se arriesgan a presentar el Reino en toda su verdad y se contentan con unos cuantos fieles adormilados.
Es el pecado de la cobardía, de la omisión, del pasivismo, que está ahogándonos e impidiendo verdaderos frutos. También hay servidores honrados, Creo que ahora me puse demasiado pesimista, también hay personas que han tenido la inteligencia, el compromiso y osadía de arriesgarlo todo. Que se han comprometido y que han sabido producir y comprometerse con los más necesitados.
Hay Personas que no se acobardan y que entregan su vida en la búsqueda de sus ideales, que hay líderes que asumen con toda dignidad su papel y se entregan arriesgando su propia vida, que hay pequeños y quizás desconocidos protagonistas que están sembrando en este mismo momento semillas de esperanza.

11/10/2011

La vida es demasiado corta ¡Vivámosla!

¡Con el tiempo uno se da cuenta!....

CARTA DE UNA ABUELA


"Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma; y uno aprende que el amor no significa acostarse y que una compañía no significa seguridad, y uno empieza a aprender... Que los besos no son contratos y los regalos no son promesas, y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos, y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes... y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad.

Y después de un tiempo uno aprende que si es demasiado, hasta el calor del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma, en lugar de esperar a que alguien le traiga flores. Y uno aprende que realmente puede aguantar, que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale, y uno aprende y aprende... y con cada día uno aprende.

Con el tiempo aprendes que estar con alguien porque te ofrece un buen futuro significa que tarde o temprano querrás volver a tu pasado. Con el tiempo comprendes que sólo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad que deseas.

Con el tiempo te das cuenta de que si estás al lado de esa persona sólo por acompañar tu soledad, irremediablemente acabarás deseando no volver a verla. Con el tiempo entiendes que los verdaderos amigos son contados, y que el que no lucha por ellos tarde o temprano se verá rodeado sólo de amistades falsas.

Con el tiempo aprendes que las palabras dichas en un momento de ira pueden seguir lastimando a quien heriste, durante toda la vida. Con el tiempo aprendes que disculpar cualquiera lo hace, pero perdonar es sólo de almas grandes. Con el tiempo comprendes que si has herido a un amigo duramente, muy probablemente la amistad jamás volverá a ser igual.

Con el tiempo te das cuenta de que aunque seas feliz con tus amigos, algún día llorarás por aquellos que dejaste ir. Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible."

Uno va por la vida tratando de dibujarse. Mientras se desdibuja frente a los demás. Uno va por la vida arrancándole tiempo al reloj. Persiguiendo momentos que no han llegado. Y añorando los minutos que no regresaran. Uno va por la vida caminando. Algunas veces sin tiempo para apreciar una calurosa tarde de mayo o un lluvioso atardecer invernal. A veces sentimos que no tenemos mucho tiempo.

Aunque el tiempo es nuestra vida nada más. Uno llora y las lágrimas queman. Las tristezas a veces envenenan pero después de todo volvemos a reír con la tontería más absurda de todas o con el detalle más especial. Uno odia, Uno perdona, Uno olvida y vuelve a recordar. Uno va por la vida creyendo que todos los sueños se pueden hacer realidad hasta que se da cuenta que muchos mueren en el intento pero dejan lecciones para seguir adelante.

Uno se da cuenta que un mañana construido de sueños no es un mañana sino un sueño más. Y hay que seguir adelante ante la adversidad con el tiempo uno aprende a levantarse cada vez que cae repentinamente Uno se da cuenta que no siempre abra una mano para levantarnos o un peldaño que nos ayude a avanzar un poco más. Uno va escribiendo su propia historia llena de errores ortográficos y momentos de horrores ideográficos y no hay tiempo para corregir y borrar ya no se puede recapitular.

Uno va por la vida viviendo o muriendo dadas las circunstancias casi todo es igual. Uno va por la vida corriendo O huyendo pero a veces no disfruta el caminar y deja pasar instantes bellos Ignorándolos mientras sigue queriendo encontrar algo que no se sabe si existirá. Uno va caminando tratando de aferrarse a cosas que ya no están cosas que fueron otras que no fueron Y otras que se fueron sin ver hacia atrás.

Uno se descubre un día frente al espejo con huellas del paso del tiempo incrustadas en cualquier lugar con la mirada cansada con la ropa arrugada pero si uno todavía sonríe nada puede estar malo en realidad Uno se enamora se hace heridas innecesarias a veces y otras veces también está del otro lado y hace daño sin quererlo pero tal vez siente que es un poco más justo de lo que alguien pudo ser ayer.

Uno no entiende que la soledad es ese espacio que uno mismo se construye por creer que alguien más lo debe llenar. Uno aprende a estar solo y escuchar al silencio con todas sus ganas de hacernos recapacitar. Uno va por la vida tratando de dibujarse mientras se desdibuja frente a los demás. Uno se sorprende muchas veces en la vida. Luego Uno tal vez se queda o se enamora y empieza a irse otra vez mientras sigue queriendo encontrar su lugar solo o quizá con alguien en especial.

11/09/2011

Una mesa de Fraternidad, para todos

No podemos dejar de pensar en todos estos hermanos y hermanas que viven en la extrema pobreza. Quedan excluidos de la sociedad, no son tomados en cuenta, sino sólo en momentos de elecciones o cuando necesitan apoyo los grupos políticos. Están fuera de la sociedad. Se encuentran no sólo en nuestro pueblo de Zafra, sino en todas las partes del mundo. La mesa del rico Epulón cada día es más grande, tiene más manjares, más sofisticados, pero tiene menos comensales, y la cantidad ingente de Lázaros tirados a la puerta del nuevo sistema es cada día más grande.
Este gran abismo que se va creando entre pobres y ricos, ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y opresión, sino de algo nuevo: la exclusión social. Con ella queda afectada la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está abajo, en la periferia o sin poder, sino que se está afuera. Los excluidos no son solamente “explotados” sino “sobrantes” y desechables”.
La sociedad conducida por una tendencia que privilegia el lucro y estimula la competencia, sigue una dinámica de concentración de poder y de riquezas en manos de pocos, no sólo de los recursos físicos y monetarios, sino sobre todo de la información y de los recursos humanos, lo que produce la exclusión de todos aquellos no suficientemente capacitados e informados, aumentando las desigualdades que marcan tristemente nuestro mundo y que mantiene en la pobreza a una multitud de personas. La pobreza es hoy pobreza de conocimiento y del uso y acceso a nuevas tecnologías. La pobreza hoy es exclusión, olvido y marginación.
Si no se piensa en hermanos, no se puede compartir la mesa. Sólo una mesa compartida es señal de hermandad. No se trata de dar migajas, ni acallar la conciencia dando desperdicios. No se trata de dar la vuelta al orden actual solamente para que los pobres aparezcan como nuevos “patrones” que opriman a otros pobres, sus hermanos. Se trata de crear un nuevo orden, un nuevo sistema, donde todos seamos hermanos.
Por eso, frente a esta inhumana globalización, sentimos una fuerte llamada para promover una globalización diferente, que esté marcada por la solidaridad, por la justicia y por el respeto a los derechos humanos.
Hay quienes cierran los ojos y ponen cortinas para no ver la realidad. O se escudan en que no pueden ellos cambiar el sistema mundial. Pero la transformación mundial pasa por las pequeñas acciones que hacemos cada uno de nosotros. Si nosotros no cambiamos el corazón, nunca podrá cambiar el mundo.
Muchos países se han propuesto lograr la llamada "Hambre cero", combatir el problema de las drogas, incrementar la alfabetización y eliminar la pobreza. Para alcanzar estos objetivos y reducir así la desigualdad entre quienes lo tienen todo y quienes carecen de bienes básicos como la educación, la salud y la vivienda, es fundamental la transparencia y honradez en la gestión pública que, frente a cualquier forma de corrupción, favorecen la credibilidad de las autoridades ante los ciudadanos y son determinantes para un justo desarrollo. Sólo con un corazón de hermanos podremos lograr una mesa para todos, una mesa de fraternidad.

11/08/2011

Ser amable sin ser débil

Para que todos entendamos, vivamos y hablemos el lenguaje del amor. Dejamos de entendernos y la corrupción ganó el corazón de los hombres. Queremos construir un mundo a espaldas del amor y así nos va.
Solo el amor salvará al mundo. Solo el amor salvará a España. Solo el amor salvará a Zafra. El respeto por la dignidad humana y de la vida humana, desde el momento de la concepción hasta el ocaso natural del hombre y en todo su recorrido.
El momento que vive nuestro país, necesita un nuevo Pentecostés, para que todos juntos realicemos la Civilización del Amor, que supere el egoísmo. Que no nos dejemos engañar por la cultura de la muerte, hagamos juntos la Cultura de la Vida. Si se menosprecia la vida en su comienzo, qué podemos esperar de todo lo demás. ¿Qué futuro tiene el amor en nuestro mundo, en el que por todos lados se asoma el odio?
Y sin embargo, sólo el amor podrá salvar al mundo. Aunque, claro, eso sí, dejándose matar por el odio. Es el triunfo de la víctima sobre su asesino. Es el patrón marcado por el misterio pascual. Cuando el odio mató al Amor y la muerte mató a la Vida, ambos se hirieron de muerte, y por eso pudimos ver “a la muerte, muerta”.. El cielo no es un premio que nos da el Amor, sino la participación plena en ese Amor. Amor, comprensión, escucha es lo que el mundo de hoy está pidiendo a gritos. ¿Sabremos responderle los discípulos del que murió en la cruz por amor?
El amor no pasa nunca. Solo el amor salvará al mundo, resolverá las enormes diferencias económicas, curará los enfermos, permitirá ayudar a los niños abandonados y muchas cosas más. Solo el amor podrá lograr todo esto porque no hay programas, proyectos ni acuerdos, hay vidas. La ausencia de amor en la sociedad ha sido la causa de tanta desdicha, de tanto dolor.
Sólo el amor, concebido como una fuerza creadora, integradora, individual y socialmente sustancial, puede salvar a este mundo. Y es que sólo con amor se construyen las relaciones entre los seres humanos que reivindican la dignidad, el derecho a seguir habitando este mundo, a permanecer más allá del tiempo y el espacio que ahora nos limitan.
"Debo ser fuerte sin ser rudo. Ser amable sin ser débil. Aprender con orgullo sin arrogancia. Aprender a ser gentil sin ser suave. Ser humilde sin ser tímido. Ser valioso sin ser agresivo. Ser agradecido sin ser servil. Meditar sin ser flojo. Por eso señor te pido... Dame grandeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, Gracia y abundancia para hablar. Dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar. "

Hay que tener FE

¿Quién no se ha sentido perdido en la oscuridad? ¿Quién no se ha sentido desconcertado ante los problemas graves de la vida? Cuando la vida tiene problemas, cuando las cosas no resultan como uno esperaba, cuando todo parece derrumbarse, con frecuencia nos sentimos como en un callejón sin salida o vagando en la oscuridad. ¿Cómo encontrar luz? Hay que tener fe.
Caminamos en tinieblas cuando nuestros objetivos son tan terrenos y mezquinos que nos oprimen el corazón. Caminamos en tinieblas cuando no somos capaces de mirar más allá de nuestro egoísmo. Caminamos en tinieblas cuando nos dejamos guiar por las venganzas y los odios. Caminamos en tinieblas cuando nuestros afanes son el placer y los vicios. Y entonces erramos el camino y perdemos el sentido de nuestras vidas.
Qué triste el vagar de muchos hermanos y hermanas que han perdido el sentido de la vida. Son frecuentes los intentos de suicidio y los escapes hacia el alcohol o las drogas, hacia la prostitución o al enajenamiento. Es difícil caminar cuando se ha perdido la esperanza, es triste tener que levantarse cuando se ha fracasado.

11/06/2011

Hoy puede ser tu mejor día

Si no sabes hacia dónde vas, nunca sabrás cuando llegarás” Es maravilloso, tener brazos perfectos, cuando hay tantos mutilados. Mis ojos perfectos, cuando hay tantos sin Luz. Mi voz canta, cuando hay tantas que enmudecieron. Mis manos que trabajan, cuando hay tantas que mendigan. Sentirse sano, cuando hay tantos que padecen. Maravilloso regresar a casa, cuando hay tantos que no tienen a dónde ir. Es maravilloso tener, hijos hermosos y sanos, un hogar donde nada falte y una madre que nos acompaña.

Es maravilloso amar, vivir, sonreír, soñar, cuando hay tantos que lloran, odian, sufren, mueren antes de nacer. Es maravilloso tener un buen amigo, para creer y en quien confiar, sentir su presencia, su amor, cuando hay tantos que no tienen el consuelo de esa amistad. Es maravillo, sobre todo, tener tan poco que pedir y tanto que agradecer. Éxito es una palabra que causa controversia en algunas personas, muchos lo anhelan y sin embargo se resisten a lograrlo porque piensan que no han nacido para ganar.

Se han vuelto conformistas y derrotistas con frases: “Nunca lo voy a lograr”, “Soy incapaz”, “Nadie me entiende”, “Quien se va a fijar en mi”, “No tengo dinero”, entre otras. El éxito no es suerte o magia del destino. Ahora no me confunda éxito con fama, dinero, poder, hay mucha gente que tiene eso pero no son felices. El éxito es más que eso, tiene que ver que al final de tu vida amaste a tu Familia, dejaste un legado y disfrutaste la vida al máximo.

Una pregunta que nos puede ayudar es: ¿Cómo seré recordado después que muera? La gente exitosa es aquella que ha aprendido a aplicar consistentemente las bases de la Familia en sus vidas y es aquella que ha descubierto su potencial para bendecir a otros mientras él también se beneficia. Uno de los pasos para el éxito es la fijación de metas.

Las metas son importantes, ellas le llevan al lugar donde quiere llegar. Muchos no se fijan metas porque no han aceptado aun la responsabilidad personal de sus vidas, y aun le temen al fracaso y al éxito. Estableciendo objetivos específicos, metas es un ejercicio poderoso. ¿Cuáles son nuestros sueños? ¿Hemos escrito nuestras metas? El escribir las metas es una de las tareas más importantes de motivación para ganar en la vida.

Algunas ideas que nos ayudaran a fijar metas:
1. Haga una lista de valores. ¿Qué es lo que más valora?
2. Haga una lista con todos sus sueños. Escriba todo. ¿Qué le gustaría lograr en la vida? ¿Qué experiencias desearía tener?
3. ¿Qué harías si tuvieras seis meses de vida. 4. Escriba sus metas para tres años, un año, tres meses y desarrolle un plan de acción para alcanzarlos.
5. Convénzanse. Muchas personas escriben sus metas pero no están convencidas de lograrlo.
6. Haga una lista de recursos disponibles. ¿Qué libros, seminarios, personas pueden ayudarle para alcanzar sus metas? Hay un precio que disfrutar.

“El éxito no se mide por los logros que tengamos en la vida sino por lo que hemos tenido que superar para llegar a donde estamos.”Usted va a funcionar mejor y será más feliz cuando se mueva en pos de metas. Prosiga al blanco…Hoy es el mejor día para empezar a fijar metas en nuestra vida. En amor y liderazgo, en el seno de la Familia.

Tuve hambre y no me distes de comer

... ¿Para qué te sirve ayunar y no alimentar de carne tu cuerpo, si con tu maldad das buenas dentelladas a tu hermano? Y ¿qué ganas ante Dios de no comer de lo tuyo, si le arrebatas injustamente lo suyo al pobre? ... Los cristianos han de tener la sensatez como guía, y el alma ha de huir de todo el daño que le pueda hacer la maldad. Porque, si nos abstenemos de carnes y de vino, pero nos hacemos culpables de faltas que nacen de nuestro propósito deliberado, os digo y os aseguro de antemano que no os van a servir de nada el agua y la dieta vegetariana, porque vuestro espíritu interior difiere de vuestra apariencia exterior...
Una muchedumbre de cautivos está llamando a las puertas de cada uno. No nos faltan forasteros y desterrados y por todas partes podemos ver manos que se nos tienden. La casa de estas gentes es el cielo raso. Su techo son los pórticos y las encrucijadas de los caminos y los rincones más desiertos de la plaza pública. Se albergan en los agujeros de las peñas, como si fueran murciélagos o lechuzas, visten harapos hechos jirones, sus cosechas son la voluntad de los que les alargan una limosna, su comida lo que caiga de la mesa del primero que llegue, su bebida es la fuente pública, como para los animales, su vaso el cuenco de la mano, su despensa los pliegues del vestido si es que no está roto y deja escapar todo lo que se le eche. Su mesa son las rodillas encogidas, su lecho el santo suelo, su baño el río... Y llevan esa vida errante y agreste no porque así lo hayan querido desde el principio, sino por imposición de la desgracia y la necesidad.
Socórrelos con tu ayuno. Sé generoso con estos hermanos víctimas del infortunio. Dale al hambriento lo que quitas a tu vientre. Modera con sabia templanza dos pasiones que son contrarias entre sí: tu hambre y la de tu hermano... No consientas que otros socorran al que está cerca de ti y se lleven el tesoro que estaba guardado para ti. Abraza al afligido como al oro. Estrecha con tus brazos al enfermo como si de ello dependiera tu salud y la de tu mujer y tus hijos, de tus criados y de toda tu familia... No desprecies a esos que yacen tendidos como si no valieran nada. Considera quiénes son y descubrirás cuál es su dignidad: ellos nos representan la persona del Salvador.
Así es: porque el Señor, por su bondad, les prestó su propia persona a fin de que por ella conmuevan a los que son duros de corazón y enemigos de los pobres. Es lo que hacen los que son víctimas de la violencia: que muestran a sus atacantes la imagen del emperador, a fin de que, a la vista del que manda, se contengan esos delincuentes. Los pobres son los despenseros de los bienes que esperamos, los porteros del reino de los cielos, los que abren a los buenos y cierran a los malos e inhumanos. Ellos son, a la vez, duros acusadores y excelentes defensores. Y defienden o acusan, no por lo que dicen, sino por el mero hecho de ser vistos por el Juez. Toda obra que se haga con ellos grita delante de Aquel que conoce los corazones, con voz más fuerte que un pregonero...
Dios es así: primero inventor de los beneficios y proveedor rico y compasivo a la vez de lo que necesitamos. Y nosotros, en cambio, y a pesar de que cada letra de la Escritura nos enseña a imitar a nuestro Señor y Creador, en cuanto pueda un mortal imitar lo bienaventurado e inmortal, nosotros lo dirigimos todo a nuestro propio goce, y destinamos unas cosas para nosotros y otras para nuestros herederos. Pero no tenemos ninguna cuenta con los desafortunados y ninguna preocupación bondadosa para con los pobres.
¡Qué crueldad! El hombre ve al hombre necesitado de pan, y privado del necesario calor que da el alimento, y ni le socorre de buena gana ni se le da nada de que se salve. Más bien lo desdeña como una planta frondosa que se agosta por pura falta de agua. Y eso que a él se le desbordan las riquezas de las que podría hacer derivar tantos canales para alivio de muchos. Porque así como la corriente de una sola fuente puede fecundar llanuras extensas de campo, así también la opulencia de una sola casa puede sacar de la miseria a muchedumbres de pobres. Sólo es preciso que no se interponga en ello un espíritu avaro y miserable, como una piedra que tapona la corriente ...
¡Poned, pues medida a vuestras necesidades vitales! No penséis que todo es vuestro. Que haya también una parte para los pobres y amigos de Dios. Pues la verdad es que todo es de Dios, Padre universal. Y nosotros somos hermanos de un mismo linaje. Y los hermanos han de entrar por partes iguales en la herencia, si queremos ser justos. Y aunque uno o dos se apropiaran la mayor parte, por lo menos debe quedar algo para los otros. Pero si alguno quiere apoderarse de todo absolutamente, y excluye a sus hermanos aun de la tercera y cuarta parte, ese tal será un dictador tiránico, un bárbaro implacable, una fiera insaciable que quiere regalarse ella sola en el banquete. O mejor dicho: ese tal será más fiero que las fieras...
Y mientras hay todos esos lujos dentro de casa, ahí a la puerta están tendidos mil Lázaros. Unos, cubiertos de úlceras dolorosas, otros con los ojos arrancados, otros que gimen por la herida de sus pies. Pero gritan y no se les oye, pues lo impide el sonido de la orquesta y los coros de cantos espontáneos y el estrépito de las carcajadas. Pero si llegan a molestar un poco más en las puertas, salta de cualquier rincón un portero canallesco del amo cruel, y los echa a palos, o llama a los perros y los azota en las mismas heridas.
Y así, los amigos de Cristo tienen que marcharse, llevándose de propina insultos y golpes, y sin haber conseguido un pedazo de pan o un bocado de comida, ellos que son el resumen de los mandamientos. Y dentro, en esa morada, unos vomitan la comida como naves sobre oleajes, y otros se duermen sobre la mesa junto a las copas mismas. Y en esa casa indecente se comete un doble pecado: uno por el hartazgo y la borrachera, y otro por el hambre de los pobres a quienes se ha arrojado de allí.