7/31/2011

La vida pierde sentido cuando falta el Amor

El Amor es sublime en todas sus expresiones. La más común de todas es la Naturaleza, simple y llana, llena de seres y elementos perfectos, hermosos y enigmáticos. Una flor, la más pequeña, la más insignificante, nos habla del Amor Creador que le dio vida, color, olor, textura.

Una montaña, la más grande, nos habla del Poder Creador que nos ha dado todo por el simple hecho de Amar. Lo hallamos en los océanos, lo mismo que en la más diminuta gota de rocío. Y por supuesto!! Las expresiones más hermosas del Amor las encontramos en la propia humanidad, ya sea en la inocente sonrisa de los niños, en un cálido apretón de manos, en la ternura de una caricia o en el éxtasis de un beso...

El Amor vale lo mismo en todas sus expresiones y es siempre fecundo. El Amor hace posible la existencia de la Creación que nos rodea lo mismo que el confort cotidiano que nos brinda una relación estable con la pareja, con la familia, con los compañeros. El Amor es capaz de sanar y de dar vida, de manera individual y colectiva.

Los frutos del Amor son siempre fecundos y de trascendencia para la vida de la humanidad. La paz entre los pueblos como entre las familias, no se entiende sin poner de por medio el Amor. Sólo el Amor hace posible la convivencia entre seres humanos de distintas nacionalidades, idiomas, culturas y costumbres.

La prosperidad no tiene secretos. Está basada en las relaciones fraternas. Cuando falta el Amor los hombres se matan. Las guerras tampoco tienen secretos. Son la máxima expresión de la falta de Amor.

Las razones que se argumenten son lo de menos. Y es igualmente abominable matar a los hombres que a las mujeres que nada deben; pero sobre todo es inaceptable hacerle la guerra al no nacido, al que está en proceso de gestación, al más inocente, al bebé que apenas lleva días, horas o minutos de existencia.

Cuando falta el Amor la vida pierde sentido. Por eso existen los suicidas, los que matan por nada, los que matan a sueldo, los que matan en abonos con pequeñas dosis de veneno empacado en la promesa de “sentirse bien...”, de “ser alguien...”, de “estar a la moda...”, de “ser distinto...”.

Cuando falta el Amor la humanidad sucumbe ante las tinieblas de la sinrazón, ante la Industria y la Cultura de la Muerte en sus tan diversas manifestaciones. Hago votos para que a nadie le falte el Amor en su persona, en su familia, en su entorno, en su sociedad. Y así podamos en verdad vernos como Hermanos, hechos del mismo barro, creados por la misma mano, horneados en el mismo fuego.

La inteligencia sin amor te hace perverso. La justicia sin amor te hace implacable. La diplomacia sin amor te hace hipócrita. El éxito sin amor te hace arrogante. La riqueza sin amor te hace avaro. La docilidad sin amor te hace servil.

La verdad sin amor te hace hiriente. La autoridad sin amor te hace tirano. El trabajo sin amor te hace esclavo. La sencillez sin amor te envilece. La ley sin amor te esclaviza. La fe sin amor te
hace fanático. La cruz sin amor se convierte en tortura. La vida sin amor... no tiene sentido...

7/27/2011

El mal siempre lo siembra el enemigo

• Protejamos la familia. Eduquemos en valores familiares. Donde hay armonía familiar, trabajo compartido, educación en valores humanos, respeto mutuo, disciplina, y amor a los pobres, se construyen personalidades sólidas, estables, justas, fraternas, solidarias, respetuosas de los demás. Legisladores y gobernantes: Valoren la familia, como cimiento de la paz social. Promuevan leyes que protejan su solidez.

No es sólo familia el conjunto de personas cercanas de nuestra casa, de nuestra raza y de nuestro pueblo. Muchos de nosotros hemos tenido la fortuna de encontrar una persona con la que hemos trabado una amistad profunda, con quien hemos compartido ideales y dificultades, alguien con quien podemos sentirnos en comunión y a esta persona le decimos con frecuencia que ha llegado a ser un hermano para nosotros. No es ningún desprecio para la familia de sangre, al contrario, es la aceptación de que en la familia lo más importante no serán los vínculos legales sino la comunidad.

Quien tiene el corazón dispuesto puede recibir las nuevas enseñanzas y con esas enseñanzas se hace apto para recibir más. Lo tenemos muy claro cuando fallamos en algo: una mentira o una infidelidad, trae nuevas mentiras e injusticias queriendo ocultar nuestros fallos. Vamos cavando un pozo cada vez más profundo. En cambio cuando nos disponemos a escuchar con el corazón dispuesto, entenderemos cada vez más los valores de la vida.

• Mientras en Somalia, la muerte por hambre de millares y millares de niños y ancianos, es un hecho. En el Congreso de los Diputados de España se pelean por una “CORBATA”, más o menos. ¡ Y no se les cae la cara de vergüenza ¡. ¿Pueden sus "Señorías", entender que hay algo que pueda importarles y compensarles más que estos Seres Humanos, que no tienen nada que comer? Somalia se muere de hambre, ¡socorro!

El mal se siembra con muchísima frecuencia con apariencia de bien y esto no nos da derecho a dejar de cuestionarnos internamente hasta descubrir qué hay sembrado en nuestro corazón. No tenemos derecho a condenar, porque el Reino es diálogo, compartir, aceptar al que es diferente… pero sí debemos estar en un permanente estado de alerta para descubrir si nuestros anhelos de justicia no esconden revanchas y egoísmos, si nuestro celo por el bien no lleva disfrazada la discriminación… si no estamos actuando más como cizaña que como trigo… el Señor tiene paciencia, pero al final se descubrirá quién es verdaderamente trigo.

Muchos de nosotros hemos experimentado que en nuestros juicios nos equivocamos y que acusamos a personas de ser malas o tener mal corazón, cuando en realidad no conocemos su interior. De esto todos nosotros somos conscientes pues lo experimentamos dolorosamente en nuestra propia carne. El mal siempre lo siembra el enemigo y nosotros debemos estar muy atentos si hemos dejado enraizar la cizaña en nuestro corazón.

Noruega y Somalia, ¿dónde está la diferencia? Las situaciones de hambruna, en el mundo de hoy, no son la catástrofe natural, fruto de sequías u otras inclemencias meteorológicas, que nos quieren hacer creer. Las situaciones de hambruna son hoy, en buena medida, la consecuencia de un sistema económico determinado. Debemos empezar a pensar que cuando una persona muere de hambre muere, en realidad, asesinado.

¿Qué tendrá el corazón humano que se aferra a las cosas materiales? Dicen que el poder y el dinero sin que el hombre se dé cuenta, lo condicionan, lo manipulan y le dan la sensación de que es él quien manda. Son situaciones que también se dan en nuestras familias, en nuestras comunidades y en la misma Iglesia. Tendremos que estar muy atentos. Las familias sufren cuando no se da el primer lugar a las personas y sus miembros parecen pasar a segundo término importando más los negocios, el gusto o las decisiones egoístas.

Hoy, aunque se hacen esfuerzos por hacer la existencia de nuestros mayores más llevadera, es difícil la situación de los ancianos. Al cambiarse el modelo de familia, encontramos a muchísimos ancianos en situaciones graves de soledad, de abandono y de descuido. Las jubilaciones tienen un aspecto positivo de dar sustento a quien lo han ganado con el sudor de muchos años, pero también tornan a las personas de la tercera edad en individuos que ya no son “útiles” para la sociedad.

7/26/2011

lo que ahora llamamos “la tercera edad

Nos dice la tradición que Joaquín y Ana era los padres de María y no podemos menos de imaginar a los abuelitos de Jesús compartiendo la alegría y preocupaciones de la nueva familia, llenando de cariño y cuidados a Jesús… todo es tradición y un poco de imaginación, pero no es difícil imaginarlo teniendo presentes las costumbres judías de la familia y el respeto que se pedía para las personas mayores.


Ellos, tenían la obligación de transmitir la fe y las costumbres y de hablar de los prodigios que el Señor había realizado con Israel. Tenían un puesto en la familia y en la comunidad. Hoy, aunque se hacen esfuerzos por hacer su existencia más llevadera, es difícil la situación de los ancianos. Al cambiarse el modelo de familia, encontramos a muchísimos ancianos en situaciones graves de soledad, de abandono y de descuido.

Las jubilaciones tienen un aspecto positivo de dar sustento a quien lo han ganado con el sudor de muchos años, pero también tornan a las personas de la tercera edad en individuos que ya no son “útiles” para la sociedad. Encontramos así a muchos hombres y mujeres con sabiduría, con fuerzas, con ingenio y con mucha capacidad, que no encuentran un sitio ni en las familias ni en la sociedad. Alguno de ellos me comentaba que el estar tanto tiempo solo le traía una serie de imaginaciones, de enfermedades y el sentimiento de inutilidad.

Pienso que como Iglesia debemos buscar un espacio para todas estas personas, no como un refugio, sino como un reconocimiento a su madurez, a su capacidad de enseñanza y de transmitir la vida. No podemos asumir la actitud que algunos decían antes: “Ya está viejo, ya debe ir pensando en entregar cuentas”. No, creo que puedan vivir plenamente la vida porque han tenido experiencia, ahora tienen el tiempo para la oración, para la reflexión y para transmitir todo lo que han acumulado en su corazón.

Tenemos una gran deuda con todas estas personas mayores. Que pensando este día en San Joaquín y en Santa Ana, demos respeto y oportunidades a todos ellos y que también ellos se miren a sí mismos con una gran riqueza que pueden y deben aportar a la sociedad y a la Iglesia.

7/18/2011

No matemos la esperanza

• Quizás nuestra esperanza la depositamos demasiado ingenuamente en los poderosos. Quizás nuestro sueño haya sido llegar a ser y vivir como ellos. Quizás nos hemos valorado poco a nosotros mismos… Puede ser que necesitemos penetrar más en nuestro propio corazón, apreciar más nuestras propias riquezas y ponerlas más al servicio del pueblo. Parece que debemos atizar más a fondo el rescoldo de nuestra fe.

• Hoy vivimos en un gran pluralismo que nos lleva a ser tolerantes, pero ojalá no nos lleve a ser ambiguos y a pensar que todo es igual. Cada quien quiere llamar verdad a su propuesta, cada quien quiere imponer sus opciones…merecen respeto pero también claridad y no debemos llamar bien a lo que perjudica a los demás, ni callarnos ante lo que es injusto. Sí, una libertad plena, una entrega completa, hablar con la verdad

Aparentemente no somos malos, pero tampoco hacemos las obras que producen los frutos que se espera de nosotros. Tranquilizamos nuestra conciencia y nos sentimos a salvo. No podemos adulterar el evangelio y quedarnos tranquilamente compaginándolo con la ambición, con el poder y con la corrupción. ¿Somos cristianos “acomodados” que han traicionado el evangelio? Que resuene en nuestro interior la palabra fuerte de Jesús, que nos sacuda, que nos transforme, que nos saque de nuestras tibiezas.

• Hoy Dios también escucha y mira los dolores y sufrimientos de sus hijos pequeños que se encuentran en situaciones de esclavitud. Hoy también nos pide ser sensibles al dolor del oprimido. No podemos permanecer alejados e indiferentes frente a estas situaciones dolorosas de injusticia y de violencia. Hoy Dios nos dice que nuestro pueblo está sufriendo y que sus clamores llegan al cielo ¿Nos quedaremos indiferentes?

• Misericordia quiere decir hacer el corazón pequeño para ponerlo junto al otro. Misericordia es signo de fraternidad y comprensión. Serían los principios que deberían guiar a toda persona en sus decisiones y proyectos. También las autoridades y los gobiernos deberían poner en primer lugar la dignidad y el respeto de los pueblos, de las comunidades y de las personas, antes que sus intereses partidistas o políticos.

¿Cuántas veces nos hemos estrellado contra el muro de la incomprensión basada en las leyes? No se puede hacer algo porque está escrito en la ley o porque la ley no lo permite. Hemos llegado hasta la estupidez de no poder hacer trámites educativos o legales porque al haberse perdido un documento, “la persona no existe”. Hoy como ayer, leyes que fueron puestas para cuidado de la dignidad y el respeto de las personas se pueden convertir en esclavitudes y desprecios de la persona.

Nunca podrá ponerse ni la ley, ni las normas, ni los códigos morales por encima de las personas. Existen para ayudar a hacer una vida más digna, para proteger su dignidad. Parecería que la religión y las leyes han caído en manos de personas que las usan para su propio provecho. Baste pensar en los fuertes intereses que se mueven detrás de cada una de las leyes, aún las más sagradas, que no dudan en pasar por encima de la vida y la dignidad de los pueblos y las personas.

Quizás hemos perdido el rumbo y estamos más atentos a condenar y a juzgar las actitudes de otros que a suscitar esperanza y promover la justicia. Ningún cristiano puede hacerse el desentendido ante la opresión y el dolor de nuestro pueblo. Es cierto que hay pesimismo en muchos ambientes y se agrava por los constantes desahucios y la falta de trabajo. No seamos pregoneros de desdichas, sino portadores de esperanza

Se divide el mundo en buenos y malos, y claro que nosotros nos ponemos siempre del lado de los buenos. Se condena a los demás, se les quiere destruir, se les mira con recelo. No se puede condenar sin el riesgo de matar brotes de vida. El recurso fácil y hasta tendencioso, de dividir a las personas en buenas y malas, no solamente puede resultar falso, sino que trastoca los valores y destruye a las personas.

Es cierto que existe el mal y lo comprobamos a diario, pero también es cierto que a nosotros no nos toca juzgar y que con nuestra mirada miope nos equivocamos con muchísima frecuencia. La cizaña ha pasado a ser sinónimo de maldad, de división y de zancadilla. Debemos entrar en diálogo con el hermano que vive junto a nosotros, con sus problemas e inquietudes reales, sin pretender imponer nuestra supuesta superioridad o nuestros mejores criterios.

• Descubrir la maldad en las personas cercanas nos duele mucho, pero ser consciente de los propios fracasos, captar que también hay cizaña en nuestro corazón, puede llevarnos al desaliento y al pesimismo. Hoy también vemos brotes de esperanza en muchos sitios y en personas que parecen desconocidas, no apaguemos esa mecha que está encendiendo, no despreciemos esos pequeños esfuerzos, no matemos la esperanza.

7/14/2011

Se Sincero… y ¡Esfuérzate por ser feliz!

Camina plácido entre el ruido y la prisa y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas. Enuncia tu verdad de una manera serena y clara y escucha a los demás, incluso al torpe e ignorante, también ellos tienen su propia historia.

Esquiva a las personas ruidosas y agresivas, ya que son un fastidio para el espíritu. Si te comparas con los demás, te volverás vano y amargado, pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes.

Mantén el interés en tu propia carrera por humilde que sea, ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos. Sé cauto en tus negocios pues el mundo está lleno de engaños, mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe. Hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales.

La vida está llena de heroísmo. Sé sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto, y no seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba. Acata dócilmente el consejo de los años abandonando con donaire las cosas de la juventud.

Cultiva la firmeza del espíritu, para que te proteja en las adversidades repentinas. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Sobre una sana disciplina, se benigno contigo mismo. Tú eres una criatura del universo. No menos que las plantas y las estrellas, tienes derecho a existir. Y sea que te resulte claro o no, indudablemente el universo marcha como debiera
.

Por eso debes estar en paz con Dios cualquiera que sea tu idea de Él. Y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones, conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida. Aún con toda su farsa, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Sé cauto, ¡esfuérzate por ser feliz!

7/12/2011

La mejor paz es la interior

Quisiera que tu vida fuera un remanso de paz en cada momento. No andes turbado por nada. Te sentirás mal contigo mismo y con los otros. La paz debe ser tu compañera inseparable todos los días. Con ella no puede haber divorcio ni separaciones inútiles y estériles. La paz te da la sensación de anchura, de equidistancia de las cosas, de los acontecimientos, de la política. Te sumerge en tu interior más querido.

Si vives en paz contigo mismo, nadie te acorrala, ni hiere. Es difícil hablar de esta paz. La paz es el regalo más bello que puedes hacerte a ti mismo y a los demás cada día. Si eres una persona portadora de paz, aliviarás la turbación de mucha gente que anda inquieta, estresada y de mal humor en todos sitios.

La persona que está llena de paz, respira una suavidad y una cordialidad que deja a todo el mundo con el que trata, aquietado, tranquilo y admirado por su dominio. Nadie vive la paz si no es capaz de dominar los instintos que atentan contra ella.

La paz es fruto de un ejercicio diario, de una ascesis que va más allá del pasotismo. Ser seres de paz significa llevar en la mente y en el corazón la bandera blanca de una conciencia tranquila; la enseña de una capacidad estupenda para sembrar en torno a ti prados hermosos en los que crece el verdor de la paz.

Creo que hay algo de lo que carece la sociedad hoy en día y es precisamente de esta paz. Los seres humanos van por ahí gritando la palabra PAZ, de manera que terminen las guerras y los conflictos... Bueno esa es la paz terrenal o la paz que nuestra limitada mente puede entender.Es la paz para pensar en las mejores decisiones, elegir los caminos más adecuados y conservar la calma en medio de las tempestades. No es la ausencia de problemas, es la grandeza para enfrentarlos.

Las armas, los cascos, los pertrechos de guerra yacen en los suelos inmóviles; ha estallado la paz. Alguien dijo que la paz es el silencio de los cañones. ¡Nosotros esperamos una paz viva, no una paz muerta! Y es que el hombre, desde sus comienzos, ha llamado ¿paz? a la ausencia de guerra.

A pesar de ello, a veces sentimos que hay una guerra en nuestro interior que no se elimina con tratados de paz o con un alto el fuego. Es la guerra más cruel en la que podemos vernos envueltos. Es la guerra de los deseos, de las insatisfacciones, de la vanagloria de la vida. Lo peor de esta guerra es que el enemigo somos nosotros mismos.

En la vida de los hombres es inevitable el sufrimiento. Unas veces es dolor físico; otras, moral; en otras ocasiones se trata de un dolor espiritual..., y a todos nos llega la muerte.

7/11/2011

Ni la fe sin compromiso, ni compromiso sin fe

El hambre de los pueblos sigue siendo hoy un dato básico. Es una necesidad humana primordial: comer, recibir la alimentación que asegura lo material de la vida pero que es la condición necesaria para todo desarrollo, para crecer como personas, para ser libres, para ser responsables. Sin comida no hay vida de ningún tipo. Sin comida no hay futuro ni esperanza posible.

Si la caridad insiste que ayudemos a los mil millones de miserables, la verdad dicta que nos aprovechemos de la tecnología para que haya la abundancia. Un simple compartir de recursos no puede proveer la dignidad humana. Más bien, dejará a los indigentes dependientes y sometidos a los pudientes. No, además de compartir recursos tenemos que educar a los pobres para involucrarse en el mercado libre. Sólo así tendrán el pan, el techo, y el medicamento para vivir dignamente. Y ¿cómo podemos nosotros aquí desempeñar este cometido?

Podemos aportar a organizaciones que proveen a los más pobres tanto ayuda de desarrollo como socorro de emergencia. Podemos hacer compras con conciencia por los pobres. Por ejemplo, podemos buscar el café y otros productos a precios de “comercio justo.” Esto es una certificación que los pequeños productores reciben un precio bueno en cambio por un producto de buena calidad. Y podemos abogar por los más necesitados con nuestros líderes nacionales.

Aunque nuestras acciones individuales ayudan a los pobres, una política nacional que favorece el desarrollo íntegro multiplicará el bien un millón de veces. Esto es lo necesario hoy día, que sea multiplicado el desarrollo un millón de veces. El futuro no llega por sí solo; hemos de prepararlo por el esfuerzo y la lucha. No puede caer sobre el hombre por una suerte de decisión exterior y arbitraria, respecto a la cual quedase del todo extraño.

Todo futuro trae, sin duda, consigo algo nuevo; pero eso nuevo llega preparado por nuestro pasado y presente y en una cierta vinculación y continuidad con ellos. Lo dicho vale para todo futuro; vale también para el futuro último. El futuro último no tiene por qué dejar sin significado, valor y eficacia a los futuros anteriores y relativos.

La esperanza en Dios y en su Reino venidero no elimina el interés del creyente por el mundo presente y por los proyectos del hombre dentro de este mundo y por su realización. Antes al contrario, perdería toda seriedad y fundamento la esperanza que se conformase con aguardar pasivamente el advenimiento del último futuro.

El creyente no puede utilizar la esperanza cristiana como coartada en favor de un desinterés por los compromisos con los demás hombres en las tareas comunes de este mundo. El cristiano ha de atestiguar y verificar ante el mundo su esperanza participando seria y activamente en lo que la humanidad espera.

La fe y la caridad cristiana requieren la mediación de las criaturas: el conocimiento de Dios pasa a través del conocimiento del mundo; el amor a Dios pasa a través del amor a los hermanos. De igual modo, la esperanza ha de pasar a través de aquellos proyectos y sus realizaciones en que el cristiano interviene, solidariamente con los demás hombres, para cumplir con el mandato divino de perfeccionar la tierra.

En definitiva, ni la fe sin compromiso, ni compromiso sin fe. Una opción cristiana ha de evitar la separación de ambos extremos. "Se equivocan los cristianos que, bajo pretexto de que no tenemos aquí ciudad permanente, pues buscamos la futura, consideran que pueden descuidar las tareas temporales, sin darse cuenta que la propia fe es un motivo que les obliga al más perfecto cumplimiento de todas ellas según la vocación personal de cada uno.

Pero no, es menos grave el error de quienes, por el contrario, piensan que pueden entregarse totalmente a los asuntos temporales, como si éstos fuesen ajenos del todo a la vida religiosa, pensando que ésta se reduce meramente a ciertos actos de culto y al cumplimiento de determinadas obligaciones morales.

El divorcio entre la fe y la vida diaria de muchos debe ser considerado como uno de los más graves errores de nuestra época". La fe compromete la vida entera del hombre. Todo lo pone en venta quien descubre el Reino de Dios. Pero el compromiso se traduce en obras concretas. Las obras del creyente son la consecuencia, la expresión y la ratificación necesarias de la fe.

El verdadero creyente no puede limitarse a servir y amar al prójimo con quien en cada caso se encuentra. En una u otra forma, la fe exige, hablando en general, el compromiso en la construcción de un mundo más justo, más humano y, por lo mismo, más de Dios. El verdadero creyente coopera en la gran obra de Cristo, prevista desde toda la eternidad: edificación de su Cuerpo que es la Iglesia, mediante la evangelización de todos los pueblos, según el mandato del Señor: "Se me ha dado pleno poder en el cielo y en la tierra.

Id y haced discípulos de todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo"

De este modo, la fe compromete al creyente en la realización del designio eterno de Dios Padre: reconciliar en Cristo toda la humanidad con Dios y en sí misma, pues la Iglesia, Cuerpo de Cristo, es prenda, señal, testimonio, principio y germen de esa reconciliación.

7/10/2011

La fuerza del Reino está en la gratuidad

• Hay visitas que no dejan ninguna huella. Hay otras visitas que, como decían los mayores, proporcionan mucha alegría cuando llegan, pero dan más alegría cuando se van. Entendido esto como la visita de aquel que viene y que ciertamente nos produce gozo, pero también nos implica los servicios y atenciones que cansan a la larga. El modelo de lo que debería ser toda visita: un encuentro gozoso entre personas que se quieren.

Una característica del cristiano será la alegría de dar, de dar prontamente, de dar gratuitamente. Restaurar a cada persona que está fracturada, lastimada o despreciada y hacerla sentir como verdadero Hermano. Siempre habrá duda de quién se presta para hacer de la religión un negocio y del acercamiento al Señor una ganancia material. La fuerza del Reino está en la gratuidad. Todo es regalo y todo es gratuidad.

• El odio viene cuando no se acepta al otro por hermano. Si miramos a las personas diferentes como enemigos o como adversarios en nuestra lucha por los bienes materiales, se despierta la envidia y no pensamos en que son hermanos nuestros, sino los miramos como rivales. El verdadero cristiano tendrá que cuidarse de no ser odiado por su incongruencia o por no ser fiel al evangelio, por hablar una cosa y hacer otra

• “Trabajamos para comer y comemos para poder trabajar”. Es urgente buscar caminos que acaben con el hambre pero no basta, se requieren nuevas formas de acercar a la mesa a los hermanos en unidad y fraternidad, compartiendo y construyendo un mundo donde los individuos y los pueblos alcancen un desarrollo integral y pleno. La persona requiere además del alimento su reconocimiento y su integración en la comunidad.

Antes estaban todas las puertas abiertas y todos podíamos entrar y salir de la casa de los vecinos saludándonos, gritando y riendo. Ahora las puertas están cerradas y las ventanas tienen protección. Los ladrones, los secuestros, las invasiones, nos hacen temblar y tenemos miedo. Y esto ha modificado toda nuestra vida. Vivimos con desconfianza y ocultos de los demás.

A quien se ha atrevido a publicar verdades o a manifestar inconformidades ante las mentiras y las injusticias, lo persiguen y lo amedrentan, hasta hacerlo claudicar. Ciertamente el miedo paraliza y oscurece las decisiones. Por más rejas que pongamos y por más ventanas que cerremos, si el mal lo tenemos en casa y en el corazón de nada nos sirve. Nos hemos cuidado del ladrón pero hemos permitido que nos roben la inocencia dentro de nuestros hogares.

7/09/2011

Una vez salió un sembrador a sembrar

Los hombres somos quienes hemos dañado la tierra y está al borde del colapso. La “Buena Madre Tierra” podría dar suficiente alimento y cobijo a toda la humanidad, pero los excesos y la explotación irracional han puesto en grave peligro a las generaciones venideras. Cuántas empresas, madereros y terratenientes se enriquecieron de nuestros montes, de nuestras verdes sierras, fraccionando fértiles terrenos y rapando extensiones inmensurables.

Cómo se siguen sobreexplotando las entrañas de la tierra, arrancando irresponsablemente sus tesoros, sus aguas, su petróleo… y ¡todo para beneficio de unos pocos! Los lechos de nuestros ríos están atascados de basura y de desperdicios. La mayoría de los desagües contaminan mares y lagunas. Irresponsablemente emitimos gases, polución, calor, químicos y desechables que la están asfixiando.

“La creación está sometida al desorden, no por su querer, sino por la voluntad de aquel que la sometió”. El problema del deterioro de la creación no podrá frenarse, ni resolverse mientras no cambie radicalmente la concepción que el ser humano tiene sobre ella y sobre los conceptos de responsabilidad, felicidad y fraternidad. Mientras la creación sea vista solamente como un factor productivo y un recurso explotable, la lógica del consumismo exigirá que se le explote al máximo a fin de continuar siendo “competitivos” y dejando una estela de muerte para el futuro.

Mientras la ambición supere a la responsabilidad frente al don que Dios nos ha confiado, la seguiremos destruyendo impunemente. Mientras el individualismo, el placer y la seguridad personal predominen sobre el sentido comunitario fraternal, continuaremos acabando con el cosmos que es la casa no de cada uno, sino la casa de todos.

La naturaleza sufre las consecuencias del pecado humano, pero vive la esperanza pues también ella será liberada de esta esclavitud que significa la decadencia y el deterioro. La creación gime y participa de los sufrimientos de este último tiempo pues no hay relación entre la finalidad para la que fue creada y la situación actual. Pero también la creación entera participa de la redención de la obra de Cristo. ¿Mataremos nosotros esta esperanza?

Nosotros, discípulos, somos los hombres de la Palabra y debemos sembrar esperanza y no convertirnos en plañideras de lamentos y desilusiones. Frente a una creación que gime y agoniza, está muy clara nuestra tarea: no es segar, ni cosechar, sino sembrar, sembrar con abundancia, sin cálculos mezquinos, sin exclusiones, sin medida. Dejemos las desconfianzas, las recriminaciones inútiles y los pesimismos que paralizan, y lancémonos a sembrar. Sembrar nuestro mundo de la Palabra, pero también sembrar semillas en nuestros campos, flores en nuestras ciudades y árboles en los montes y en las sierras.


Sabemos que encontraremos terrenos pedregosos, pero no tengamos miedo ni a los tropiezos, ni a los rechazos. La gota de agua abre la más dura roca y la Palabra sembrada con amor y constancia abre los corazones. Moverse entre las espinas acarrea laceraciones y piquetes, pero hay quienes se han tornado ariscos y defensivos por falta de amor, y sólo el bálsamo de la Palabra amorosa logrará sanarlos.

Salgamos a los caminos, no nos encerremos en nuestro capillismo y en nuestro grupo. Necesitamos llevar la Palabra a todas las veredas, a todos los sitios, interpelar a los desconfiados, mover a los indiferentes, animar a los desconfiados. La Palabra tiene que anidarse en el corazón para poder dar fruto, pero si no la sembramos ¿qué esperanza tendremos?

¿Qué estamos haciendo por el cuidado de “la Madre Tierra”? ¿En qué se nota nuestro compromiso serio por cuidarla y protegerla de la basura, de la contaminación y del deterioro?

7/07/2011

Vivamos nuestra Vida con libertad.

Podemos encontrar mil formas de pedir perdón. De manera universal si nos sentimos culpables tenemos la necesidad de buscar alivio, pero ¿Lo hacemos correctamente? ¿Nos sentimos excesivamente culpables? ¿Hasta qué punto es positivo sentirse culpable? La culpa puede ser un camino hacia la construcción o la destrucción. La culpa es una emoción poco comprendida. El lado positivo de la culpa es que nos lleva al arrepentimiento y a la oportunidad de retomar al camino correcto.

Nos sentimos tan mal de lo que hicimos, que decidimos no volver a hacerlo nunca más. El lado negativo es que puede paralizar a las personas con sentimientos tan abrumadores de vergüenza y falta de aceptación que se ven mermados los recursos personales que poseemos para poder funcionar con éxito.

La culpa es constructiva cuando conduce a cambiar, cuando identificamos los errores, reconocemos la causa, asumimos la responsabilidad (si es que nos compete) y convertimos esa emoción en una acción. Es entonces cuando nos permite mejorar viviendo con mayor conciencia y autocontrol.

Es un proceso de auto aceptación y mejora de la autoestima cuando el diagnóstico y el tratamiento de nuestras acciones menos logradas son certeros. La culpa es destructiva si permaneces pasivo, si te cuestionas como persona por una actuación concreta, si se cronifica en el tiempo, si se acompaña de auto desprecio, etc. Este tipo de culpa te hace odiarte a ti y a todos los demás. Sofoca la voluntad de vivir y amar. Si un poco de culpa es bueno, ¡no pienses que mucho más de ella es mejor!

Lo importante es la señal de alerta y no la intensidad. Es bueno sentir un poco de culpa si hiciste algo malo que eres capaz de corregir. Es incorrecto sentirse culpable si todo lo que haces es destruirte con auto-desaprobación por el resto de tu vida.

Cuando sucede algo negativo, tendemos a buscar culpables. Hasta tal punto se da esa tendencia que se pueden clasificar los tipos de personalidad según se reacciona ante las frustraciones: quienes sistemáticamente se auto inculpan de lo que sucede, quienes piensan que la culpa siempre la tienen los demás y, por último, quienes no echan la culpa a nadie, bien porque no entran a juzgar o porque no le otorgan excesiva importancia a los contratiempos que la vida nos depara.

Si los demás intentan hacerte sentir culpable por no cumplir con sus deseos (“no te importo nada”, “cómo puedes ser tan egoísta” “tienes mal carácter”) lo primero que debes pensar es si realmente estás de acuerdo con el punto de vista de esa persona. Si la respuesta es afirmativa demuéstrale que tú mismo sabes manejar los errores que son consecuencia de tu comportamiento, no necesitas que nadie te manipule y controle emocionalmente; sentirte culpable y rectificar es tu elección y no la suya.

Si no estuvieras de acuerdo ten en cuenta que no es necesario sentirse culpable por no consentir que alguien te manipule. La culpabilidad en nuestra cultura se ha convertido en la mejor y más sencilla herramienta disponible para manipular a los demás, de ti depende poner los límites a ese acoso encubierto. Acepta el sentimiento de culpa como algo normal y comprensible. No te sientas culpable por sentirte culpable. Si reconoces este sentimiento te resultará más fácil combatirlo.

Expresar los sentimientos de culpa alivia. Es un buen modo de conectar con la realidad y buscar soluciones. Si solo lo piensas pero no lo dices, siempre tenderás a magnificar lo ocurrido, seas o no responsable e independientemente de cuáles hayan sido las consecuencias de tus acciones o pensamientos. No puedes agradar a todo el mundo. Existen tantos códigos morales como personas en la tierra, ya que a pesar de existir una clara influencia cultural, cada código se origina y se transforma con la propia experiencia.

No podemos satisfacer las expectativas de todo el mundo porque simplemente son distintas. Además piensa que no actuar como alguien quisiera no quiere decir que no le queramos ni que le defraudemos. Tras la culpa tiene que venir la superación. Caer en la desesperación es una reacción errónea que solo sirve para desalentarnos y que nos hace pasivos. Es importante que comprendas que la culpa te puede auto limitar.

Muchas veces nos castigamos por cosas de las que ni siquiera somos responsables ¿Os atreveríais a culpar a alguien porque su matrimonio no funcionó bien o porque un hijo es problemático? Aunque la respuesta parezca sencilla hoy en día hay miles y miles de personas en el mundo, sobre todo mujeres, que se sienten culpables por estos dos motivos.

Diferencia entre culpa y castigo. Una cosa es sentirse culpable y otra castigarse de por vida. La mayoría de estos castigos van dirigidos a anular nuestra autoestima. ¿Contradictorio verdad? En lugar de mejorar, pensamos que no valemos, por lo que tenderemos a equivocarnos más, por lo que nos sentiremos aún más culpables y por lo que nos querremos aún menos y vuelta otra vez; entramos en un círculo vicioso y cada vez más profundo.

Cada uno tiene su propio periplo vital que sólo él conoce y del que por tanto solo él puede asumir la total responsabilidad. Estos sentimientos de culpa por los demás parten del convencimiento de que ellos dependen de nosotros. Permitir a la otra persona vivir su vida nos permite a nosotros vivir la nuestra con libertad y responsabilidad.

Comer, el primer derecho humano

• Nosotros comprendemos muy bien lo que significan los rincones: lo que casi nadie ve, donde se arroja la basura, lo que se esconde y olvida, lo que queda oculto, los rincones. Hoy hay muchos rincones donde no hay esperanza, hay rincones de violencia e inseguridad, hay rincones de discriminación y de hambre, hay rincones que no quisiéramos ni siquiera visitar. Vayamos a los últimos rincones y llevemos esperanza y alegría

• ¿Por qué una misma acción provoca reacciones tan diferentes? Cuando no se tiene limpio el corazón, se mira con desconfianza a los demás. Cuando la luz resplandece, descubre la corrupción de los falsos. ¿Sucede lo mismo en la actualidad? Todavía hay quien quiere callar la verdad. Quizás a veces nos perdemos en cosas secundarias y no estamos atentos a llevar vida y Buena Nueva a todos los rincones.


• Hay personas que pasan por el mundo como si siempre estuvieran a disgusto: no se alegran de verdad, se tornan agresivos, todo les molesta… y con frecuencia le echan la culpa a los otros. Y, al verlos en ese estado, las personas se alejan de ellos, se pierden oportunidades y se generan conflictos. ¿Está el problema fuera de ellos? No, el problema está en el corazón. Estemos dispuestos a estar en armonía con los demás

• Ya basta de estar renegando, hoy porque hace calor y mañana porque hace frío; hoy porque hay mucha gente y mañana porque no vino nadie; todas las circunstancias externas no pueden modificar la verdadera armonía del corazón. ¿Hay problemas y enfermedades? Es cierto tendremos dolores, pero si renegamos en nada remediamos la situación. Puede la vida ser muy dura, pero será peor para el que la afronta sin esperanzas

Hemos hecho consistir la felicidad y la vida digna en cosas externas, como si los bienes y las apariencias pudieran llenar y satisfacer nuestros deseos de eternidad e inmortalidad. La humanidad de los pobres nos debe llevar a valorar el hambre y la sed concretas en el camino de la vida. No puede haber vida digna cuando se muere de hambre y se sufren las consecuencias y enfermedades de la pobreza y la miseria

• Existen situaciones de miseria y hambruna, que la viven nuestros hermanos, mientras unos pocos se atiborran de manjares; esta el grito angustioso de los pequeños triturados por un sistema injusto; y el silencio de quien ya no tiene ni ilusión ni esperanza en una vida digna. La incredulidad es una tentación siempre presente y que empieza a echar raíces. ¿Podemos tragar el alimento sin acordarnos de nuestros hermanos?

• La falta de perdón lastima y enferma, al que no perdona y al no perdonado. Es decir, cuando nosotros pasamos por situaciones en las que alguien nos lastima, o nos agrede, o se burlan, o lo que sea que nos haga daño, dentro de nosotros se crea un resentimiento y un deseo de venganza sobre quienes nos han herido. Estas personas pueden ser de nuestro entorno familiar más cercano hasta padres e hijos, hermanos o sobrinos.

No debemos perder de vista el hecho de que seremos perdonados como nosotros hemos perdonado, esto es claro. Por eso, si te hicieron mal, si te ofendieron, si te molestaron, perdona y sigue adelante. Lo que haga el otro no es tu problema, tu tema es perdonar y avanzar liviano y en libertad hacia los sueños que tienes por delante. Lo mejor de todo es, que al perdonar nos liberamos, nos sacamos una gran mochila de encima


• Cuando la oscuridad de la duda prende nuestro corazón, cuando no encontramos las soluciones y las respuestas para nuestras interrogantes más crudas: la muerte, la violencia, la injusticia, el mal, entonces parece que todo está perdido y brota la tentación que nos pide abandonar la fe y la esperanza. Cuando se apuesta por la vida, y se comparte lo poco que se tiene…entonces se hace presente Dios en medio de nosotros.

• Todo ser humano goza de derechos inviolables, derivados de la propia dignidad de ser persona, por lo que NINGÚN SER HUMANO PUEDE SER CALIFICADO COMO ILEGAL. Sin embargo, la vigente normativa legal para extranjeros, al poner serios límites al derecho a inmigrar, propicia la situación de irregularidad en la que se encuentran miles de inmigrantes y, la exclusión de todo tipo de derechos y su criminalización social.

• "Comer, el primer derecho humano". El principal derecho humano es comer y desarrollarse. Si no salvaguardamos esos dos derechos no podemos hablar de otros derechos humanos. Hoy existe en el planeta una capacidad productiva para alimentar doce mil millones de personas, el doble de la población existente. El mundo sencillamente puede producir más de lo que necesitan comer los que tienen dinero para pagar.

El hambre en el mundo no es causada por la incapacidad tecnológica de la oferta sino por la incapacidad adquisitiva de un grupo considerable de consumidores; es decir, por la pobreza. Aquí también se cumple la máxima:«el capitalismo tiene una capacidad infinita de oferta a la que no corresponde una igual de demanda». Se vive una crisis alimentaria en medio de la superproducción, se está frente a un problema económico

• Nadie tiene derecho a utilizar el hambre como arma para controlar la voluntad de una persona o de un pueblo. Saciar el hambre, progresar solamente en el aspecto económico, no basta para dar al hombre su verdadero puesto en la creación. Con frecuencia el progreso va unido a nuevas formas de esclavitud y explotación que atan y deshumanizan a la persona. No tendremos derecho a vivir una vida adormilada e indiferente.

7/06/2011

Hagámosles la guerra.. al maldito cáncer

Todos tenemos células cancerígenas. Estas células no aparecen en análisis estándares hasta que las mismas se han multiplicado por miles de millones. Cuando un médico le dice a un paciente de cáncer que no tiene más células cancerígenas en su cuerpo luego de un tratamiento, significa que el examen ya no detecta las células cancerígenas, porque la cantidad de ellas en el cuerpo no alcanzan la cantidad necesaria para ser detectadas en el análisis normal.



Las células cancerígenas aparecen de 6 a 10 veces en la vida de una persona. Cuando el sistema inmune de una persona es suficientemente fuerte, las células cancerígenas son destruidas por éste y se evita su multiplicación para formar un tumor. Cuando una persona tiene cáncer, esto indica que esa persona tiene deficiencias nutricionales múltiples. Estas podrían ser genéticas, ambientales, por alimentos o por factores de estilo de vida. Para solucionar las deficiencias nutricionales múltiples y fortalecer el sistema inmune, se recomienda un cambio en la dieta, incluyendo suplementos.

La quimioterapia implica el envenenamiento de las células cancerígenas de rápido crecimiento, pero a la vez destruye células buenas en el sistema óseo, en el tracto intestinal, etc. y pueden causar daños en órganos, tales como el hígado, riñones, corazón, pulmones, etc. Mientras la radiación destruye las células cancerígenas, también quema y daña las células saludables, los tejidos y los órganos.

El tratamiento inicial con quimioterapia y radiación a menudo reduce el tamaño del tumor. Sin embargo, el uso prolongado de quimioterapia y radiación no conduce a la destrucción de más tumores. Cuando el cuerpo tiene demasiada carga tóxica, debido a la quimioterapia y la radiación, el sistema inmune está débil o destruido; entonces la persona puede sufrir de varias clases de infecciones y complicaciones. La quimioterapia y la radiación pueden provocar mutación en las células cancerígenas y pueden hacerse resistentes y también de difícil destrucción.

La cirugía también puede provocar que las células cancerígenas se dispersen a otros lugares del cuerpo. Una forma efectiva de combatir el cáncer es no alimentar las células cancerígenas con alimentos que las estimulen a multiplicarse, y así dejarlas morir de hambre. Las células cancerígenas se alimentan de: El azúcar es un alimento estimulante del cáncer. Al eliminar el azúcar de nuestra alimentación se elimina un alimento que fortalece la proliferación de células cancerígenas.

Los sustitutos del azúcar, tales como: Nutra Sweet, Equal, Spoonful, etc, son fabricados con Aspárteme y éste es dañino. Un mejor sustituto del azúcar es la miel de abeja y la melaza, pero siempre en pequeñas cantidades. A la sal de mesa se le añade un químico para volverla blanca, y éste es estimulante de células cancerígenas. La mejor alternativa es la sal marina ó aminoácidos Bragg. La leche produce en el cuerpo flemas, especialmente en el tracto gastro-intestinal.

El cáncer se alimenta de flemas. Al eliminar la leche y sustituirla con leche de soja sin azúcar, las células cancerígenas son privadas de su alimento y mueren. Las células cancerígenas se desenvuelven en un ambiente ácido. Una dieta estructurada a base de carnes rojas es ácida, por lo tanto es preferible ingerir pescado y carnes blancas (pollos) en lugar de carne de res o de cerdo. La carne roja también contiene antibióticos para el ganado, hormonas del crecimiento y parásitos, todos ellos son dañinos, especialmente a personas con cáncer. Una dieta elaborada con un 80% de vegetales frescos y zumos, granos, semillas, nueces y un poco de frutas estimula a crear un ambiente alcalino.

El restante 20% de la alimentación se puede proveer de alimentos cocidos, incluyendo granos. El zumo de vegetales frescos provee enzimas vivas que son fácilmente absorbidas, penetrando al nivel celular en 15 minutos, alimentando y estimulando el desarrollo de células sanas y saludables. Beba zumo de vegetales frescos (incluyendo habichuelas y judías jóvenes) para conseguir enzimas vivas que contribuyan a desarrollar células saludables, además ingiera vegetales 2 o 3 veces al día. Las enzimas se destruyen a temperaturas de 40º C (104º F), por lo tanto cocine sus vegetales a temperaturas inferiores a 40º C.

Elimine el café, té y chocolate pues tienen cafeína. El té verde es una mejor alternativa y posee propiedades que combaten el cáncer. Lo mejor para beber es el agua purificada o filtrada, para evitar las toxinas y los metales pesados en el agua. El agua destilada es ácida, por lo tanto evítela. La proteína cárnica es difícil de digerir y requiere de muchas enzimas digestivas. Los cárnicos no digeridos permanecen en el intestino, transformándose en sustancias putrefactas, lo cual produce más toxinas.

La pared de las células cancerígenas tiene una dura capa de proteína. Al reducir la ingesta de cárnicos quedan libres más enzimas para atacar la pared exterior de las células enfermas, lo cual permite destruir un mayor número de células cancerígenas. Algunos suplementos alimenticios ayudan a construir el sistema inmune (antioxidantes, vitaminas, minerales, ácidos esenciales, etc.) lo cual contribuye a que el propio organismo genere células que destruyen las células con cáncer. Otros suplementos alimenticios, como la vitamina E, causan apoptosis o muerte programada de células, que es el método normal del cuerpo de desechar células dañadas, no deseadas o innecesarias.

El cáncer es una enfermedad de la mente, del cuerpo y del espíritu. Una actitud pro activa y un espíritu positivo, indudablemente ayudan a sobrevivir a una persona con cáncer. La ira, la soledad y la tristeza provocan estrés y un fuerte ambiente ácido al organismo. Aprender a tener un espíritu lleno de amor y perdón contribuirá a mejorar las condiciones de cáncer.

Aprenda a relajarse y a disfrutar de la vida. Las células cancerígenas no pueden operar en un ambiente oxigenado por lo tanto se recomienda hacer ejercicios y respiraciones profundas diariamente, contribuyendo a que las células reciban más oxígeno. La terapia con oxígeno es otra forma empleada para destruir las células cancerígenas. No utilice envases plásticos en el microondas. No ponga botellas plásticas con agua en el congelador. No utilice envoltura de plástico en el microondas

7/05/2011

El perdón, premisa para ser feliz....

la falta de perdón lastima y enferma, al que no perdona y al no perdonado. Es decir, cuando nosotros pasamos por situaciones en las que alguien nos lastima, o nos agrede, o se burlan, o lo que sea que nos haga daño, dentro nuestro se crea un resentimiento y una bronca grande y un deseo de venganza sobre quien o quienes nos han herido.

Estas personas pueden ser de nuestro entorno familiar más cercano hasta padres e hijos, hermanos o sobrinos. Son situaciones que al no hablarlas a tiempo se enquistan en nuestro corazón y cada día se hacen más y más grandes, y alimentan nuestro odio. ¿Cuál es el resultado? Quedamos atados por el odio y atamos al otro, lo que produce un deterioro del cuerpo, la mente y el espíritu de la persona.

Y, cuando alguien nos sugiere perdonar, pensamos "lo haré el día que sienta que puedo perdonar" ¿o no?. Pensamos que no le daremos el gusto al otro de perdonarlo, porque nos hizo mucho mal y por eso "lo va a pagar".

Lo que lamentablemente no nos damos cuenta, es que el que paga por eso somos nosotros, no nos podemos mover con libertad, estamos siempre ocultando eso que tanto nos dolió, lo cual hace que no podamos vivir plenamente. En una familia donde existen muchas heridas ocultas bajo alfombra que no se sacan a la luz, se enferman generaciones enteras. Una tras otra. Y esto no es un problema de Dios, es un tema que debemos resolver nosotros perdonando a quienes nos hirieron.

No es fácil, lo sé, pero se puede. No tengo idea cómo manejan desde los libros este tema, pero sé cómo lo maneja Dios. Es muy clara la oración que Jesús nos enseñó: "Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos también". Pero ¿es así, perdonamos también?. A veces no podemos, pero para esas ocasiones siempre tenemos la posibilidad de recurrir a Jesús, y pedirle que nos ayude con algo que, para nosotros pareciera ser imposible.

Y Jesús lo hace, siempre que le pongamos voluntad. Lo mejor de todo es, que al perdonar nos desatamos, nos liberamos, nos sacamos una gran mochila de encima, y podemos empezar a vivir desde otra perspectiva, con sueños que cumpliremos porque nada nos estará envenenando.

No debemos perder de vista el hecho de que seremos perdonados como nosotros hemos perdonado, esto es claro. Por eso, si te hicieron mal, si te ofendieron, si te molestaron, perdona y sigue adelante. Lo que haga el otro no es tu problema, tu tema es perdonar y avanzar liviano y en libertad hacia los sueños que tienes por delante.

7/04/2011

La escasez no es un “castigo” de Dios

¿Cómo debo hacer para que la abundancia de amor entre en mi vida?

¿Por qué no consigo crear esa abundancia en mi vida? La opinión que tenemos de nuestra vida depende de cómo nos sentimos, si dignos o indignos de amor, de ser amados o no. De cualquier forma, creamos una situación externa que refuerza la opinión que tenemos acerca de nosotros mismos.

Los pensamientos condicionados de escasez derivan de nuestra percepción de ser indignos de amor. Cuando no nos sentimos dignos de amor, proyectamos esa carencia hacia fuera, hacia nuestro exterior. Cada preocupación relativa a algo que no tenemos, deriva del hecho de vivir en el pasado, la “falta” es simplemente el recuerdo, una memoria celular de viejas heridas que han sido proyectadas en el futuro.

Y lo que nos lleva a tener pensamientos condicionados de escasez es el miedo de que nos pase nuevamente lo que ya sucedió en el pasado, precisamente porque aún no hemos transmutado aquella memoria. Para poner fin a pensamientos condicionados de escasez debemos perdonar el pasado. No importa lo que pasó, pues ya no volverá a tener efecto cuando sea cambiado. ¿Te sientes tratado injustamente?

Si es así, proyectarás esa carencia en tu vida, pues solo quien se siente tratado injustamente será tratado injustamente. Perdonar el pasado y dejarlo ir hace posible una elección actual diferente. No importa cuántas veces hemos cometido el mismo error, tenemos una nueva oportunidad de perdonar. Sin el perdón es imposible dejar ir los pensamientos de escasez.

Las heridas ocultas dan vida a costumbres diarias que nos hacen vivir en el pasado y estas heridas deben ser reconocidas y sacadas a la luz de nuestra conciencia despierta, en todas las convicciones y en todos los presupuestos inconscientes también. Ello porque el que no recordemos una memoria, una creencia, no significa que no exista y que no actúe en nuestra vida diariamente.

La escasez es un profesor importante. Cada cosa que echamos a faltar en nuestra vida, cada sensación de carencia, refleja una sensación interna de no ser dignos, y de ella debemos hacernos conscientes. La experiencia de la escasez no es un “castigo” de Dios, sino que somos nosotros, que ponemos de manifiesto ante nosotros mismos, una convicción que ha de ser corregida.

La abundancia no existe solo para el dinero, sino que además engloba otros aspectos de la naturaleza del hombre, tales como salud, amor, amistad, autoestima, éxito profesional, inteligencia, creatividad, y tantos otros que nos hacen sentir bien, dándonos la sensación de felicidad y plenitud.

Por tanto, cuando pensamos en la falta de dinero y cuando queremos abundancia de él en nuestras vidas, estamos reflejando tan solo un aspecto de nuestras necesidades interiores. Pues en realidad hay carencia de amor, es el amor lo que trae la abundancia en nuestras vidas.


¿Soy digno del amor de los demás?.... ¿Cómo estamos viviendo nosotros nuestro camino? ¿Somos los hombres y mujeres que llevamos la esperanza a los últimos rincones? ¿Nos comprometemos en la lucha por la justicia y la igualdad, al mismo tiempo que miramos más allá de lo terreno?

Nuestro mundo parece caerse a pedazos

Hoy debemos hacer un alto en el camino y detenernos a contemplar este corazón inmenso de María, saborear sus dulzuras y aceptar el cariño maternal que nos ofrece. A veces se han hecho imágenes demasiado dulces de María, pero su corazón es fuerte, comprometido y valiente. Un corazón capaz de hacer del silencio un tesoro y del servicio una virtud. Un corazón capaz de descubrir las necesidades de los otros y con discreción y sigilo remediarlas.

Nuestro mundo parece caerse a pedazos. Se siembra la desconfianza y se viven situaciones de angustia e inconformidad. En España se lleno todo el territorio con la marcha de los “indignados” cuestionan las estructuras económicas y políticas. Crisis económica, crisis social, crisis de poder, crisis de la familia, crisis de los valores. Cada día más migrantes en medio de rechazos y discriminaciones, cada día más hambre, cada día más inseguridad… ¿No habrá otro camino para nuestro mundo?

• ¿No habrá otro camino para nuestro mundo. Si la hay. Es la construcción de un nuevo mundo y de unas nuevas estructuras. Los carros de guerra no tienen sentido en un mundo de hermanos, los caballos de combate no tienen que hacer cuando se busca la armonía, y los arcos del guerrero no deben amenazar la vida de los que llevan nuestra misma sangre. ¿Creemos que es posible romper el círculo de la violencia?

• ¿Cuál es la amenaza que se cierne sobre la humanidad actual?: Necesitamos transformar radicalmente los fundamentos y estructuras de la sociedad para no perecer. No podemos seguir guiándonos por criterios del mundo, del poder, del dinero. Los valores que sembramos en el corazón de la niñez, van dando sus frutos. ¿Cuáles son los valores que quiere imponerme el mundo y que no son acordes con el ideal de justicia?

• Es hora de cambiar profundamente tanto a nivel personal como en la sociedad, tanto en la comunidad internacional como en la familia. Y la forma de construir el Mundo, es desde los pequeños, desde los humildes y desde los pacíficos. Sólo con humildad y con paz se puede romper el círculo de la violencia. Pero pacífico y humilde no son, personas pasivas, sin nervio, sin ánimo, sin pasiones, indiferentes y sin emociones

• Hoy podemos acercarnos al corazón de María, hoy podemos imitarla en su amor y su decisión valiente, libre y comprometida. Un corazón de madre capaz de acercarse al que está caído y con palabras dulces pero contundentes levantarlo de su caída y con discreción y sigilo auxiliarlo. Hoy, junto con ella en la cruz de Jesús pondremos el dolor de todos los crucificados. Hoy en la alegría rebosante de su corazón nos transformaremos con ella contemplando la Resurrección de su Hijo. Con María podremos construir el mundo nuevo que siempre soñó Jesús.

• Los más sencillos, los más humildes son los que se comprometen con la verdad. Los sabios y entendidos, según el mundo, juegan con los sentimientos, buscan ventajas y abusan de su fortaleza. Precisamente Cristo ha elegido siempre a los pobres y sencillos; no es difícil descubrirlo en su evangelio. Hoy invita a los fatigados y agobiados a que coloquen su corazón junto al suyo para encontrar alivio.

• No nos hagamos ilusiones. O somos católicos o no lo somos. Si lo somos, es preciso que se manifieste en todos los campos de nuestra vida. “El estilo de vida de los creyentes”. “Será sobre todo mediante su conducta, mediante su vida, como la Iglesia evangelizará al mundo, es decir, mediante un testimonio vivido de fidelidad, de pobreza y desapego de los bienes materiales, de libertad frente a los poderes del mundo.

¿Jesús rechaza? De ninguna manera, todo lo contrario: anima, consuela y salva. Así es Jesús: siempre buscó la vida del pequeño y del despreciado. Así nos enseña hoy también que tenemos que actuar todos sus discípulos. Nos queda un gran cuestionamiento en relación con el puesto y dignidad de la mujer. Todos, teóricamente, decimos que hay igualdad de géneros, pero encontramos graves discriminaciones en los trabajos, en la sociedad y aún en la misma Iglesia. ¿Cómo actuaría Jesús? ¿Cómo daría vida y dignidad?

• Tenemos que reconocer que nos hemos dejado deslumbrar por falsos valores que no pueden proporcionar verdadera felicidad a la persona y que han ocasionado rivalidades, ambición y egoísmo. Si uno no está dispuesto a afrontar los retos y luchar con pasión por la justicia, no puede llamarse manso ni humilde: será irresponsable e indiferente. ¿Cómo me estoy comprometiendo en la vida diaria, para construir este mundo nuevo?

7/02/2011

La pobreza tiene muchas facetas


• Desde la familia y la escuela, hay que educar para pensar, analizar, juzgar,criticar, reflexionar, comparar, confrontar, ir a las razones más profundas, preguntar el por qué y el para qué. Sólo así aprendemos a actuar por convicciones, a ser libres y no esclavos de personas, tendencias o sentimientos pasajeros. La misma fe tiene una base racional; no es irracional y absurda; trasciende la razón, pero no la elimina.

• “Nuevos problemas y nuevas esclavitudes emergen en nuestro tiempo, tanto en el llamado primer mundo, acomodado y rico pero incierto sobre su futuro, como en los países emergentes donde, a causa de una globalización a menudo caracterizada por el lucro, acaban por aumentar las masas de los pobres, de los emigrantes y de los oprimidos, en quienes se debilita la luz de la esperanza”.


La pobreza tiene muchas facetas. Hay ricos y riquísimos que son miserables en valores humanos y cristianos. Muchos pobres tienen un corazón de oro, pues son honestos, justos, trabajadores y solidarios; sin embargo, son los que más sufren, por el sistema injusto en que vivimos. La pobreza ha crecido. Esta situación no puede ocultarse tras las estadísticas; la pobreza adquiere en la vida real rostros muy concretos.

• La desigualdad social, la pobreza el desempleo, los bajos salarios, la emigración forzada y los niveles inhumanos de vida, exponen a la violencia a muchas personas: por la irritación social que implican; por hacerlas vulnerables ante las propuestas de actividades ilícitas y porque favorecen, en quienes tienen dinero, la corrupción y el abuso de poder. Además de criticar al sistema, veamos qué podemos hacer por los pobres.

Uno de los mayores males de nuestro tiempo es la mediocridad en las cuestiones de fe. No nos hagamos ilusiones. O somos católicos o no lo somos. Si lo somos, es preciso que se manifieste en todos los campos de nuestra vida. Pero más que estrategias novedosas, lo que importa es “el estilo de vida de los creyentes”. “Será sobre todo mediante su conducta, mediante su vida, como la Iglesia evangelizará al mundo, es decir, mediante un testimonio vivido de fidelidad a Jesucristo, de pobreza y desapego de los bienes materiales, de libertad frente a los poderes del mundo, en una palabra, de santidad”. Seamos más misioneros.

• Dicen que estamos en tiempos de crisis y que hay que hacer un esfuerzo. Los nuevos alcaldes han hecho uno enorme pero por el motivo contrario: por si ganaban poco, ahora ganarán mucho más. Pero también se han producido bajadas salariales. Y a pesar de ser noticia no cogen la relevancia que si que están adquiriendo los que se lo han subido. Creo que si somos justos se tendría que tener en cuenta.

• Si queremos resucitar tiene que haber muerte, como para que haya primavera tiene que haber invierno, como para que haya un amanecer tiene que haber un anochecer; si queremos que la persona, la familia, la sociedad, la iglesia, el país resuciten a una vida nueva de justicia, de paz y de fraternidad, tenemos todos que hacer morir y sepultar las envidias, los odios, la mentira, las extorsiones, la corrupción la inseguridad

Cuando vemos a los grandes criminales y escuchamos los terribles asesinatos, crece en nuestro interior una ola de indignación y con frecuencia hasta deseos de venganza. Tengo un amigo que en esas ocasiones siempre lanza la pregunta: “¿Qué hay en el corazón de esas personas para que puedan hacer tanta maldad? Seguramente nunca sintieron el verdadero amor y no se sienten queridos por sus seres cercanos” Y con frecuencia hemos comprobado que al mismo tiempo que son grandes victimarios, ellos, en muchos modos y aspectos, también han sido víctimas y no han sentido el verdadero afecto.

• El amor es un ingrediente fundamental para el equilibrio sicológico y afectivo de la persona, de otro modo está desquiciado. Sólo el amor es capaz de sanar a un corazón herido, sólo el amor puede levantar a quien se encuentra perdido, sólo el amor es capaz de levantarnos, de restaurarnos y devolvernos la dignidad de hijos aún cuando nos hayamos alejado de la casa paterna.

7/01/2011

Hay que combatir la pobreza

• Responsables de los pueblos, clases poderosas que tenéis a veces improductivas las tierras que esconden al pan que a tantas familias falta: la conciencia humana, la conciencia de los pueblos, el grito del desvalido, y sobre todo la voz de Dios, la voz de la Iglesia os repite: es justo, no es humano, no es cristiano continuar con ciertas situaciones claramente injustas. Hay que poner en práctica medidas reales y eficaces.

. Aparecen muy diversas imágenes de Iglesia. Se vislumbra la Iglesia de la interioridad pero también la que se aventura y se arriesga a llevar el anuncio público; la del consuelo y la de la inseguridad; la de la fuerza y la del respeto; la que interpela y cuestiona pero también la que es sometida a la prueba y a la interpelación; la que predica y la que viene puesta en duda, obligada a dar cuentas y llamada a la coherencia.

• El odio viene cuando no se acepta al otro por hermano. Si miramos a las personas diferentes como enemigos o adversarios en nuestra lucha por los bienes materiales, se despierta la envidia y la ambición y no pensamos en que son hermanos nuestros, sino los miramos como rivales. El verdadero discípulo tendrá que cuidarse de no ser odiado por su incongruencia o por no ser fiel al evangelio, por hablar una cosa y hacer otra

• LA POBREZA, es la situación que afecta a las personas que carecen de lo necesario para el sustento de sus vidas. Nos encontramos ante un concepto multidimensional; no contempla sólo aspectos económicos sin que además incluya aspectos no materiales y ambientales .En otras palabras, la pobreza implica no tener la oportunidad de vivir una vida larga, sana, y disfrutar de libertad y respeto por sí mismo y de los demás.

• El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo Humano resalta como principal causa de la pobreza la carencia de compromiso político y no la excusa relacionada con escasez de recursos financieros para justificar la situación de constante evolución de la pobreza. Crecimiento económico no implica desarrollo social. En muchos países, se ha mejorado económicamente pero no así la calidad de vida de sus habitantes.

• Necesitamos una globalización más globalizada, donde todo el mundo pueda tener los mismos derechos, las mismas oportunidades, las mismas calidades de vida. Y las decisiones políticas podrían ir en ese camino, gobernando para buscar y mantener la paz, la justicia y la solidaridad. Sin estas tres premisas todo se hace más complicado. Generar más solidaridad en todos los ámbitos nos procurará un futuro distinto quizá mejor.

• Es innegable que la pobreza ha aumentado en niveles alarmantes a nivel mundial. Hay una mayor brecha en cuanto a los niveles de vida entre ricos y pobres y los Estados se muestran incapaces o desinteresados en buscar fórmulas para la resolución de los graves problemas sociales. Muchos se ven obligados a planificar estrategias de supervivencia para resolver su situación, haciendo trabajos en la economía sumergida.

• La solidaridad como actitud de fondo implica, sentir la pobreza ajena como propia, hacer carne de uno mismo la miseria de los marginados y, a la vista de ello, actuar con rigurosa coherencia. No se trata sólo de la profesión de buenas intenciones sino también de la decidida voluntad de buscar soluciones eficaces en el plano técnico de la economía, con la clarividencia que da el amor que brota de la solidaridad.

• El creyente no puede utilizar la esperanza cristiana como coartada en favor de un desinterés por los compromisos con los demás hombres en las tareas comunes de este mundo. El cristiano ha de atestiguar y verificar ante el mundo su esperanza participando activamente en lo que la humanidad espera. La fe y la caridad cristiana requieren la mediación de las criaturas: el amor a Dios pasa a través del amor a los hermanos.

• El hambre es sencillamente la pobreza llevada a su máxima expresión. Con lo cual, lógicamente, hay que combatir la pobreza, hay que dar a la gente los medios y las condiciones para que puedan enriquecerse. Cuanto más responsable y preparada sea la gente en el poder, menos hambre habrá en el mundo. El problema es que todo esto, como demuestra la historia de la especie, es mucho pedir.

Mientras muchos de nosotros venderíamos nuestras almas por conseguir la pastillita mágica que nos permitiera hartarnos de churros, chorizo y huevos fritos sin aumentar de peso. y (claro) sin incrementar los niveles de colesterol, hay 800 millones de personas en el mundo que se van a la cama todas las noches con hambre. Y hay más de 800 millones que tienen sobrepeso o padecen obesidad.

• En otras épocas el hambre era un fantasma que recorría todo el mundo pues cualquier desastre en una cosecha, una guerra civil o las inclemencias del tiempo podían dejar sin alimento a miles de personas. Con el desarrollo de la industria alimentaria muchos países dejaron definitivamente atrás ese cruel fantasma. Pero mientras a mucha gente le basta abrir la alacena una gran parte del mundo sigue teniendo hambre.