1/31/2012

La familia es lo primero

Muchos jóvenes atrapados por las drogas y el alcohol provienen de familias desintegradas. Varios de ellos no han vivido en un hogar gratificante, sino que han padecido violencia intrafamiliar, irresponsabilidad o agresión de un padre o una madre acomplejados. Adolescentes y jóvenes que se suicidan, o que lo intentan, no encuentran entre los suyos un ambiente que les inspire confianza y seguridad, sino sólo reproches, incomprensiones y amenazas. Quienes de noche y a escondidas se dedican a grafitear paredes y edificios, expresan de esa forma no sólo su inconformidad con la sociedad, sino también su soledad existencial, su frustración ante la vida; dibujar simbolismos en casas ajenas, les da valor y les hace sentir importantes. Los que integran pandillas violentas, construyen otro tipo de familia con quienes sufren las mismas carencias; sólo así se acompañan, se defienden, se dan cariño, se consuelan mutuamente, se sienten fuertes, grandes y poderosos; sólo así sobreviven. Es una señal clara de que no han gozado de amor, serenidad, paz y armonía en su hogar. ¡Cuántas carencias afectivas han padecido! Gritan su sed de amor.

¿Cuáles son los lugares donde madura una verdadera educación en la paz y en la justicia? Ante todo en la familia, puesto que los padres son los primeros educadores. La familia es la célula originaria de la sociedad. En la familia es donde los hijos aprenden los valores humanos que permiten una convivencia constructiva y pacífica. En la familia es donde se aprende la solidaridad entre las generaciones, el respeto de las reglas, el perdón y la acogida del otro. Ella es la primera escuela donde se recibe educación para la justicia y la paz.

Vivimos en un mundo en el que la familia, y también la misma vida, se ven constantemente amenazadas y, a veces, destrozadas. Unas condiciones de trabajo a menudo poco conciliables con las responsabilidades familiares, la preocupación por el futuro, los ritmos de vida frenéticos, la emigración en busca de un sustento adecuado, cuando no de la simple supervivencia, acaban por hacer difícil la posibilidad de asegurar a los hijos uno de los bienes más preciosos: la presencia de los padres; una presencia que les permita cada vez más compartir el camino con ellos, para poder transmitirles esa experiencia y cúmulo de certezas que se adquieren con los años, y que sólo se pueden comunicar pasando juntos el tiempo. Deseo decir a los padres que no se desanimen. Que exhorten con el ejemplo de su vida a los hijos.

Padres de familia: Es de primera importancia salir a buscar el pan de cada día; pero es más importante organizarse para estar juntos, platicar, compartir experiencias, descansar, ver la tele, salir a dar la vuelta, leer y comentar algo. Hay que facilitar espacios en casa para que las amistades de sus hijos lleguen a estudiar y a divertirse juntos, cerca de ustedes, y no tengan que refugiarse en lugares indebidos.

Maestros, educadores, : Démonos tiempo para escuchar a los adolescentes y jóvenes, no sólo regañarlos y exigirles. Como muchos no tienen en su familia quien les preste atención, abramos el corazón a sus inquietudes, dudas y dolores. Analicemos sus propuestas y peticiones.

1/30/2012

Seamos justos con los demás

Amigos, la vida es algo tan efímera que hoy estamos aquí y del mañana nada sabemos, seamos justo con nuestros principios, no condenemos al caído, es mas, ayudemos a levantarlo... amemos a los que siempre han estado con nosotros en los tiempos buenos y en tiempos malos. Busquemos algo que nos llene la vida, sigamos intentando ser mejores día a día.

Quizás nuestro trabajo no es el mejor que pudiéramos tener, pero agradece tenerlo... hay personas que nada tienen y se alegran con lo poco que sí tienen.
 Seamos justos con las personas que están a nuestro lado, no gritemos a quien trabaja o vive a nuestro lado, eso nos hace mezquinos, y el gritar no es sinónimo de poderío, sino de debilidad.

No pensemos en el daño que nos causaron, quizás era mejor que sucediera así para darnos cuenta que no siempre es lo mejor lo que tenemos a nuestro lado, dejemos que la vida juzgue aquellos hechos.

No porque alguien nos dañe en la vida será algo permanente, no, tenemos mucho por que luchar, por lo cual vivir, puede que en estos momentos no lo veamos así, pero ya verás que el tiempo curará nuestras heridas y volveremos a sonreír con mucha más alegría , con más ganas de vivir.

Siempre hay a nuestro lado alguien que nos escucha y nos alienta alguien que nos enseña a ser humildes; alguien que corre a nuestro encuentro si estamos heridos, tristes, y porqué no, también cuando la vida nos da felicidad.

Amigos, siempre existe ese ser que nos protege, no nos dejemos abatir, demos otra oportunidad a nuestra vida, aún podemos ser felices, no dejemos que una nube nos tape el sol, verás que siempre habrá un nuevo amanecer, un nuevo amor a quien querer, un nuevo amigo a quien ayudar, sensibilicemos nuestro ser para poder recibir y a la vez entregar lo mejor de nosotros.

Si estas solo esta noche... piensa en estas palabras que te regalo en humildad, no soy un escritor de palabras rebuscadas, soy un poeta que siente mucho cariño y soy tan igual como ustedes, quizás yo también esté solo hoy, pero sonreiré al saber que has leído y quizás hasta te ha servido este escrito que para ti he escrito...

Querámonos, porque nuestro tiempo junto será empleado haciendo crecer al mundo en bondad y compasión hacia otros seres. Que las fuerzas nos acompañen siempre, aún en tiempos de agravios, que cumplamos nuestras metas.

Somos la luz en esencia...  ¡seámoslo también en existencia!


Amigos con las manos unidas, cerremos los ojos, para sentir que no estamos solos, y que no lo estaremos más, somos amigos, recuerda que siempre hay alguien que nos espera, alguien que nos ama tal como somos, que no intenta cambiarnos en nada; eso es el amor y la amistad, demos todo de nosotros a aquellos que nos rodean y veremos grandes bendiciones en nuestras vidas, nuevas esperanzas.

Y miremos con la vista bien en alto, y soñemos, riamos, seamos felices, ayudemos al hermano, amando como si fuese nuestro último día, ese es el secreto de la felicidad: amar sin orgullo, luchar por nuestros ideales, nunca bajemos los brazos, aún en la dificultad, el valor que nos lleva a enfrentar la adversidad hace de nosotros seres dignos.

Sin importar nuestra religión, creencias, sexualidad, razas... unamos nuestras manos y abracémonos como hermanos no importándonos nuestras diferencias, aceptándonos tal y como somos.

1/29/2012

La vida, un canto de amor

Toda la vida en su plenitud debería ser un canto al amor.


Hace algunos días, un amigo, de esas personas con alma de artista y corazón de niño, me hizo observar una flor con todo detenimiento: su tallo con cada trozo en diferente textura y forma; las hojas con sus tonos de verdes y sus ramificaciones, los pétalos, el pistilo… Tantas veces pasaba yo junto a aquella flor y nunca la había contemplado con tanto detalle, mientras él pasa horas y horas observando, pensando y buscando descubrir nuevas sorpresas. Para él cada hojita es un mapa del universo… contemplada así una flor es una maravilla. No importa su grandeza, no importa lo apreciada o sus costos, cada flor es una maravilla… y está ahí para que nosotros la contemplemos y demos gracias a la naturaleza que las creo.


No hay música más bella que el crecimiento de una planta, ni silencio más fecundo que la vida interior. ¿Por qué no contemplamos una planta con todo detenimiento? ¿Por qué no nos extasiamos en la grandiosa pequeñez de la vida diaria?

Miremos a esa persona que a diario sonríe y se levanta para dar nueva esperanza a los que la rodean; contemplemos la vigorosa explosión de alegría de aquel joven que sueña con cambiar el mundo, observemos al anciano que musita recuerdos y oraciones en busca de una paz verdadera…




1/28/2012

Violencia contra las mujeres

La violencia contra la mujer es un asunto de seguridad muy distinto para mujeres y hombres. Los actos o las amenazas de violencia, ya sea que ocurran en el hogar o en la comunidad, ya sea perpetrados o tolerados por el Estado, generan miedo e inseguridad en la vida de la mujer y son obstáculos para alcanzar la igualdad. El temor a la violencia, incluido el acoso, es un freno constante a la movilidad de millones de mujeres y limita su acceso a recursos y actividades básicas.

La violencia contra la mujer es uno de los mecanismos sociales cruciales por los cuales las mujeres son obligadas a adoptar una posición subordinada frente al hombre. En muchos casos, la violencia contra mujeres y niñas ocurre en la familia o dentro del hogar, donde suele ser tolerada. Con frecuencia el abandono, el abuso físico y sexual, y la violación de niñas y mujeres por familiares y otros integrantes del hogar, así como el abuso conyugal y extraconyugal, no son denunciados y, por tanto, son difíciles de detectar. Incluso cuando esa violencia es denunciada, a menudo no se protege a las víctimas ni se castiga a los responsables.

En muchos casos, las mujeres no tienen control sobre las relaciones sexuales y quedan embarazadas. Todos estos factores representan un núcleo concreto de inseguridad humana que rodea al cuerpo de la mujer. Las mujeres son sometidas a violencia porque son mujeres. Son violadas, obligadas a ejercer la prostitución, objetos de tráfico sexual o embarazado contra su voluntad. Existe gran preocupación por la violencia basada en el género en tiempos de conflicto, no sólo por lo extendida que es, sino también porque los crímenes más horrendos contra las mujeres quedan impunes y no siempre son reconocidos como violaciones de derechos humanos fundamentales.

En todo el mundo, las mujeres siguen estando mínimamente representadas en la toma de decisiones políticas, aunque se avanzó algo en el plano local donde las mujeres tienen mejores oportunidades de ser elegidas y donde comienzan sus carreras políticas. Estas disparidades entre mujeres y hombres en cargos públicos persisten en los foros nacionales e internacionales.

En ninguna parte del mundo existe la igualdad entre hombres y mujeres en el acceso a los recursos, créditos, tierras, agua y tiempo, o en su control. Las mujeres desempeñan un papel fundamental en la administración de los recursos naturales y tienen vastos conocimientos y experiencias sobre el agua, la tierra y las fuentes de energía que mantienen a sus hogares y comunidades. Las mujeres siguen concentradas en el sector informal, donde no existen garantías laborales ni de seguridad. Aquéllas que ingresan a la economía formal tienden a conseguir los empleos peor remunerados, con mayores riesgos ambientales y de seguridad.

Las mujeres siguen ganando menos que los hombres por la misma tarea, y superan en número a los hombres entre la población analfabeta. La responsabilidad de las mujeres con respecto a las tareas domésticas implica que el tiempo es un recurso sumamente limitado para ellas: tiempo para participar en organizaciones comunitarias, tiempo para estudiar y tiempo para generar ingresos. Por tanto, la capacidad de la mujer para proteger su propia seguridad y garantizar la seguridad de su familia difiere enormemente.

La protección y el respeto de los derechos humanos son considerados elementos importantes de toda agenda de seguridad humana. Este aspecto de la agenda debe ampliarse en forma expresa para asegurar una búsqueda más activa de los derechos de la mujer como derechos humanos. Es importante que el uso de los derechos humanos en este contexto incluya claramente temas de derechos específicos de género, así como los derechos reproductivos de la mujer y la violencia intrafamiliar contra la mujer.

Los derechos humanos de la mujer deben ocupar el centro de la comprensión de la seguridad humana. Todo enfoque de seguridad humana no debe apuntar exclusivamente a las mujeres como víctimas: víctimas de violación, refugiadas sin opciones, viudas sin recursos, trabajadoras comunitarias sin poder excluidas de las principales organizaciones de toma de decisiones, etc. Es fundamental que el activismo de las mujeres, especialmente en tiempos de crisis, sea destacado, ya que incluso en las situaciones más difíciles las mujeres poseen recursos, talentos y capacidades. Ningún objetivo de seguridad humana podrá alcanzarse sin tomar en cuenta los intereses de seguridad tanto de mujeres como de hombres. Es fundamental que la discusión acerca de la seguridad humana siga concentrándose en la gente, en mujeres y en hombres, como una alternativa a la seguridad de base militar del Estado que ha generado tantos conflictos en todo el mundo. En ninguna parte del mundo existe la igualdad entre hombres y mujeres.

Todos bebemos ser iguales

Entre mujeres y hombres debe existir la igualdad… NO la discriminación



La igualdad entre hombres y mujeres es uno de los principios fundamentales del Derecho comunitario. Los objetivos de la Unión Europea (UE) en materia de igualdad entre hombres y mujeres consisten en garantizar la igualdad de oportunidades y de trato entre ambos sexos y en luchar contra toda discriminación basada en el sexo.

En este ámbito, la UE ha aplicado un doble enfoque que engloba acciones específicas y la integración de la perspectiva de género. Esta cuestión presenta, asimismo, una marcada dimensión internacional en lo tocante a la lucha contra la pobreza, el acceso a la educación y los servicios de salud, la participación en la economía y el proceso de toma de decisiones, y la equiparación de la defensa de los derechos de la mujer con la defensa de los derechos humanos. ¿Cómo es posible que, durante siglos, media humanidad haya discriminado a la otra media? .

Si comenzáramos a analizar la discriminación de la mujer desde los principios de la historia y todas sus consecuencias, deberíamos llenar folios y folios de datos, causas y consecuencias, por ello, analizaremos la que es, desde el punto de vista de la ética, la principal causa de la discriminación sexual: la debida a la educación que reconoce, de entrada, un rol masculino y un rol femenino. El gran escritor español don Gregorio Marañón escribe “el gran error de nuestra sociedad ha sido educar al hombre contra la mujer y a la mujer contra el hombre” Sin duda alguna, ésta es una de las más importantes causas de la discriminación de la mujer, ya que este aspecto ha influido de forma determinante en la educación de hombres y mujeres. Ya desde que nacemos, estamos, hombres y mujeres, guiados a seguir distintos roles por la sociedad: si nos paramos a pensar, ¿a qué niño pequeño no le han vestido de azul alguna vez? Si echamos la vista atrás: ¿a qué niña no la han vestido con el típico vestidito rosa? Rara es la persona que no tiene estos recuerdos en su memoria.

Y como estos ejemplos, podríamos señalar otros diferentes como los juguetes bélicos para niños y las muñecas para niñas... que demuestran el seguimiento de la sociedad con estos roles. Si nos centramos en el campo religioso, resulta increíble saber que, en la religión cristiana, es admitido el hecho de que nunca han existido mujeres ordenadas en el sacerdocio y que éste ha sido uno de los argumentos más poderosos para negar el acceso de las mujeres a las órdenes sagradas. “Jamás la Iglesia Católica ha admitido que las mujeres pudieran recibir la ordenación presbiteral o episcopal.

Algunas sectas heréticas de los primeros siglos, sobre todo gnósticas, quisieron hacer ejercer el ministerio sacerdotal a mujeres” En la actualidad, el cristianismo apenas ha mejorado la situación de la mujer dentro de la religión ya que la iglesia católica ha venido justificando que se perpetuará la posición subordinada de las mujeres en la estructura eclesial, marginándolas de los puestos de responsabilidad y de los ministerios ordenados.


1/26/2012

No basta con lamentarse

El reto en nuestros días es hacer “milagros” que humanicen, dignifiquen y liberen. Necesitamos expulsar los demonios de la pobreza, la mentira y de la corrupción, necesitamos sanar a nuestra sociedad de la ambición y del materialismo, necesitamos una lucha abierta contra las drogas y la violencia. Necesitamos rehabilitar al hombre y hacerlo nuevo. En este día pensemos: ¿cómo estamos acogiendo al emigrante que viene a ganarse el pan con su trabajo? ¿En qué forma ejercemos la autoridad? ¿Qué “milagros” hacemos para dignificar a las personas? Sin temores, con sinceridad y audacia.

Ha habido muchos conflictos provocados por la ceguera del hombre, por sus ansias de poder y por intereses político-económicos que ignoran la dignidad de la persona o de la naturaleza. Hay demasiados escándalos e injusticias, demasiada corrupción y codicia, demasiado desprecio y mentira, excesiva violencia que lleva a la miseria y a la muerte. La agresividad es una forma de relación bastante arcaica, que se remite a instintos fáciles y poco nobles. No privemos a nuestros pueblos de la esperanza; es necesario que seamos verdaderos servidores de la esperanza.

Por todas partes se oyen quejas y lamentos, críticas e inconformidades, no sólo contra autoridades de todo nivel, sin excluir a las eclesiásticas, sino contra la misma familia: esposo contra esposa, padres contra hijos y éstos contra aquéllos. Hay insatisfacción por el sistema político, económico, educativo y laboral, por la violencia y la inseguridad, por el alza de los precios y la insuficiencia de los salarios, por la pobreza que no tiene horizontes fijos para ser abatida.

“Es verdad que ha aumentado el sentimiento de frustración por la crisis que agobia a la sociedad, al mundo del trabajo y la economía; una crisis cuyas raíces son sobre todo culturales y antropológicas. Parece como si un manto de oscuridad hubiera descendido sobre nuestro tiempo y no dejara ver con claridad la luz del día”. “las preocupaciones manifestadas en estos últimos tiempos por muchos jóvenes en diversas regiones del mundo: el deseo de recibir una formación que les prepare con más profundidad a afrontar la realidad, la dificultad de formar una familia y encontrar un puesto estable de trabajo, la capacidad efectiva de contribuir al mundo de la política, de la cultura y de la economía, para edificar una sociedad con un rostro más humano y solidario”.

A esto hay que agregar los problemas personales, la falta de trabajo y de dinero, no ver claro el futuro, las enfermedades, la desintegración familiar, la soledad existencial, la falta de sentido de la vida y de esperanza.

No nos quedemos en lamentos y en descalificaciones de unos contra otros. Hay que proponer soluciones viables y apoyar a quienes tengan iniciativas solidarias. Visita a un enfermo y consuélale; si puedes, llévale algún recurso o un alimento. Comparte ropa o comida con un emigrante, con un desempleado, con un anciano abandonado. Date tiempo para escuchar a tu cónyuge y a tus hijos, a tus padres y amigos. Preocúpate por los presos, sin condenarlos por su condición moral. Ofrece comprensión a un alcohólico y a un drogadicto; necesitan amor.

Si eres diputado o senador, analiza lo que decides y piensa siempre en el bien del pueblo, no sólo en los intereses personales y de tu partido. Si eres empresario, sé justo con tus trabajadores y comparte tus ganancias con generosidad. Si puedes incidir en la economía internacional, propón cambios estructurales de justicia y solidaridad. Si tu trabajo es impartir justicia, procede con verdad y sin corrupción. Si eres gobernante, abre tu corazón a los pobres y excluidos, sin abusar del poder y sin arrogancia. Si te dedicas al narcotráfico, al secuestro, a la extorsión, al lavado de dinero, a la explotación sexual de menores y de mujeres, arrepiéntete de todo corazón y cambia de vida.

La Juventud hacia donde va?

Sin lugar a dudas este es uno de los principales dilemas de los últimos años. Se puede constatar el gran vacío de ideas que caracteriza a la juventud actual. No existe una filosofía de vida, un rumbo de idea a través del cual se puedan alcanzar ciertos sueños perennizados en nuestro subconsciente donde el alma anhela siempre escapar de las paredes de un materialismo mundano que la tiene encadenada. La juventud de ahora no parece dispuesta a sacrificarse por un ideal o un sueño; la materialización asfixiante de la actualidad tiene manipulada a la juventud para que se encuentre dispuesta a integrarse plenamente al sistema establecido a través de un consumo desenfrenado.

Es evidente que los consumidores estrellas de los centros comerciales, las tiendas por departamentos, los cines, los fast food, las discotecas y un largo etc son precisamente los jóvenes. Los jóvenes son el punto fuerte del consumo de los últimos modelos de equipos de video, sonido y móviles. Hacia los jóvenes va dirigida la publicidad del consumo fácil y barato. La sociedad materialista y materializante actual dirige y manipula a los jóvenes a integrarse a carreras mercantilistas para que puedan alcanzar la falsa felicidad del dinero y los placeres simplistas, integrándose ellos mismos también como actores y digitadores del sistema dominante materialista.

La juventud puede lograr zafarse de ese mundo superficial y alcanzar una dimensión más real y profunda de la vida. Esto se puede conseguir fácilmente si los jóvenes se pusieran a pensar por sí mismos, pero cada día esto se va haciendo menos posible. Los medios masivos de comunicación ya no dejan pensar por sí misma a la gente, los métodos académicos actuales en escuelas y universidades ya no dejan pensar por sí mismos. Desarrollar un espíritu crítico es fundamental en esta tarea pero la sociedad actual dominante lo repudia.

Estamos viviendo, la era del manto utópico de la felicidad alcanzada por el dinero y los placeres simplistas. Pero también todos somos conscientes de que si puede existir una verdadera felicidad. La verdadera felicidad del alma no requiere cosas materiales, solo requiere amor. Si todos permitiéramos salir nuestra alma encerrada en las cuatro paredes del materialismo de nuestro subconsciente nos encaminaríamos por el sendero dichoso de la verdadera felicidad.

1/24/2012

Los Jóvenes de hoy

A pesar de que en muchos eslóganes y frases publicitarias se dice que los jóvenes son la esperanza y el futuro de la humanidad, se percibe un ambiente de desencanto y desconfianza hacia la juventud actual. Los jóvenes de hoy se tienen que enfrentar a un mundo difícil, hostil y tienen pocas armas para vencerlo. Las opciones de trabajo son muy escasas o nulas. Entonces para qué estudiar si no sirven los títulos, para qué prepararse si no se puede ejercer lo que se ha aprendido. Por otra parte, están encantados por un mundo fácil, de artificio, de ruido y de placer.

Los modelos a seguir son de oropel. Un día están en la cima y al día siguiente están desmoronados, pero surgen, o hacen surgir, nuevos ídolos que caerán mañana. ¿De dónde pueden asirse quienes van entrando a la vida? ¿Qué seguridades pueden tener? Muchas madres y pueblos pobres acompañan la tristeza, de sus hijos jóvenes maltratados por el hambre o por la falta de trabajo y oportunidades, o porque sucumbieron desesperados ante la droga o los caminos violentos. Porque se dejaron llevar por el placer y despertaron hastiados y vacíos. Hoy muchos jóvenes se encuentran paralizados, ante la inseguridad de su futuro y la falta de lugar para ellos en la sociedad, sin que tengan oportunidad de hablar y sin ser escuchados.

Por desgracia, lo mismo nos sucede en nuestras iglesias, se toma muy poco en cuenta su identidad, su forma de ser y se les quiere encasillar en moldes antiguos que acaban por asfixiarlos.  El acercarse y comprometerse con la juventud. Llevar la ayuda eficaz, el estímulo y el aliento, que los impulse a levantarse, a caminar con iniciativas. Es creer en el joven, sobre todo en el joven pobre, en el arrinconado, en el olvidado.

Los jóvenes no son el futuro de la sociedad. Son el presente, y si están olvidados o callados, se convierten en lastre cuando deben ser la energía, la alegría y la fortaleza que impulse a la creación de una nueva sociedad. Hoy también a cada uno de los jóvenes, por más desalentados que estén, por más adormilados que parezcan, por más olvidados que se encuentren, les debemos hablar de ilusión y esperanza.

1/18/2012

La ambición, el peor de los males

Los pobres. ¿Solo ellos alcanzaran la vida eterna?
El apego a los bienes endurece el corazón, dificulta las relaciones con los demás, enfría la fraternidad humana, nos cierra al compartir con el necesitado. La ambición del dinero, aunque a veces no lo tengamos, nos lleva a destruir y destruirnos con tal de poseer. El rico nunca se conforma con lo que ya tiene, siempre ambiciona más y destruye. El grave problema de nuestro mundo, no es la falta de alimentos pues “la riqueza crece en términos absolutos, pero aumentan también las desigualdades…en las zonas más pobres, algunos gozan de un tipo de vida de derrochador y consumista, que contrasta de modo inaceptable con situaciones persistentes de miseria deshumanizadora”.

El verdadero problema es la ambición. La ambición provoca la corrupción, la violación de derechos humanos, la ilegalidad, la destrucción del medio ambiente a favor de unos cuantos, miseria y pobreza. Nuestro planeta, semidestruido y agotado, nos grita que ha sido testigo en carne propia, de ambiciones que lo han saqueado y puesto al borde de su destrucción. El agua, el aire, los árboles, las minas, lejos de ser una fuente de ingresos y bienestar para todos los hermanos, se han convertido en botín de unos cuantos que saquean y arrebatan y al final dejan las zonas estériles y vacías. Miremos si nuestra ambición no ha dañado a personas, a la naturaleza, a la familia.


1/16/2012

Todos somos maestros.. de nosotros mismos

 Somos maestros porque tenemos el poder de crear y de dirigir nuestra propia vida. De la misma manera en que las distintas sociedades y religiones de todo el mundo han creado una mitología increíble, nosotros creamos la nuestra.

Nuestra mitología personal está poblada de héroes y villanos, ángeles y demonios, reyes y plebeyos. Creamos una población entera en nuestra mente e incluimos múltiples personalidades para nosotros mismos. Después, adquirimos dominio sobre la imagen que vamos a utilizar en determinadas circunstancias. Nos convertimos en artistas del fingimiento y de la proyección de nuestra imagen y en maestros de cualquier cosa que creemos ser. Cuando conocemos a otras personas las clasificamos de inmediato según lo que nosotros creemos que son. Y actuamos del mismo modo con todas las personas y cosas que nos rodean.

Tienes el poder de crear. Tu poder es tan fuerte que cualquier cosa que decidas creer se convierte en realidad. Te creas a ti mismo, sea lo que sea que creas que eres. Eres como eres porque eso es lo que crees sobre ti mismo. Toda tu realidad, todo lo que crees, es fruto de tu propia creación. Tienes el mismo poder que cualquier otro ser humano en el mundo. La principal diferencia entre otra persona y tú estriba en la manera en que aplicas tu poder y en lo que creas con él.

Tal vez te parezcas a otras personas en muchas cosas, pero no todo el mundo vive la vida de la misma manera que tú. Has practicado toda tu vida para ser quien eres y lo haces tan bien que te has convertido en un maestro de lo que crees que eres. Eres un maestro de tu propia personalidad y de tus propias creencias; dominas cada acción y cada reacción. Practicas durante años y años hasta que alcanzas el nivel de maestría para ser lo que crees que eres. Y cuando por fin comprendemos que todos nosotros somos maestros, llegamos a ver qué tipo de maestría tenemos.

Cuando un niño tiene un problema con alguien, y se enfada, por la razón que sea, el enfado hace que el problema desaparezca y de este modo obtiene el resultado que quería. Entonces, vuelve a ocurrir, y vuelve a reaccionar con enfado, ya que ahora sabe que, si se enfada, el problema desaparecerá. Pues bien, después practica y practica hasta llegar a convertirse en un maestro del enfado. Pues bien, de esta misma manera es como nos convertimos en maestros de los celos, en maestros de la tristeza o en maestros del auto-rechazo.

Toda nuestra desdicha y nuestro sufrimiento tienen su origen en la práctica. Establecemos un acuerdo con nosotros mismos y lo practicamos hasta que llega a convertirse en una maestría completa. El modo en que pensamos, el modo en que sentimos y el modo en que actuamos se convierte en algo tan rutinario que dejamos de prestar atención a lo que hacemos. Nos comportamos de una manera determinada sólo porque estamos acostumbrados a actuar y a reaccionar así. Pero para convertirnos en maestros del amor tenemos que practicar el amor.

El arte de las relaciones también es una maestría completa y el único modo de alcanzarla es mediante la práctica. Por consiguiente, para llegar a ser maestro en una relación hay que actuar. No se trata de adquirir determinados conceptos ni de alcanzar un conocimiento en concreto. Es una cuestión de acción. Ahora bien, evidentemente, para actuar es preciso contar con algún conocimiento o al menos con una mayor conciencia de la manera en que funcionamos los seres humanos.

Los seres humanos vivimos con el miedo continuo a ser heridos y esto da origen a grandes conflictos dondequiera que vayamos. La manera de relacionarnos los unos con los otros provoca tanto dolor emocional que, sin ninguna razón aparente, nos enfadamos y sentimos celos, envidia o tristeza. Incluso decir «te amo» puede resultar aterrador. Pero, aunque mantener una interacción emocional nos provoque dolor y nos dé miedo, seguimos haciéndolo, seguimos iniciando una relación, casándonos y teniendo hijos.

Debido al miedo que los seres humanos tenemos a ser heridos y a fin de proteger nuestras heridas emocionales, creamos algo muy sofisticado en nuestra mente: un gran sistema de negación. En ese sistema de negación nos convertimos en unos perfectos mentirosos. Mentimos tan bien, que nos mentimos a nosotros mismos e incluso nos creemos nuestras propias mentiras. No nos percatamos de que estamos mintiendo, y en ocasiones, aun cuando sabemos que mentimos, justificamos la mentira y la excusamos para protegernos del dolor de nuestras heridas.

Unos seres humanos actúan contra otros seres humanos en una jungla de predadores; seres humanos llenos de juicios, llenos de reproches, llenos de culpa, llenos de veneno emocional: envidia, enfado, odio, tristeza, sufrimiento. Y creamos todos estos pequeños demonios en nuestra mente porque hemos aprendido a soñar el infierno en nuestra propia vida. Todos nosotros creamos un sueño personal propio, pero los seres humanos que nos precedieron crearon un gran sueño externo, el sueño de la sociedad humana. El Sueño externo, o el Sueño del Planeta, es el Sueño colectivo de billones de soñadores. El gran Sueño incluye todas las normas de la sociedad, sus leyes, sus religiones, sus diferentes culturas y sus diferentes formas de ser.

Pero lo que nosotros somos en realidad es puro amor; somos Vida. Y lo que somos en realidad no tiene nada que ver con el sueño. Cuando contemplas el sueño desde esta perspectiva, y cobras conciencia de lo que eres, comprendes cuán absurdo resulta el comportamiento de los seres humanos, y entonces, se convierte en algo divertido. Lo que para todos los demás parece un gran drama para ti es una comedia. Ves de qué modo los seres humanos sufren por algo que carece de importancia, algo que ni siquiera es real. Pero no tenemos otra opción.

Nacemos en esta sociedad, crecemos en esta sociedad y aprendemos a ser como todos los demás, actuando y compitiendo continuamente de un modo absurdo. Cuando un ser humano nace, su mente y su cuerpo emocional están completamente sanos. Quizás hacia el tercer o cuarto año de edad empiecen a aparecer las primeras heridas en el cuerpo emocional y se infecten con veneno emocional. Pero, si observas a los niños de dos o tres años y te fijas en su manera de comportarse, verás que siempre están jugando. Los verás reírse sin parar. Su imaginación es muy poderosa y su manera de soñar una auténtica aventura de exploración. Cuando algo va mal reaccionan y se defienden, pero, después, sencillamente se olvidan y vuelven a centrar su atención en el momento presente para seguir jugando, explorando y divirtiéndose. Viven el momento. No se avergüenzan del pasado y no se preocupan por el futuro. Los niños pequeños expresan lo que sienten y no tienen miedo a amar. Por eso los momentos más felices de nuestra vida son aquellos en los que jugamos como si fuéramos niños, cuando cantamos y bailamos, cuando exploramos y creamos con el único propósito de divertirnos.

Cuando nos comportamos como niños nos resulta maravilloso porque ese es el estado normal de la mente humana, la tendencia natural. Somos inocentes, igual que los niños, y para nosotros es normal expresar amor. Pero ¿qué nos ha ocurrido? ¿Qué le ha ocurrido al mundo entero? Todas esas falsas imágenes que intentamos proyectar provocan un gran sufrimiento en muchos seres humanos. Las personas fingimos ser muy importantes, pero, a la vez, creemos que no somos nada. Ponemos mucho empeño en ser alguien en el sueño de esa sociedad, en ganar reconocimiento y en recibir la aprobación de los demás. Hacemos un gran esfuerzo para ser importantes, para triunfar, para ser poderosos, ricos, famosos, para expresar nuestro sueño personal e imponer nuestro sueño a las personas que nos rodean. ¿Por qué? Pues porque creemos que el sueño es real y nos lo tomamos muy en serio.
















1/15/2012

Venta de personas

Hay encuentros que transforman y enaltecen; hay encuentros que denigran y trastornan. Imposible no sentir rabia e indignación ante las terribles realidades que narra la jovencita guatemalteca que un día salió de su terruño con la ilusión de una vida mejor y con las promesas de “aquel hombre” que le aseguró no solamente un trabajo digno sino un amor sincero. Sin darse cuenta pronto se vio enredada en las garras de la prostitución y del narco. Ahora tiene 19 años; pero hace tres años que inició, como era delgadita, le inyectaban “no sé qué cosas” en las piernas y en el pecho para que se viera mejor y tuviera más clientes. Un infierno del que no sabe cómo salió y que la ha dejado aturdida, luchando por recuperar una vida perdida. En la oscuridad, en el anonimato, hay encuentros que matan: la trata de personas, la violencia contra los menores, el trabajo obligado de los niños, la corrupción, las violaciones… Encuentros que matan y que quedan en la indiferencia, en la impunidad y que siempre ahí están. En cambio hay otros encuentros que dan vid

¿Cuánto cuesta una mujer? ¿Cuánto vale un menor? Es triste que tasemos los cuerpos en aras del negocio, del placer o del progreso de los pueblos. Las cifras son alarmantes y sin embargo se quedan cortas porque muchas de estas dolorosas violaciones quedan en el secreto de la familia, en el silencio amenazante, o en los archivos secretos de las naciones como víctimas colaterales, sacrificadas “a favor de unos cuantos poderosos”. La manipulación y la comercialización del cuerpo en los medios de comunicación, el desprecio a un sano pudor, la pornografía abierta y la burla de los valores humanos, van en contra de una recta concepción de la sexualidad y de una verdadera educación. ¿Qué puedo hacer para evitar toda manipulación, comercialización, violación y venta de personas?

Hay encuentros que cambian la vida y transforman a las personas. Hay encuentros que parece imposible no haberlos tenido antes porque se dan de una manera tan íntima y personal que pareciera que toda la vida los estuviéramos esperando.

1/14/2012

No seamos ciegos, ante las injusticias

“La pobreza es la incapacidad de satisfacer las necesidades mínimas”.
A los pobres, se les margina, se les hace a un lado del camino, se les impide actuar y se les trata de mantener sumisos con una limosna. Hay todavía algunos que tratan de impedir y argumentar, que no hay que molestar. Hoy hay quienes tratan de tener sometido y quieto al pueblo, que se aturda con los ruidos, que se mantenga apático, que no vea… aunque se le tenga que saciar con limosnas y migajas. Hoy también debemos gritar: Que nos concedan la capacidad de ser sujetos activos y dinámicos de nuestro propio destino, que no quedemos tirados a la orilla del camino, que nos arriesguemos por los caminos de la luz y de la responsabilidad, que podamos sentarnos a la mesa a compartir los alimentos dignos ganados con nuestro propio sudor pero que no se nos manipule con limosnas que acallan las conciencias. Hoy también nosotros nos tenemos que arriesgar.

“Las formas elementales de la pobreza”.

La pobreza integrada, la pobreza marginal y la pobreza descalificadora. La pobreza integrada podría ser considerada como un problema social: los pobres son numerosos, aunque no constituyan una clase por sí mismos, y pueden verse como un conjunto de personas que sufren la pobreza de forma endémica, casi hereditaria. Es un estado que suele darse en países con una economía poco desarrollada o en fase de desarrollo. Las personas que pertenecen a esta categoría no están estigmatizadas a nivel social, y de hecho el debate se centra en cómo el desarrollo económico puede ayudarles y hacer desaparecer la escasez que sufren. Lo normal para subsistir en este tipo de pobreza es dedicarse a la economía informal y apoyarse en la solidaridad familiar, puesto que se cuenta con poca cobertura y ayudas. La pobreza marginal convierte a los pobres en “fallos” del sistema. Este tipo se da en economías desarrolladas, que casi alcanzan el pleno empleo, y donde las ayudas y los programas sociales son numerosos; precisamente por este motivo, las personas que quedan al margen, sea por circunstancias excepcionales o de forma habitual, son tratadas con recelo, transformándolas en una clase aparte, que se deja de lado para no cuestionar el buen funcionamiento del sistema.

No cuentan con tanto apoyo familiar, puesto que se les considera inadaptados o fracasados, y por lo tanto las personas están bastante estigmatizadas. Por último, la pobreza descalificadora aparece en situaciones derivadas de un fuerte aumento del paro, inestabilidad laboral y recesión. Las personas que sufren este tipo de pobreza son rechazadas y no tienen acceso a demasiadas ayudas sociales, puesto que su número tiende a ser alto y no se las considera productivas; esta situación provoca una expulsión del mercado de trabajo, fruto de una inseguridad social que se ha venido desarrollando en las economías liberales modernas. Es más amplia que la pobreza marginal y despierta un interés por la “cuestión social”: la forma de abordar una solución que pueda atenuar las difíciles circunstancias en las que se ven inmersas muchas personas de forma inopinada.

 El miedo a la exclusión y el hecho de que es un tipo de pobreza que se ceba con determinados grupos (emigrantes, gente sin estudios, trabajadores del sector primario), hace que se la estigmatice y que existan sectores considerados como problemáticos. Además, la cantidad de personas afectadas convierte los programas de ayuda en procesos interminables, laboriosos y, con mucha frecuencia, poco útiles, por lo que la reinserción en el mundo laboral es casi imposible. Es obvio decir que este tipo de pobreza es el que presentan en la actualidad casi todos los países europeos. “La pobreza es la incapacidad de satisfacer las necesidades mínimas”.

1/13/2012

Historia de la pobreza

 La pobreza es parte de la historia misma de la humanidad, siempre se le ha considerado como una situación normal en la vida del hombre. Los escritos de la antigüedad reflejan como la escasez de alimentos y el hambre era algo crónico y común. Durante la edad media aparecen las primeras manifestaciones de pobreza. Precarias viviendas sirvieron de morada al hombre y su familia. Estas, con una sola habitación en unos casos, y con un máximo de dos en otros, se constituyeron en casas que fueron el producto de construcciones rústicas y ordinarias, carentes de los servicios básicos, donde el desconocimiento de las más elementales normas de higiene agravaba las condiciones precarias de vida en las que habitaban miles de personas.

Otro de los fenómenos habituales para la época era el hambre, las costumbres medievales permitían apreciar una notoria contraposición entre opíparos banquetes, de los que disfrutaban las personas que integraban las clases sociales más nobles y la inanición en que se debatían otras menos afortunadas. El hambre y la escasez han acompañado por siglos la evolución de la vida del hombre, múltiples capítulos de la historia de la humanidad así lo reflejan, largos períodos de hambre generaron muerte y miseria. Esas largas jornadas de hambruna fueron manifestaciones intensas de la pobreza. La pobreza representa un grave problema social que tiene implicaciones éticas, económicas y políticas consideradas como de primer orden.
Sectores amplios de la población Mundial están afectados actualmente por una marcada situación de desempleo, de abandono, de hambre, de desnutrición y de marginalidad. Esta condición atenta contra los derechos humanos y coloca, al gran número de personas afectadas, en situación de constante desasosiego social por lo que la estabilidad democrática en muchos países se ve seriamente comprometida, ya que es difícil el pensar que ella pueda afianzarse en tanto grandes sectores son excluidos de la economía y de la sociedad.

La pobreza existente, es un reflejo de la gran desigualdad que atenta contra el crecimiento económico, que dificulta los procesos de integración e impide que se den las condiciones deseadas para afrontar las exigencias del desarrollo y garantizar la seguridad del Mundo. ¿Cómo se proyecta el problema generado por la escasez de que padecen todo ese gran número de seres humanos afectados por la condición de miseria?, ¿Representa este problema social una amenaza para la seguridad del Mundo?. La inestabilidad social que genera la pobreza impulsa a la adopción del delito como un medio para obtener riqueza, no importa para muchos si su aceptación posee, o no, legalidad. ¿Existen o no alternativas para la reducción futura o erradicación definitiva de la pobreza? ¿Qué hacer para enfrentarla y reducir sus efectos?. Actualmente, el hambre y la escasez todavía prevalecen con sus amargas y terribles consecuencias, sin que este problema se haya logrado reducir significativamente o eliminar en nuestro Mundo.

A la pobreza, como mal de la sociedad, debe cortársele el paso, combatirla, reducirla progresivamente hasta erradicarla. En pobreza “lo peor todavía está por venir” y por ello debemos prepararnos para producir las transformaciones necesarias, tomando las previsiones para actuar antes de que sea demasiado tarde. El concepto de pobreza es muy genérico e impreciso. La historia conceptúa al "Rico” y al “Pobre” como si fueran dos naciones, cuando en realidad no se puede determinar con precisión cuando se está dentro de una categoría o donde está el punto medio entre ambas condiciones, siempre habrá una porción, un tercio, un quinto o un décimo de la población que tendrá el más bajo nivel de ingresos o de capital, por lo cual el término “pobreza” se torna cada vez mas subjetivo y complicado de precisar.

La pobreza es un mal social, una condición que estratifica al ser humano que vive dentro de una sociedad. La catalogan como un sustantivo que identifica una degeneración social, mientras que otros la expresan en conocimiento de lo complejo y extenso de lo que encierra el concepto en sí. “La pobreza es intrínseca de la misma naturaleza humana, cuando no nos sentimos satisfechos, cuando vemos que otros viven mejor que nosotros.” “Se entiende por pobreza la condición social que agrupa a aquellos que actualmente no pueden tener un nivel de vida decente, aquellos cuyas necesidades básicas superan la capacidad de sus medios para satisfacerlas”.

1/11/2012

La vivienda un derecho constituccional

“Medios de comunicación, Jueces y Políticos: la democracia os necesita, la ciudadanía os espera”. La situación crítica por la que están pasando miles de familias por culpa del paro y la crisis está siendo una realidad cada vez más presente en los medios de comunicación. En el último año, decenas de miles de personas se han quedado sin trabajo y por ello no han podido hacer frente a las hipotecas que en su día los bancos les dieron sin problemas. Ahora, la casa de sus sueños vuelve a manos de esos bancos, al no poder pagar cada mes los préstamos. Esta situación va a ir a más si nadie lo remedia y por ello, todos los ciudadanos debemos denunciar la situación de desamparo en la que viven miles de familias.

El Gobierno no mira a estas personas, sólo a los bancos, para los que sí tiene dinero público. Asimismo, hay que conseguir hacer visible este problema, ya que muchas personas sienten vergüenza cuando dicen que están en el paro o no pueden pagar la hipoteca. Cuantas más sean las voces, mayores posibilidades habrá de que el Gobierno quiera hacer algo. La situación en España en este tema es alarmante.

Carta abierta de un afectado por la hipoteca, a nuestros dirigentes políticos y parlamentarios

“Sres y Sras: Me llamo XXXX tengo 38 años, soy discapacitado físico y preciso para movilizarme la ayuda de una silla de ruedas. Hace ya 09 días que permanezco en huelga de hambre, ante las puertas de una de las entidades financieras de España. Soy un estafado e ignorado por un sistema capitalista brutal y despiadado. Una de las centenares de miles de personas que con sus respectivas familias están a punto de perder su vivienda o ya la han perdido. Un durísimo castigo para ciudadanos que han cometido un solo delito: perder de forma injusta su puesto de trabajo, por culpa de un mercado laboral que ha saltado por los aires debido a las sucias maniobras de los mercados financieros, que no son otros que la banca y las transnacionales.

Sepan ustedes que denuncio públicamente y con todas mis fuerzas las tropelías que desde hace ya mucho tiempo vienen cometiendo estas instituciones ambiciosas e inhumanas. Pero sepan también ustedes que mi mayor decepción es comprobar que los representantes políticos en los que hemos confiado nuestra vida y futuro, no están haciendo absolutamente nada por evitar estos atropellos y poner fin a esta barbarie. Y si en algún momento se ha hecho, ha sido a favor de la banca privada. Soy un simple ciudadano, no me siento representante de nada ni nadie, pero creo ser una muestra de esa gran parte de la población que está viviendo momentos amargos y situaciones de tragedia familiar, ante la mirada pasiva de todos ustedes.

Es totalmente inadmisible que millones de personas se encuentren en la calle o estén a punto de hacerlo, por una legislación obsoleta e injustamente aplicada en este tipo de situaciones de crisis. Pero lo que es incomprensible es que se les esté esclavizando financieramente de por vida, porque aún entregando su vivienda y perdiendo todo el dinero que ya habían invertido en ella, son condenados durante el resto de sus días a pagar una deuda ficticia e inmoral, como resultado de la diferencia de valoración de esas viviendas entre el precio de compra inicial y el precio de subasta actual, al cual hay que sumar las abusivas e inexplicables costas judiciales del proceso de ejecución. No deja de ser deleznable que los mismos culpables de originar esta crisis sean premiados con miles de millones de euros de nuestros impuestos, que el gobierno ha tenido a bien ofrecerles sin hacer a la ciudadanía consulta alguna, en lugar de exigir los castigos y penas de esta estafa y burla social. Pero todavía es más intolerable que ustedes, políticos y vendedores de promesas electorales salvadoras, permitan y hagan lícita esa esclavitud para sufragar las pérdidas de éstas entidades financieras que lejos de generar riqueza se han dedicado a manipular y especular sin control alguno y, rescatarlas de su propio pozo de suciedad con la explotación y cautividad legal de sus víctimas.

Las mismas víctimas ciudadanas que se sienten traicionadas por aquellos representantes políticos que pidieron su voto y que ahora lo agradecen con su indiferencia. Es un deber y una obligación política y moral, exigir que los errores y pérdidas de la banca, así como la crisis que han originado, la paguen ellos. Con sus millonarios beneficios acumulados durante tantos años, con las reservas que deberían haber dotado en sus balances en lugar de repartir miles y miles de millones en dividendos a sus accionistas. Con esas sucias e incalculables fortunas multimillonarias que duermen tranquilamente en paraísos fiscales sin haber pagado un solo céntimo de impuestos, mientras cada año aumenta el empobrecimiento de la clase obrera en los países avanzados y se registran paralelamente millones de personas que mueren de hambre en el mundo. Esa entidad que ha sabido, como todos sus homólogos nacionales, aprovecharse de la bondad de las gentes conformistas de este país, aprovecharse también de sus desgracias y, de una legislación que parece proteger únicamente los intereses de estas entidades, en detrimento de los más débiles.

Una legislación que utiliza la maquinaria democrática y su Estado de Derecho, para dar forma a un inverosímil escenario de injusticia para sus ciudadanos y, albergar a un gran número de insaciables tragaperras que se han arropado bajo las sábanas celestiales de este fantástico paraíso financiero situado al sur de Europa. Señores representantes políticos, ha llegado el momento de demostrar su talla profesional y humana, ha llegado el momento de demostrar si son dignos representantes nuestros. Nosotros, los ciudadanos, cumplimos puntualmente y con sacrificio para poderles pagar sus privilegiados salarios, para que nos defiendan de esta estafa permanente. Se encuentran ustedes ante una oportunidad histórica en la que tendrán que elegir entre defender a la ciudadanía, o traicionarla mientras siguen el juego de la tiranía totalitaria del dinero, que se está apoderando de nuestras vidas y robando nuestra felicidad.

 La democracia está enferma, reclama a gritos que la rescatemos, que le quitemos este tupido velo que la envuelve de corrupción e injusticia. Ustedes, señores políticos, se llenan la boca a diario con sus discursos vacíos y cada día menos creíbles, orgullosos de ejercer sus funciones en un marco de derecho y honradez democrática en el que se escudan. Tal vez no se den ustedes cuenta, aunque me temo que sí, que están traicionando a esa democracia por la que tanto hemos luchado, convirtiéndola con su permanente ejercicio de permisividad y protección a la banca, en una total dictadura de los mercados financieros. Su falta de valentía a la hora de decir la verdad, de poner freno a los graves atropellos que está cometiendo la banca en nuestro país, no permitirá que puedan explicar con orgullo a sus hijos y nietos el papel que están escribiendo ustedes en esta gran página histórica. Yo permanezco con mi huelga de hambre aquí en la calle, con un cansancio y unas condiciones climáticas que se tornan inhumanas, a la espera de que ustedes, los representantes políticos, decidan dar un paso al frente y alinearse con aquellos que defendemos la justicia social y los derechos humanos.

Seguiré aquí, junto a otros ciudadanos, que ante el autismo de las administraciones, hemos decidido organizarnos para defender nuestros derechos a una vida y a una vivienda digna, a una justicia global económica y fiscal. Hemos perdido el miedo. Hemos decidido acompañarnos, caminar juntos por esta larga travesía. En mi caso, Seguiré aquí, apostillado en las puertas de la entidad, con la esperanza de que algún día decidan unirse a la ciudadanía, con la esperanza de que algún día decidan poner fin a toda esta tiranía y dejen de alimentar a nuestro verdugo; con la esperanza de liberar a nuestros hijos de estas cadenas.

1/10/2012

El culto de los nuevos ídolos

“Salid a pedir limosnas y veréis maravillas”….
Lamentablemente en nuestra sociedad todo se basa en los bienes económicos y en el lugar que ocupamos en la sociedad, quien tiene el mejor coche, quien tiene la casa más bonita, la ropa más cara, quien tiene el mejor trabajo, en otras palabras quien tiene más poder. Por lo tanto crecemos con la idea de que entre más bienes económicos o más poder tengas serás una mejor persona.
La ambición en realidad no es algo bueno, y aunque suene exagerado es la raíz de todos nuestros problemas actuales: una persona que ambiciona, siempre quiere más! y por lo tanto nunca tendrá lo que quiere y nunca se sentirá satisfecho ni feliz. Creo que en vez de ambición deberíamos de tener aspiraciones, aspirar a ser una mejor persona en todos los aspectos, a ser más humano, a hacer cosas productivas por nuestra comunidad. La ambición puede ser positiva o negativa, es positiva cuando te hace crecer como persona desarrollarte, culturiza a las personas que tienen ambición de conocimiento y de crecimiento personal, también es positiva si la enfocas del punto de vista de tu crecimiento profesional, estudias o cuando luchas por conseguir un ideal, siempre y cuando ese ideal que persigas sea bueno y no algo que dañe a las personas, puedes ser mala también cuando la enfocas exclusivamente en el dinero y estas dispuesto a todo por conseguir tu objetivo sin importar quien salga dañado en el camino, lo único que te importa es conseguir tu objetivo.

Es dañina porque dañas a otros, pero también te dañas indirectamente tu mismo, ya que dañas tu imagen que proyectas a las demás personas. La ambición es una espada de doble filo, puedes ser un ambicioso positivo e igual lograr el éxito, pero un éxito positivo que la gente te agradecerá y serás un buen ejemplo a seguir por muchos, o puedes ser un ambicioso negativo y lograr tus objetivos a cualquier costo y ganarte muchos enemigos...la ambición hay que aprender a controlarla y La avaricia o codicia es el deseo desordenado de no que ella te controle a ti. Adquirir y de conservar bienes materiales y se refiere especialmente al deseo del dinero. La virtud que se le opone es el desapego de los bienes, que se llama también austeridad.

La avaricia y la codicia de los bienes ajenos son madre de muchos pecados: robo, rapiña, fraude, dolo en los negocios, falsificación de moneda, de pesos y medidas, adulteración de mercaderías, acaparamiento, sobornos, coimas o comisiones, estafas, venta de drogas, juegos de azar. El culto de los ídolos, fuente de todos los pecados, persiste en nuestra sociedad. No debe engañarnos el cambio de su apariencia. Hay ídolos del deporte, ídolos del cine, ídolos de la canción, ídolos de la música, ídolos del baile, ídolos de la política. Las técnicas mediáticas de la imagen no dejan de construir y de vender imágenes ante las cuales quedan cautivados los hombres. A esas imágenes les rinden culto. Son imágenes en las que se refleja lo que el hombre aspira a ser. Imágenes del hombre, pero divinizadas.

La gente de la civilización del consumo gasta su dinero en el culto de esos ídolos vacíos. Y como esas imágenes son ilusorias y nunca satisfacen el deseo más íntimo de los corazones, siempre se necesita más dinero para gastar en el culto de esas imágenes adoradas. La civilización del consumo en la que vivimos, fomenta por todos los medios la soberbia de esta vida. No basta el dinero del mundo para comprar y tirar y volver a comprar todo lo que se nos ofrece en los supermercados y los Grandes Almacenes. Así se fomenta la codicia, la avaricia, y el deseo del dinero, que promete obtener todas las cosas apetecidas. La manipulación psicológica impulsa a la avaricia proponiendo símbolos del prestigio y del poder.

El crédito y las tarjetas de crédito son un instrumento de la civilización del consumo. Precipitan en la ruina a muchos avarientos incautos y, lo que es peor, a sus familias junto con ellos. Pocos son los que logran la necesaria autodisciplina para usar prudentemente las compras a plazo y las tarjetas. (Además: esos instrumentos de crédito los paga el propio cliente de su bolsillo y le encarecen la vida).

Otro instrumento de fomento de la avaricia son los préstamos. Las cajas de préstamo son a menudo verdaderas trampas, donde los incautos ambiciosos se empeñan y terminan perdiendo sus pocas propiedades. Estos instrumentos suelen manejarlos mejor los ricos, porque tienen una cierta cultura de la administración, pero son generalmente ruinosos para las personas de clases medias. Cuando el avaro se ve ahogado por las deudas suele hacerse o cobarde o cruel. Algunos se quitan la vida cuando se ven abochornados por la ruina. Otros, acorralados por los acreedores, se precipitan en la incierta aventura del juego de azar. Otros se deslizan a estafar a amigos y parientes que de buena fe les han salido de garantía. Otros exigen sin piedad la liquidación de los bienes de herencia, aunque puedan perjudicar gravemente a parientes débiles o necesitados (poner en la calle a las tías viejas que viven en la casa paterna).

1/09/2012

Los pobres del mundo

¿Cuando los pobres del Mundo serán beneficiados del desarrollo de la naturaleza? ¡Benditos los pobres, los que sufren, los desheredados y los rechazados!

El pobre aparece a veces simplemente como objeto de limosna o destinatarios de obras de misericordia, una situación casi vista como normal; como que se oscureciera un tanto en general la relación de su estado con la injusticia.
El término pobreza connota hambre, pero esto no es lo único en que realmente se debe pensar cuando en el Mundo se habla de ella, la pobreza conlleva a considerar otros elementos. Sería un error referirnos a la pobreza simplemente como la carencia de uno o varios bienes considerados necesarios o convenientes para alcanzar el “mínimo de bienestar”. Hay que considerarla como algo más complejo, hay que verla como una condición en la que parte de una población, o grupos de quienes la conforman, se encuentran marginados o excluidos de los procesos que permiten generar riqueza o disfrutar de ella, no tan solo en el sentido monetario sino en un espectro mucho más amplio.

De allí que es lógico pensar que las personas, según el país y las circunstancias que afecten a quienes conformen este estrato de la sociedad, tienen sus propios criterios acerca de cómo conceptuar la pobreza y sus elementos constitutivos. La pobreza involucra privaciones, discriminación y hasta podría decirse que abandono gubernamental, estas condiciones están determinadas por históricas relaciones jerárquicas, autoritarias o paternalista de estructuras clasistas carentes de democratización, las cuales se dieron, y continúan sucediéndose, como causa efecto de la dinámica establecida en la relación de un pueblo con su gobierno.

Esto hace tangible la necesidad de combatir la pobreza desde la óptica de lucha por la plena vigencia de los derechos humanos y la conquista de una autentica ciudadanía, promesa más que realidad, para una gran cantidad de seres humanos, por lo que muchos estudiosos de la pobreza la han precisado como “la falta o insuficiencia de derechos ciudadanos, con ausencia de plena ciudadanía”. Como resultado del análisis de muchos debates sobre “Ciudadanía, democracia y desarrollo”, podemos percibir que la pobreza se puede entender como el producto de muchos factores causales e interactivos, producto de estructuras históricas, de la vida de los Estados, que han propiciado la exclusión de grandes sectores de la población de lo que podría llamarse los beneficios del desarrollo, no porque estos se rezaguen dentro de la dinámica del proceso de crecimiento económico existente dentro de una sociedad, sino porque en sí, estos grupos, han sido producto de las deficiencias del sistema.

En todos los países del mundo, existe, la pobreza y la pobreza extrema, sin importar los criterios que priven para buscar una definición de cada una en particular, no constituyen fenómenos coyunturales ni son condiciones que marcan un reducido grupo social. Por el contrario, los dos vocablos, determinan fenómenos ampliamente extendidos que se han arraigado y profundizado a lo largo de la historia de cada uno de los países durante las últimas décadas. Ambos representan agrupaciones sociales que definen una calidad de vida, el uno y el otro son una consecuencia de las características que ha presentado el crecimiento económico y el neoliberalismo promovido por los gobiernos de turno y los organismos financieros internacionales.

Sustentados en los aspectos analizados anteriormente podemos conceptuar la pobreza como un grave problema social que engloba e identifica una gran parte de la población, o grupos de quienes la conforman, los cuales son afectados por muchas causas y factores interactivos de naturaleza diferente para cada País del Continente pero que, de manera global, afectan la condición de bienestar del ser humano que vive dentro de una sociedad sin poder satisfacer sus necesidades básicas siendo excluidos, como producto de la ineficiencia existente en los sistemas gubernamentales, de los llamados beneficios del desarrollo.

La injusta situación de los pobres del mundo es un grito que nos llama primero a ponernos de su parte. Pero no podemos ponernos de su parte si no hacemos un esfuerzo. Debemos dejarnos llenar de esa actitud cristiana, no sólo de misericordia y compasión sino también de empatía con el pobre y atrevernos a mirar el mundo "desde el reverso de la historia", es decir, desde el que sufre, desde el que es víctima. El pobre del Tercer Mundo es un pobre masivo, y con una pobreza generalizada, una pobreza de la que participan: los campesinos, los indígenas, los mineros, los desocupados, la mujer, los niños, los ancianos.

Son pobres, casi por simple ubicación, porque habitan en un mismo entorno, en un mismo país, en un mismo Continente, que se encuentra muy debajo de las condiciones de vida de los países industrializados. La realidad sigue estando ahí, en el mundo hay una gran mayoría de pobres materiales que carecen de lo más elemental, son marginados sociales, excluidos. Más de mil trescientos millones de personas que difícilmente podrán salir de esta situación si no hay un cambio completo no ya de actitudes personales, sino, más fundamentalmente, de estructuras políticas, económicas y sociales.

Si estamos en esta perspectiva nos será más fácil realizarla en toda su dimensión profética: denunciando con claridad la injusticia y proclamando la necesidad de un cambio radical y estructural para que aparezca en toda su dimensión el Reino de Justicia y de Paz que está detrás y como consecuencia de la Fraternidad de todos.

1/07/2012

Necesitamos ser justos

¡Cuánto desearíamos que hubiera más justicia!
Para pretender que todos sean justos con nosotros, necesitamos primero ser justos con los demás. La justicia no es una virtud exclusiva para los tribunales. La justicia es una virtud que consiste en dar al prójimo lo que les es debido.

Ser justos con los demás equivale a respetar los derechos de cada uno como persona. La justicia nos hace buscar el bien común y no sólo el propio. El justo se distingue por el pensar bien de su prójimo y por tratar a todos con la misma dignidad, sin hacer distinciones de personas. Si los hombres fuéramos justos en nuestro trato con los demás el mundo sería diferente: no habría abusos de autoridad, desigualdad, robos, ataques, etc.

Busquemos adquirir la virtud de la justicia cada día. Las virtudes sólo se conquistan mediante la repetición de actos, con esfuerzo y constancia; seamos justos hoy para ser justos el día de mañana. Démosle a nuestro prójimo el trato que le corresponde como persona, amemos en todo la verdad y entonces gozaremos del bien en nuestro corazón.

¿Merece la pena ser sincero?

La verdad es que no es necesario que estés diciendo siempre lo que piensas a todo el mundo, principalmente porque tú no tienes la “verdad absoluta“.
La gente muy sincera con los demás y que siempre dice lo que piensa suele tener muchos problemas y ponerse a mucha gente en su contra.
Por mucho que seas sincero y digas lo que piensas no significa que eso sea correcto ni que sea correcto hacerlo.

Cuando estás con amigos, conocidos… cara a cara, tienes que respetar sus decisiones, lo que opinan del mundo. Piensa que las personas se crean su propia visión del mundo y a veces les cuesta años y años crearse esa visión.

Cuando tú vienes y “eres sincero” contradiciéndolos y dejándolos en ridículo verbalmente solo haces una cosa: Enfadarlos. Estás juzgando sus pensamientos, su elección, pero no solo eso, lo haces desde una posición como si tú tuvieras la verdad absoluta. ¿Realmente la tienes?

Cuando alguien te explica algo suyo, no puedes juzgarle de buenas a primeras porque le estás demostrando: Qué no le escuchas. Qué opinas que su visión del mundo es idiota (sino no se lo discutirías) No puedes pretender que todo el mundo tenga que tener tu visión del mundo, tu filosofía, psicología y conceptos… Cuando estás predicando a los 4 vientos tu forma de ver las cosas estás diciendo que ellos andan equivocados, les estás juzgando y lo más normal es que se enfaden.

A mucha gente le gusta explicarte sus cosas simplemente por hablar, no tienen ganas de que juzgues lo que están diciendo y que les quieras imponer tus pensamientos. Además de que lo tuyo no tiene porque ser lo correcto aunque tu creas que es así. Debido que no sabemos si tenemos la verdad absoluta, ante las opiniones de los demás, lo mejor es callar y escuchar. Por muy contradictorias que sean nuestras ideas con las de las otras personas.

A esto se le llama tener respeto. La gente no entiende, no razona, no acepta las críticas. Está bien ser sincero con uno mismo, pero ser sincero con los demás te puede traer problemas nefastos y muchos enemigos reales. A la gente no le gusta que le digan que viste mal, que hace el cutre, el friki, que lo que hace no tiene salida… La gente simplemente quiere hablar y que se le apoye. Nada más. No le interesa tu opinión contradictoria porque le vas a ofender.

Si la persona te pide que seas sincero, entonces es cuando puedes decirle realmente lo que piensas porque es la misma persona la que te lo ha pedido, y si se enfada es SU PROBLEMA por no saber enfrentarse a los hechos reales que ella misma ha pedido. Cuando no te dice directamente: “Dime por favor, sinceramente, lo que piensas”, pero te suelta indirectas cómo: “¿Tú qué crees?”, “¿Tú qué harías?”. Ahí es cuando te está pidiendo tu opinión de los hechos, de las cosas y ahí sí que puedes ser sincero, porque te lo está pidiendo. Y si se enfada él, es él el responsable porque te lo ha pedido.

Admitámoslo: La gente solo quiere que seas sincero con ellos cuando te lo piden, sino no lo quieren porque se ofenderán. Somos egocéntricos y queremos llevar la razón siempre, solo nos preparamos para perder cuando pedimos que nos den la opinión o que nos machaquen con su sinceridad. Obviamente puede haber opiniones contrarias pero sin ser amorales y faltando el respeto. Parece que mucha gente no entiende esto porque van por la vida faltando al respeto a los demás y predicando su visión del mundo como si fuera la correcta. Por eso, las cosas no les van muy bien…

No es cuestión de que siempre hagas la pelota, sino de que escuches más y no intentes cambiar a las personas porque tú te crees que lo sabes todo y siempre haces lo correcto. Cada persona actúa según lo que ha vivido y cómo es, por lo tanto no les juzgues constantemente, respeta tus opiniones ante todo. Todo esto se soluciona siguiendo una sencilla norma: Ten respeto a las personas, sus opiniones y sus actos.
Para ti tal vez no es la mejor forma de hacer las cosas, pero para esa persona sí. Así que por mucho que creas que tú sí que sabes hacer lo correcto, no seas tan ignorante de decirle a esa persona que tú sabes cómo se hace y que te imite a ti. Además, la mayoría de las veces nuestras opiniones no están corroboradas. Hacer esto es bastante idiota e ignorante. Por favor… ¡No lo hagas!


1/06/2012

QUE TU MANO IZQUIERDA NO SEPA………..

Me lo enseñaron desde que era una minúscula cría. Como la mayoría de las familias católicas, la mía creía su deber inculcarme la "auténtica" noción de la caridad.
Que tu mano izquierda no sepa nunca lo que hace tu mano derecha. Otro cantar fue descubrir, con el paso del tiempo, que la caridad era muchísimo más que el ocultamiento silencioso de una mano a otra. Enfrenté el desengaño cuando vi. a la generosidad vanagloriarse de regalar vejeces, inutilidades, sobrantes. Sufrí vergüenza cuando la primera carita sucia con que me topé se moría de hambre, mientras yo me llenaba hasta la hartura. Para mis escasos años, cada Navidad era un tormento. No alcanzaba a comprender que padres y madres hasta cerca de la media noche todavía deambularan por los mercados en busca de un pequeño regalo o de uno que otro bocado. Controlaba el reloj y me repetía sin cansancio "ya van a ser las doce y no están en sus casas". La angustia me apresaba.
Pero un día me di cuenta del porqué. No importaba llegar tarde. Era preferible que algo llenara por lo menos una de las dos manos. Después la caridad tomó otro cariz. Los Años Viejos trajeron viudas pedigüeñas, que paraban los coches y lloraban soledad. "Una caridad para el Año Viejo". Y, cosa curiosa, nunca faltaban monedas. Es más, una salía predispuesta a la dádiva. Claro, se trataba de un juego. Allí no cabían el dolor, ni la miseria, ni el hambre, ni la violencia, ni el abandono. También yo hice Años Viejos y pedí caridad. Siguió pasando el tiempo y una buena mañana, tarde o trasnochada madrugada, no sé, decidí nunca más dar "caridad". No era suficiente con que mi mano izquierda no supiera lo que hacía mi derecha. Tampoco me convencía el simple desprendimiento de lo que ya no me gustara o ya no quisiera o ya no me quedara o me sobrara.

Buscaba y buscaba afanosamente un sentido diferente a la generosidad. Vivir y luchar por una causa común, que englobara el bienestar para todos y todas, me parecía y me parece una experiencia más próxima al verdadero sentimiento de caridad. Compartir lo que tengo y lo que no tengo, lo que sé y lo que no sé, lo que espero y lo que no espero, se me antoja más humanamente solidario. Ello no quiere decir que no haya momentos en que un gesto obsequioso colme oportunamente una inmediata necesidad, o en que una palabra pródiga alivie la desesperanza, o en que unas monedas salven una vida. Pero si todo se hace solamente en pos de una recompensa eterna o de un reconocimiento público o para adormecer las conciencias, ya no existe caridad. Darle a unos mendigos unas monedas a cada uno, a mí me suena a burla. ¿Qué van a hacer esas personas con ese dinero? ¿Cuántos sapos y sapas no habrán estado acechando a las futuras presas? ¿Unas cuantas monedas les devolverán la dignidad de la vida? ¿Y todos los demás indigentes? Bueno, ahora habrá mendigos ricachones y mendigos pobretes.

¡Qué tal caridad gubernamental! Cientos de niños y niñas callejean hasta altas horas del desvelo. Otros más duermen sobre veredas frías, abrigados por periódicos y cartones. Miles de chavales sacian el hambre a punta de gasolina, betún o algún olor que se les parezca. Otro tanto ha sido obligado a vender su cuerpo al más lujurioso postor. Millones conservan de por vida las huellas de la desnutrición, de la violencia y del abuso sexual. ¿Y qué hacemos? Taparnos los ojos, darnos golpes de pecho, lamentarnos de esa pobre gente y deslizar a distancia una que otra moneda. Así, qué importa que la mano izquierda sepa lo que hace la derecha.

1/04/2012

Los Pobres todavía existen

Con los pobres, hay que ser, no solo solidarios, sino eficaces. No se puede "optar por el pobre", sin conocerle y conocer bien su situación, sin hacer todo lo posible por desterrar la pobreza o, lo que es lo mismo, no se puede estar con los pobres, si no estamos contra la pobreza.
Decimos que pobre es también y principalmente la víctima social: los desplazados por causa de las catástrofes o de las guerras, los huérfanos, las mujeres inducidas y violentadas a ejercer la prostitución, los drogadictos, los enfermos de sida, los niños de la calle, los obligados a trabajar desde edades infantiles, los emigrantes, los despreciados por su raza o color, los refugiados... Pobre es el insignificante, el que no cuenta, el que casi no es considerado como persona, el excluido; pobre es el que no se le reconoce sus derechos, pobre es el sometido a esclavitud, pobre es el que no tiene defensa cuando es violentado.
Toda esta clase de "pobres", es cierto, se dan mayoritariamente en el "Sur", allí están los cientos de miles de millones en situaciones de clamorosa injusticia, de inhumana situación. Pero, en la constatación actual, notamos también los pobres que existen en el "Norte", constituyendo esas "bolsas de pobreza", ese denominado "cuarto mundo", producidos por la implacable máquina social; excluidos desarraigados, desempleados, víctimas de las esclavitudes de los vicios; no integrados, o sufriendo las consecuencias del racismo de clase, cultura, raza o pueblo. Ciertamente que el mundo del pobre se ahonda y profundiza.
Miremos a los pobre que no sólo no han desaparecido y que están ahí; sino que por desgracia han aumentado y se han hecho más necesitados, más implorantes, y, además, a esos se han añadido otros que hay que visualizar, hay que sumar. Penetrar una y otra vez en este mundo, y desentrañar y atacar las causas de tanta pobreza, de tanta esclavitud, es una de nuestras principales tareas. "La opción por el pobre" nos llama a ser no sólo solidarios sino eficaces.