1/01/2012

Mientra se es joven... ¿Hay salud?

Que cada joven decida construir su vida apoyándose en valores estables, conociendo y superando las tentaciones con que es inducido a un estilo de vida basado en el consumo, el ligue, la ambición, el prestigio, el poder, etc... Darse cuenta de que puede haber otra forma de organizarse la vida.
No hay peor enfermedad que la de creerse poderoso, ni peor obsesión que la de acaparar. FELICES vosotros, jóvenes que pasáis hambre: hambre de pan, hambre de trabajo, hambre de familia, hambre de amigos; con el que llenar vuestras vidas. Lo pasáis mal, lo sé. Os tienta mandar "todo a paseo". Pero, miraos unos a otros: ¿no os pasa a cada uno algo parecido?, ¿no podemos ayudarnos unos a otros?
Felices vosotros que tenéis la posibilidad de buscar juntos, de compartir vuestra hambre y vuestra búsqueda, de animar al cansado y levantar al que ya no puede más. Pero ¡AY DE VOSOTROS!, los jóvenes que creéis estar saciados y no necesitáis de nada ni a nadie. Más tarde o más temprano, vuestros gritos de auxilio no serán escuchados por nadie porque estaréis solos.
Vuestra autosuficiencia os mete en un cascarón herméticamente cerrado. Pero el cascarón acaba por romperse. Lo que parece fuerte, es en realidad muy frágil. ¡Ay de vosotros! que os creéis incombustibles y no os dais cuenta de que disfrazáis vuestra propia debilidad. FELICES vosotros, jóvenes que ahora lloráis de rabia y de impotencia ante una sociedad que produce mil injusticias y atropellos por minuto. Felices porque sois sensibles a lo que pasa a vuestro lado.
Estad contentos porque os encontráis en el camino de la auténtica alegría, la que nace de la lucha por un barrio más justo, por unas relaciones más auténticas, por una vida más digna. Pero ¡AY DE VOSOTROS!, jóvenes que os reís hasta de vuestra propia sombra. Que pasáis de todo y no habéis pasado por nada; que os molesta madrugar para ir a "currar"; que os quejáis desde el patio de butacas y nunca bajáis a la arena del tinglado diario; nacisteis para jueces que casi siempre condenan. Lo vais a pasar mal porque ya la historia os está juzgando a vosotros: ¿Qué haces de positivo? Y sobre todo juzga al que pasa de largo ante el que le necesita porque no tiene tiempo, no se atreve.... o no le da la gana. ¿Nos resultan extrañas y desagradables estas reflexiones, o sintonizamos con ellas?.

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