1/07/2012

Necesitamos ser justos

¡Cuánto desearíamos que hubiera más justicia!
Para pretender que todos sean justos con nosotros, necesitamos primero ser justos con los demás. La justicia no es una virtud exclusiva para los tribunales. La justicia es una virtud que consiste en dar al prójimo lo que les es debido.

Ser justos con los demás equivale a respetar los derechos de cada uno como persona. La justicia nos hace buscar el bien común y no sólo el propio. El justo se distingue por el pensar bien de su prójimo y por tratar a todos con la misma dignidad, sin hacer distinciones de personas. Si los hombres fuéramos justos en nuestro trato con los demás el mundo sería diferente: no habría abusos de autoridad, desigualdad, robos, ataques, etc.

Busquemos adquirir la virtud de la justicia cada día. Las virtudes sólo se conquistan mediante la repetición de actos, con esfuerzo y constancia; seamos justos hoy para ser justos el día de mañana. Démosle a nuestro prójimo el trato que le corresponde como persona, amemos en todo la verdad y entonces gozaremos del bien en nuestro corazón.

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