1/07/2012

¿Merece la pena ser sincero?

La verdad es que no es necesario que estés diciendo siempre lo que piensas a todo el mundo, principalmente porque tú no tienes la “verdad absoluta“.
La gente muy sincera con los demás y que siempre dice lo que piensa suele tener muchos problemas y ponerse a mucha gente en su contra.
Por mucho que seas sincero y digas lo que piensas no significa que eso sea correcto ni que sea correcto hacerlo.

Cuando estás con amigos, conocidos… cara a cara, tienes que respetar sus decisiones, lo que opinan del mundo. Piensa que las personas se crean su propia visión del mundo y a veces les cuesta años y años crearse esa visión.

Cuando tú vienes y “eres sincero” contradiciéndolos y dejándolos en ridículo verbalmente solo haces una cosa: Enfadarlos. Estás juzgando sus pensamientos, su elección, pero no solo eso, lo haces desde una posición como si tú tuvieras la verdad absoluta. ¿Realmente la tienes?

Cuando alguien te explica algo suyo, no puedes juzgarle de buenas a primeras porque le estás demostrando: Qué no le escuchas. Qué opinas que su visión del mundo es idiota (sino no se lo discutirías) No puedes pretender que todo el mundo tenga que tener tu visión del mundo, tu filosofía, psicología y conceptos… Cuando estás predicando a los 4 vientos tu forma de ver las cosas estás diciendo que ellos andan equivocados, les estás juzgando y lo más normal es que se enfaden.

A mucha gente le gusta explicarte sus cosas simplemente por hablar, no tienen ganas de que juzgues lo que están diciendo y que les quieras imponer tus pensamientos. Además de que lo tuyo no tiene porque ser lo correcto aunque tu creas que es así. Debido que no sabemos si tenemos la verdad absoluta, ante las opiniones de los demás, lo mejor es callar y escuchar. Por muy contradictorias que sean nuestras ideas con las de las otras personas.

A esto se le llama tener respeto. La gente no entiende, no razona, no acepta las críticas. Está bien ser sincero con uno mismo, pero ser sincero con los demás te puede traer problemas nefastos y muchos enemigos reales. A la gente no le gusta que le digan que viste mal, que hace el cutre, el friki, que lo que hace no tiene salida… La gente simplemente quiere hablar y que se le apoye. Nada más. No le interesa tu opinión contradictoria porque le vas a ofender.

Si la persona te pide que seas sincero, entonces es cuando puedes decirle realmente lo que piensas porque es la misma persona la que te lo ha pedido, y si se enfada es SU PROBLEMA por no saber enfrentarse a los hechos reales que ella misma ha pedido. Cuando no te dice directamente: “Dime por favor, sinceramente, lo que piensas”, pero te suelta indirectas cómo: “¿Tú qué crees?”, “¿Tú qué harías?”. Ahí es cuando te está pidiendo tu opinión de los hechos, de las cosas y ahí sí que puedes ser sincero, porque te lo está pidiendo. Y si se enfada él, es él el responsable porque te lo ha pedido.

Admitámoslo: La gente solo quiere que seas sincero con ellos cuando te lo piden, sino no lo quieren porque se ofenderán. Somos egocéntricos y queremos llevar la razón siempre, solo nos preparamos para perder cuando pedimos que nos den la opinión o que nos machaquen con su sinceridad. Obviamente puede haber opiniones contrarias pero sin ser amorales y faltando el respeto. Parece que mucha gente no entiende esto porque van por la vida faltando al respeto a los demás y predicando su visión del mundo como si fuera la correcta. Por eso, las cosas no les van muy bien…

No es cuestión de que siempre hagas la pelota, sino de que escuches más y no intentes cambiar a las personas porque tú te crees que lo sabes todo y siempre haces lo correcto. Cada persona actúa según lo que ha vivido y cómo es, por lo tanto no les juzgues constantemente, respeta tus opiniones ante todo. Todo esto se soluciona siguiendo una sencilla norma: Ten respeto a las personas, sus opiniones y sus actos.
Para ti tal vez no es la mejor forma de hacer las cosas, pero para esa persona sí. Así que por mucho que creas que tú sí que sabes hacer lo correcto, no seas tan ignorante de decirle a esa persona que tú sabes cómo se hace y que te imite a ti. Además, la mayoría de las veces nuestras opiniones no están corroboradas. Hacer esto es bastante idiota e ignorante. Por favor… ¡No lo hagas!


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