7/07/2011

Comer, el primer derecho humano

• Nosotros comprendemos muy bien lo que significan los rincones: lo que casi nadie ve, donde se arroja la basura, lo que se esconde y olvida, lo que queda oculto, los rincones. Hoy hay muchos rincones donde no hay esperanza, hay rincones de violencia e inseguridad, hay rincones de discriminación y de hambre, hay rincones que no quisiéramos ni siquiera visitar. Vayamos a los últimos rincones y llevemos esperanza y alegría

• ¿Por qué una misma acción provoca reacciones tan diferentes? Cuando no se tiene limpio el corazón, se mira con desconfianza a los demás. Cuando la luz resplandece, descubre la corrupción de los falsos. ¿Sucede lo mismo en la actualidad? Todavía hay quien quiere callar la verdad. Quizás a veces nos perdemos en cosas secundarias y no estamos atentos a llevar vida y Buena Nueva a todos los rincones.


• Hay personas que pasan por el mundo como si siempre estuvieran a disgusto: no se alegran de verdad, se tornan agresivos, todo les molesta… y con frecuencia le echan la culpa a los otros. Y, al verlos en ese estado, las personas se alejan de ellos, se pierden oportunidades y se generan conflictos. ¿Está el problema fuera de ellos? No, el problema está en el corazón. Estemos dispuestos a estar en armonía con los demás

• Ya basta de estar renegando, hoy porque hace calor y mañana porque hace frío; hoy porque hay mucha gente y mañana porque no vino nadie; todas las circunstancias externas no pueden modificar la verdadera armonía del corazón. ¿Hay problemas y enfermedades? Es cierto tendremos dolores, pero si renegamos en nada remediamos la situación. Puede la vida ser muy dura, pero será peor para el que la afronta sin esperanzas

Hemos hecho consistir la felicidad y la vida digna en cosas externas, como si los bienes y las apariencias pudieran llenar y satisfacer nuestros deseos de eternidad e inmortalidad. La humanidad de los pobres nos debe llevar a valorar el hambre y la sed concretas en el camino de la vida. No puede haber vida digna cuando se muere de hambre y se sufren las consecuencias y enfermedades de la pobreza y la miseria

• Existen situaciones de miseria y hambruna, que la viven nuestros hermanos, mientras unos pocos se atiborran de manjares; esta el grito angustioso de los pequeños triturados por un sistema injusto; y el silencio de quien ya no tiene ni ilusión ni esperanza en una vida digna. La incredulidad es una tentación siempre presente y que empieza a echar raíces. ¿Podemos tragar el alimento sin acordarnos de nuestros hermanos?

• La falta de perdón lastima y enferma, al que no perdona y al no perdonado. Es decir, cuando nosotros pasamos por situaciones en las que alguien nos lastima, o nos agrede, o se burlan, o lo que sea que nos haga daño, dentro de nosotros se crea un resentimiento y un deseo de venganza sobre quienes nos han herido. Estas personas pueden ser de nuestro entorno familiar más cercano hasta padres e hijos, hermanos o sobrinos.

No debemos perder de vista el hecho de que seremos perdonados como nosotros hemos perdonado, esto es claro. Por eso, si te hicieron mal, si te ofendieron, si te molestaron, perdona y sigue adelante. Lo que haga el otro no es tu problema, tu tema es perdonar y avanzar liviano y en libertad hacia los sueños que tienes por delante. Lo mejor de todo es, que al perdonar nos liberamos, nos sacamos una gran mochila de encima


• Cuando la oscuridad de la duda prende nuestro corazón, cuando no encontramos las soluciones y las respuestas para nuestras interrogantes más crudas: la muerte, la violencia, la injusticia, el mal, entonces parece que todo está perdido y brota la tentación que nos pide abandonar la fe y la esperanza. Cuando se apuesta por la vida, y se comparte lo poco que se tiene…entonces se hace presente Dios en medio de nosotros.

• Todo ser humano goza de derechos inviolables, derivados de la propia dignidad de ser persona, por lo que NINGÚN SER HUMANO PUEDE SER CALIFICADO COMO ILEGAL. Sin embargo, la vigente normativa legal para extranjeros, al poner serios límites al derecho a inmigrar, propicia la situación de irregularidad en la que se encuentran miles de inmigrantes y, la exclusión de todo tipo de derechos y su criminalización social.

• "Comer, el primer derecho humano". El principal derecho humano es comer y desarrollarse. Si no salvaguardamos esos dos derechos no podemos hablar de otros derechos humanos. Hoy existe en el planeta una capacidad productiva para alimentar doce mil millones de personas, el doble de la población existente. El mundo sencillamente puede producir más de lo que necesitan comer los que tienen dinero para pagar.

El hambre en el mundo no es causada por la incapacidad tecnológica de la oferta sino por la incapacidad adquisitiva de un grupo considerable de consumidores; es decir, por la pobreza. Aquí también se cumple la máxima:«el capitalismo tiene una capacidad infinita de oferta a la que no corresponde una igual de demanda». Se vive una crisis alimentaria en medio de la superproducción, se está frente a un problema económico

• Nadie tiene derecho a utilizar el hambre como arma para controlar la voluntad de una persona o de un pueblo. Saciar el hambre, progresar solamente en el aspecto económico, no basta para dar al hombre su verdadero puesto en la creación. Con frecuencia el progreso va unido a nuevas formas de esclavitud y explotación que atan y deshumanizan a la persona. No tendremos derecho a vivir una vida adormilada e indiferente.

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